Sinfonías Paralelas   Capítulo 10 “Vino Rojo”  

Bueno esta vez no han tenido que esperar 5 meses.

En este 10mo capitulo veremos la historia contada desde la perspectiva de la chiflada Margoh. De la cual conoceremos un poco de su pasado.

Para los que no la recuerdan Margoh es la ayudante de el pianista que se hace llamar «El Fantasma». Tras secuestrar a Roxanne y al Hueso Dragón  continua con los planes de venganza de su maestro del cual esta enamorada.

manteniendo el genero hay escenas de sexo pero son mucho mas fuertes de lo habitual y toscas. ya descubriran por que.

Si es la 1ra vez que entras hace click aca

Capitulo 1 «Decisiones»

Ya que los capitulos continuan una historia y no son capitulos individuales.

 

Si quieres acompañar la lectura con musica dale al boton play de youtube y espero que disfrutes

 

 

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No parecía un departamento demasiado costoso, ni tampoco se veían grandes cosas de valor en él, sin embargo a Margoh le había costado un poco más que de costumbre burlar la seguridad de la cerradura. Sera que el inquilino ocultaba algo o era simple paranoia ?

El lugar tenía adornos bonitos pero en exceso para el gusto de la invasora, en parte le recordaba a la casa donde ella nació.

 

Alice era el nombre que le habían puesto sus padres y el que utilizo toda su vida antes de huir de su casa y cambiarlo por Margoh.

Los padres de la pequeña y adorable niña Alice eran  lo que se conoce como una familia ejemplar.

Su padre ganaba buen dinero, suficiente para cubrir las necesidades básicas, comodidades, lujos, hasta un piano y todos los inocentes caprichos de su niña de 6 años. Todos los días eran de felicidad en la vida de la risueña Alice, iba a una buena escuela, había hecho amiguitos y por las noches antes de dormir tocaba el piano sentada al medio de papa y mama, la niña amaba tocar el piano, todo era felicidad… hasta aquella noche.

La pequeña dibujaba a sus padres dentro de un gran corazón en una carta que les contaba con un par de nuevas letras que había aprendido en el colegio que los amaba y que los esperaba despierta para tocar el piano cuando volvieran.

El teléfono sonó, la niñera lo atendió y luego se puso muy triste, le habían dicho algo feo que la hizo llorar. La policía llego más tarde a casa, también llego su padrino, pero papa y mama no volvieron esa noche, ni ninguna otra.

Su padrino pensó que era demasiado pequeña para

Ir al funeral de sus padres así que no pudo despedirse de ellos. Murieron trágicamente a causa de un robo.

Nadie objeto a favor del derecho de la niña a asistir al velorio porque su padrino era su único pariente vivo, su tutor, y estaba a cargo de todas las decisiones de su vida, como si pudiese llamarse vida a los años que continuaron.

 

Notas

 

Margoh se dio cuenta de que se había perdido en sus pensamientos. Estaba en un casa ajena y en cualquier momento podría llegar su verdadero inquilino, no había abierto la cerradura e irrumpido en aquella casa para perder el tiempo, debía concluir con los planes de venganza que su amado maestro le había pedido. El violín ya había sido secuestrado junto con una de las amantes del violinista, todo marchaba de maravillas. Solo unos pasos más y cuando todo hubiese terminado su maestro la amaría incondicionalmente a ella por haberle sido siempre fiel a sus órdenes y de gran ayuda luego de que él había perdido la vista. Seria amada, por primera vez en su vida la amarían.

 

Llevo un dedo a sus labios, lo beso y luego lo mordió mientras liberaba una ferviente sonrisa.

– Tal vez si registro este sitio encuentre algo de información que ayude al maestro – Dijo en voz alta y se quedó quieta como esperando la aprobación de alguien presente. – De acuerdo, lo hare – Dijo con voz melosa como si estuviese coqueteando con ese alguien.

 

Dentro de lo que pareció información importante encontró lo que parecían análisis de estudios cardiacos y por lo poco que Margoh entendía no eran buenos resultados –Jaja, la tontita se está muriendo de a poco- Rio encontrándolo cómico – Al maestro le encantara saber esto –

Luego fue hacia el placar donde se encontró sin mucho asombro con muchos modelos de vestidos que parecían infantiles.

-Que esta tontita no usa nada decente ?-

Se detuvo en uno de los vestidos y vio lo que parecía una burla del destino. Un vestido idéntico al que ella alguna vez uso cuando alcanzo la edad de la pubertad, un vestido de verano, blanco impecable con dibujo de rosas azules. Por más desagradable que le parecía el recuerdo de ese vestido no pudo evitar recordar su pasado.

