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Salte con todo el impulso que pude y cuando ella llego a mi altura la embestí con mi hombro y le di un golpe de revés con mi brazo empujándola hacia el suelo antes de que cayera colocándola a salvo, alejándome aún más del suelo firme gracias al choque de nuestros cuerpos y haciendo que mi pesadilla empezara a cobrar vida. Nos miramos mutuamente todo el tiempo que pudimos, esos segundos parecían no acabarse más, la vi ahogarse en un llanto afligido pero sin apartar sus ojos de los míos hasta que deje escapar una lágrima de Lucim por mi ojo herido antes de que el cordón de la isla se interpusiera entre nuestras ultimas miradas… Y el abismo comenzara a devorarse mi existencia.
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Y así fue como llegue a revivir mis pesadillas, cayendo de espaldas hacia el vacío con una lluvia de plumas negras y doradas danzando a mis alrededores y cascotes de tierra que se desgranaron del borde, por momentos lo sentía como si ese momento fuese un deja vú, un recuerdo lejano más que una pesadilla viviente. El aire se va enfriando más y más a medida que voy descendiendo. Extiendo mis brazos y piernas lo más que puedo para ofrecer resistencia al aire y hacer más lenta mi caída, mientras me estiro siento que el frio me abraza más fuerte, y duele, quiero fingir que vuelo y prolongar el desagradable final el mayor tiempo posible para recordar los bellos momentos de mi vida junto con Med.
Cayendo muy cerca de las paredes del borde puedo ver como se extienden las raíces, pasto y hasta uno que otro pequeño árbol, por más que intentase estirarme no lograría alcanzar nada de que poder sujetarme, así que me limito a contemplar el paisaje sin cambiar mi postura. Más formas de flora van a pareciendo a medida que desciendo, diferentes tipos de plantas, plantas que jamás había visto, pero de alguna forma mi mente las recuerda a todas. Pequeñas punzadas palpitan en mi cabeza y cierro mi ojo sano para tratar de reprimir el dolor e imágenes fugaces atraviesan mi cabeza, si las recuerdo, no sé de dónde pero las recuerdo, recuerdo el Roblerojizo, los árboles más duros de todos, su tallo y ramas color rojo escarlata y sus enormes frutas de un color brilloso naranja amarillado, también recuerdo el color azul grisáceo del Pensando en ti que se iba tornando celeste a medida que se ramificaba y como se pegaban las semillas de su fruta en toda la barbilla y mejillas cuando se mordía y se saboreaba la dulce pulpa, esas Imágenes que merodeaban mi conciencia parecían muy otrora
La isla parece estar llegando a su fin, las paredes de tierras han quedado ya arriba suplantadas por rocas y unas gruesas raíces que se cuelan por entre medio, por fin lograre ver que es lo que la sostiene, por el momento solo veo una enorme cueva oscura hasta que velozmente de dentro de la cueva aparece una gigantesca cara y se detiene a unos pocos metros en frente mío logrando arrancarme un grito y desequilibrarme del susto. Es sin duda lo más grande y fantástico que jamás había visto antes, me deja maravillado, su cabeza es enorme, su Mollis es del color de los árboles, tiene los ojos cerrados de tantas arrugas en la cara y estas se extienden por casi todo su cuerpo formando dibujos en formas circulares tal cual se forman en los tallos y ramas, como tatuajes con relieve, es como si este Borrel fuese un árbol enorme con montañas de tierra y vida en su lomo, estoy tan deslumbrado que por momentos he olvidado que estoy viajando directo a mi muerte, si es que esta bestia no me devora antes, aunque se lo ve bastante pacífico y pareciera estar dormido, se lo ve muy anciano quizás esté llegando al final de sus ciclos y de seguro no ha notado mi presencia.
Para mi asombro, la isla, la que últimamente temblaba y se quejaba tanto no era otra cosa más que un Borrel desmesuradamente gigantesco, ya desde esta altura la perspectiva me permite verlo moviendo perezosamente cientos de aletas a su alrededor para mantenerse a flote y no caer.
Pareciera empezar a sentirse incomodo por alguna molestia y casi sin dar aviso previo lanza un rugido estrepitoso y aletea rápidamente soltando gran parte de su plumaje que se estampa contra mí, es tan confortable sentir esa suave sensación de miles de plumas con sus múltiples y radiantes colores abrigándome y acariciando mi Mollis provocándome leves cosquillas que me relajan y me hacen nuevamente olvidar mi grave problema, estoy ya cumpliendo uno de mis sueños, todo este tiempo he estado volando en el lomo de un Borrel sin saberlo, pero lamentablemente mi otro sueño de alcanzar un Lumine y poder compartirlo con Med quedaría inconcluso.