 

Notas

 

 

El señor Demian, su padrino, en realidad no había sido pariente ni de su padre ni de su madre, solo era un amigo de la familia, o lo había sido en un principio. Demian no los frecuentaba muy seguido, pero era el padrino de la niña y luego de la muerte de sus padres no le quedaban más familiares vivos.

El señor Demian se ofreció a mudarse a aquella casa para poder cuidar a la niña, pero sus verdaderas intenciones eran vivir sin trabajar y gastarse el dinero de la herencia destinado al cuidado de Alice.

 

La niña que dibujaba cartas a sus padres fallecidos años atrás ya había crecido, era una mujercita de 10 años muy distinta. Desde los 10 años ya se ocupaba de los quehaceres de la casa ya que su padrino no quería contratar empleados y le daba igual vivir entre la suciedad, solo le interesaba tener la comida lista.

A ella no le molestaba, luego de llegar de la escuela solía ponerse a limpiar y fregar todo aunque le irritaba que el holgazán de su padrino le criticara todo cuanto hacía.

 

Los años pasaron y Alice alcanzo los dulces 16 era mucho más alta y más corpulenta pero algunas cosas no habían cambiado. El amor por el piano seguía siendo el mismo, solía tocarlo y recordar a sus padres uno de cada lado tocando con ella, los extrañaba muchísimo.

La figura de su padrino también había cambiado, ahora era un hombre gordo casi llegando a la obesidad, mas calvo y con una barba desprolija que estropeaba su cara.

Pero el carácter amargo de este hombre no había cambiado. El piano era algo prohibido dentro de todas las cosas prohibidas que había puesto como reglas de la casa. A este no le gustaba el sonido del instrumento así que Alice lo tocaba en su ausencia.

Casi nada de lo que ella hacia le gustaba, nada excepto usar aquel vestido blanco que le llegaba hasta las faldas. Su padrino cada vez que lo recordaba le insinuaba que se lo pusiera, la joven ya no quería hacerlo. No entendía porque a su padrino le gustaba tanto.

 

Una noche luego de haber cocinado, se sentaron a la mesa a cenar.

-La carne está demasiado cocida niña- Reprocho aquel hombre. La joven estaba acostumbrada a que le reprobaran todo lo que hacía.

-La carne me gusta bien jugosa, esto esta horrible- Por la manera en la que masticaba sin dejar de hablar no lo parecía.

-Lo siento- Se apresuró a contestar.

-Y estos tomates no están frescos, porque ?Dime Alice, porque ?-

La muchacha tardó en contestar, sentía la mirada de su padrino clavada en ella.

-Use tomates de ayer para no gastar demasiado- La respuesta no pareció convencerlo ya que dejo de comer y golpeo la mesa haciendo saltar los cubiertos.

-Mírame niña, MIRAME!!- Grito y ella tuvo que obedecer. Podían verse restos de comida pegada en su barba.

-Acaso no tenemos dinero suficiente ? Acaso la pensión mensual que te dejo tu padre se ha reducido ?-

-No- Contesto simplemente ella, ya no quería mirarlo o lloraría, esa mirada la hacía poner muy nerviosa.

-Entonces para que ahorras ? Seguro piensas llevarle flores a las tumbas de tus padres, supéralo ya, los muerto no necesitan flores y los vivos necesitan tomates frescos- Se burló y luego volvió la mirada a su plato devorando su contenido sin siquiera apartar lo que consideraba feo.

La muchacha volvió a concentrarse en su cena.

-Hace mucho que no usas tu vestido blanco- Dijo su padrino y las palabras le sonaron muy amargas, ella no supo lo que se avecinaba hasta que fue demasiado tarde.

La muchacha respondió mirando su plato sin decir ni una palabra.

-Vamos póntelo- Insistió

-Es que ya no me gusta-

-Vamos como que no, pero si es bonito- Dijo animándola.

-Es muy viejo, ya me queda demasiado corto, solo lo suelo usar de pijamas- Dijo ella justificándose.

-Idioteces, te queda perfecto, anda póntelo y dejare pasar lo mal que has cocinado-

A la joven Alice no le quedo más escapatoria que complacerlo. El vestido era muy bonito y elegante pero ese mismo vestido que hace 3 años atrás le llegaba a tocar encima de las rodillas ahora apenas le cubría unos centímetros de las piernas y sus pechos que estaban creciendo entraban muy ajustados y se le complicaba esconderlos.

Le quedaba demasiado corto por todos lados, dejaba al descubierto mucha parte de su piel que ella no quería exhibir. Le quedaba feo.

 

Cuando volvió su padrino se había trasladado a la sala de estar y miraba televisión sentado en el sillón mientras bebía uno de los vinos más caros que había pertenecido a su padre.

-Ahora pareces toda una mujer y no una niña tonta, ven siéntate a mi lado vamos a mirar la televisión- La joven se sentó, en silencio acomodo la vista perdida en el televisor sin prestarle la menor atención al programa. Solo deseaba irse a dormir.

De reojo podía ver como su padrino de vez en cuando volteaba su cabeza para mirarle el vestido y luego la volvía hacia la televisión o hacia su copa de vino rojo y tomaba un trago. Así continúo aquella noche, la botella se había terminado pero su padrino a cada rato paseaba su mirada de la tv hacia su vestido, una y otra vez, hasta que noto que aquel hombre ya había dejado de apartar la vista de ella.

-Padrino ?- Dijo ella tratando de esconder su incomodidad.

-Llámame por mi nombre querida-

La joven seguía sin querer mirarlo, detestaba aquella mirada

-Sr Demian, lo que…- Tuvo que detener su frase al sentir que los dedos regordetes de su padrino se habían apoyado en su pierna por debajo de su vestido.

-No, no, no, llámame por mi nombre, dime Nícolas-

Aquella insinuación de voz melosa le resultaba de lo más desagradable y la sensación de su mano sobre su pierna la había hecho temblar.

Volteo a mirarlo y le hablo en un tono muy elevado

– Nicolas Demian o cómo demonios se llame me voy a dormir ahora mismo- Sentía su rostro caliente como si fuese a estallar y su respiración forzada.

-De acuerdo, vete a la cama- Dijo sin oponerse. El ya no la miraba, se había vuelto a fijar en la televisión y subió el volumen.

Sin decir más nada la joven se dirigió a su cuarto y se  quedó acostada despierta un buen rato. Era la primera vez que le contestaba de esa manera y al parecer aquello daba resultado, nunca más se dejaría mangonear por aquel hombre ni a complacerlo y cuando alcanzara la mayoría de edad dentro de dos años lo echaría, ya no tendría que aguantarlo más. Pero tuvo que tragarse sus ideas porque al oír la puerta abrirse se incorporó con desesperación y vio al hombre al que llamaba padrino vestido solo en ropa interior.

 

-Que haces aquí ? – Le pregunto la joven asustada. Su padrino no contesto, solo se tambaleo y alcanzo a sujetarse del marco de la puerta.

La obesidad de aquel hombre era aún más repulsiva cuando se lo veía sin ropas. A Alice le incomodaba verlo así pero tampoco quería apartar la vista. Sentía pánico.

 

Vete, vete a tu cuarto, estas ebrio te has confundido de habitación- Le ordeno la muchacha pero el horrible hombre seguía allí apoyado contra la puerta con su cuerpo semidesnudo.

-Estoy ebrio, sí, pero no estoy confundido- Encendió una radio que había cerca y subió al máximo el volumen de una canción que no parecía ser de su agrado.

-Y tú estás demasiado vestida cachorrita- Dijo y se acercó arrojándose sobre ella con todo su peso, la aprisiono contra la cama, forcejearon, los gritos de la joven quedaron ahogados por los sonidos de la radio.

A medida que forcejeaba más se iba quedando sin aliento y ese cerdo parecía ir ganado más fuerzas. Sintió el cuerpo muerto de aquel hombre encima de ella, su gordura le aplastaba los pulmones dificultándole respirar. Lo sentía respirar con agitación en frente de su rostro exhalando los vapores del alcohol, aquel olor le provocaba nauseas. Sentía su asqueroso sudor chorreando y transfiriéndose a su piel. Y su barba espesa raspándole el cuello cuando la besaba y lamia. Su padrino la estaba violando y ella no tenía fuerzas para quitárselo de encima. Lloraba tan fuerte como le permitían sus pulmones aplastados. Los gritos se habían convertido en lágrimas de dolor y desesperación, y por lo que ella recuerda, cuando su padrino se marchó entre esas mismas lágrimas, más tarde se quedó dormida.

A la mañana siguiente despertó entre los pedazos de su vestido rasgado y su cuerpo muy sensible y dolorido, sobre todo sus partes íntimas. Se bañó frotándose fuertemente la piel hasta lastimarse, se vistió casi por inercia y cuando se encontró con su padrino este fingió como que nada hubiese ocurrido la noche anterior.

 

Notas

 

-Maldito infeliz- Dijo Margoh con la voz cargada de ira mientras dejaba el vestido blanco de Melissa tirado en el suelo y se dirigía a otra habitación del departamento.

 

Resignada a no encontrar nada más de interés en el departamento de Melissa se dirigió al refrigerador por algo de bebida.