Ya estoy alejado de la creatura, me acuesto en el aire y me extiendo lo más que puedo, la herida en mi ojo comienza a irritarme e imágenes sin sentido de lo que podría ser Iluminhá invaden mi cabeza, cierro mi ojo sano para capturar mejor esas figuras en mi imaginación y efectivamente se ven con mayor claridad, puedo ver las cascadas de agua plateada, las plantas y hongos fosforescentes, los arboles danzantes con frutas de Mollis etérea… Y también veo a Med acercándose a mí corriendo lentamente diciendo suavemente mi nombre una y otra vez llamándome mientras se acerca –Luuuuux– se oye lejano –Luuux– Me dice nuevamente y una lagrima de dolor y tristeza corre por ojo herido –LUUUUX!! – Un fuerte impacto golpea en mi pecho como si me hubiesen lanzado una piedra de mí mismo tamaño dejándome sin aliento y antes de poder inhalar algo de aire siento sus menudos brazos enroscarse y abrazándose a mi espalda y su cálida voz haciendo mención a mi nombre una vez más casi en susurro
–MED!! –Agacho mi cabeza hacia ella y le grito apenas verla –Porque saltaste? Porque abandonaste la isla? Tú no tenías por qué morir, yo salte para salvarte, tú debías quedarte y vivir–
–No– Me responde ella con la voz a punto de quebrarse y las lágrimas apenas contenidas
–Porque saltaste Medalay? Porque? – Le grito regañándola totalmente furioso
–Porque no iba a quedarme de brazos cruzados mirando como el Amor de mi vida caía en el abismo sin hacer nada por segunda vez– Me dice mientras me mira con el ceño fruncido
<< Por segunda vez? >> Pregunto desconcertado susurrando para mis adentros arqueando una ceja
–Has salvado mi vida dos veces Lux, hace un momento en Arriba… y la primera vez en Iluminhá-
Sin poder decir ni media palabra imágenes fugaces de Iluminhá nuevamente recorren mi mente obligándome a fruncir los ojos
–No lo recuerdas, pero tú y yo ya nos conocíamos desde hace tiempo, Iluminhá fue nuestro primer hogar y viajar en el lomo de un Borrel recorriendo los Lumines enteros fue nuestro sueño, y también nuestra perdición –
Su voz es muy triste pero aun contiene sus lágrimas. Las imágenes siguen rondando mi cabeza y algunas de ellas se van haciendo más claras
–Cuando caíste de Iluminhá grite tu nombre mil veces con desesperación hasta verte desaparecer siendo devorado por el abismo y aun así seguí gritando por todo un ciclo de luz entero, sentía tanta impotencia que lo único que podía intentar era tratar de hacerte regresar a gritos–
Sus palabras van devolviéndome poco a poco la memoria perdida. Ahora entiendo que mis pesadillas en realidad eran recuerdos, tormentosos recuerdos
–Por eso fue que saltaste la primera vez, para volver con migo? – Le digo con voz áspera aun con algo de enojo y tiritando por el frio que ya se estaba tornando insoportable y no podía dejar de temblar
–Si– Me contesta secamente mientras agacha su mirada apartándola de mis ojos –Después de que desapareciste de mi lado mi vida se desmorono por completo, nada más me importaba iba todos los ciclos de luz al borde en el que caíste, el abismo no logro devorarte porque yo te pensaba y te recordaba todos los ciclos para que nunca te fueras para siempre, después de mucho entendí que era inútil tarde o temprano te olvidaría, pero no quería hacerlo no quería una vida sin ti, me despedí de Skyia y opte por saltar, o te encontraba con las escasas esperanzas que aun conservaba o moría contigo, de una u otra forma nos hallaríamos en Mittmi de nuevo, y salte, salte lo más empinada posible para romper el aire, tomar velocidad y alcanzarte estés donde estés–
Sin separarse ni un milímetro de mí, se arrima más a mí y coloca su frente sobre mi cuello al tiempo que su voz se desgrana y se quiebra por completo, ya no puede contener más las lágrimas y casi a gritos las derrama en mi cuello, estas se convierten en escarcha a los pocos segundos que toman contacto con el aire mientras yo sujeto con una mano su espalda y con la otra su cabeza acariciando su pelo correspondiendo también a sus lágrimas, hasta que el Mittmi se apodera de nosotros.
Mi ojo ya no duele y está abierto por completo, el clima gélido es remplazado por la tibieza de nuestros brazos, las pocas luces que nos alumbraban se desvanecen al igual que la sensación de vértigo, solo es visible la luz de nuestro Lucim, nos decimos “Te Amo” al unísono y nos bebemos las palabras de la boca del otro, un beso suave como caricia de pluma, luego sus labios dibujan una sonrisa extendida de par en par que me desborda de paz y calma, me inunda de tanta tranquilidad que solo quiero jugar con su pelo y sus aretes siguiendo el espiral de caracol con mis dedos y continuar besándola hasta dormirme, convirtiendo esta pesadilla en el sueño más dulce, nuestro último sueño, y quedarnos en estado de Mittmi para siempre.
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