-Quien sería tan imbécil de descorchar una botella de vino y volver a taparla sin beber ni un trago- Dijo tras encontrar una botella intacta de lo que parecía un exquisito vino rojo y se servía una copa.

Sus ojos recorrían la casa con un sentimiento cercano al desprecio.

-Bonita casa, refrigerador lleno, lindo novio, que buena vida la que llevas- Bebió un sorbo –Hasta ahora-

Palpo su cintura para comprobar que aun llevaba su pistola y tras confirmarlo lamio el contorno de la copa desde el tallo hasta la punta del cáliz con una lengua muy larga, allí donde se había derramado una gota de Merlot rojo. Continuo bebiendo, lamiendo la copa y riendo como si aquello fuese un buen chiste. El brillo escarlata de la copa le recordaba a algo.

 

Notas

 

Alice había llegado a casa muy tarde, como venía acostumbrando desde hace 5 días desde que su padrino la había violado. Sentía una mezcla de odio y terror hacia ese hombre y quería estar el mayor tiempo posible lejos de él y de su casa que solo le traía malos recuerdos y sufrimiento.

-Estas son horas de llegar- Se oyó gritar desde la sala de estar por encima del sonido de la televisión. Alice no contesto.

-Tengo hambre, más vale hoy hagas una buena cena- Le gruño- Vienes arruinando todo lo que tocas desde hace días-

Y era verdad, cuando se encontraba cerca de la presencia de su padrino se ponía demasiado nerviosa y perdía la concentración. La comida se le quemaba o se olvidaba de condimentarla. El recuerdo de lo que había pasado aquella horrible noche la atormentaba.

Una vez lista la cena ambos se sentaron a la mesa.

-Trae una botella que deje en la heladera, es un regalo, quiero que brindemos- Alice obedeció de muy mala gana, no había nada que brindar su vida era un infierno y esa botella de seguro había sido comprado con el dinero de sus padres por ende no era ningún regalo.

-Vamos ábrela, ábrela- Dijo relamiéndose como un perro que va a comer un filete –Bien tú también sírvete- Le dijo al ver que ella había bajado la botella luego de servirle a él.

-Mas, sírvete más, yo te autorizo, está muy bueno- Alice se sirvió más vino pero no pensaba tomarse ni la mitad del contenido. La muchacha no conocía nada sobre vinos, pero los destellos escarlata que emitía desde la copa le hacían pensar que era de buena calidad <<Sigue despilfarrando dinero viejo imbécil, pronto te quedaras sin nada cuando tenga edad suficiente para echarte de aquí>>

-Ahora vamos a brindar, por esta casa y por todo lo bueno que nos ha dado- Alice no podía estar más en desacuerdo pero el sabor del vino no le pareció malo.

Continúo comiendo en silencio, escuchando sin oír como su padrino parloteaba acerca de lo que serían buenos vinos y estupideces que había visto esa misma tarde en la tv.

 

La copa de Alice estaba casi intacta mientas que su acompañante ya se había bebido 2 copas y se servía una vez más –Pero mujer si no has bebido nada- Y la observo con la mirada un tanto perdida. –Debes beber mujer, está muy bueno- Sus mejillas se habían tornado rosadas por el alcohol.

-Brindemos – Balbuceo.

-No hay nada que brindar- dijo Alice en un susurro frio y seco.

-Como que no ? Si eres joven y muy bonita, hay que brindar por ello- Rio como si aquello le causara gracia.

-Hay que brindar por la hermosa mujer en la que te estas convirtiendo, perdón en la que ya te has convertido- Miro a la joven y levanto su copa esperando que ella lo imitara. La muchacha volvió su atención a su plato.

-Oye tu…- Balbuceaba como si su lengua estuviese pegada al paladar. – No seassss… Mírame !!.. Mal educada- Alice cuyo mal humor iba aumentando no dejo de ignorarlo.

-QUE ME MIRES !!- Dijo muy enfadado y le sujeto fuertemente la muñeca.

-Eso te han enseñado tus padres-

-No te atrevas a nombrar a mis padres- Le respondió con el mismo tono de voz.

-Yo  digo lo que quiero soy tu tutor-

-No eres más que un viejo infeliz- Ya se había animado a enfrentarlo no iba a retroceder ahora.

-Cállate puta insolente !!- Dijo al tiempo que se ponía de pie y le propinaba una fuerte bofetada que la hizo caer sentada al suelo.

-Me debes obediencia- Le gritaba desde arriba

-Ahora se una buena niña y sírveme más vino-

Alice se levantó del suelo sin omitir queja alguna, espero a que su padrino se sentara y le sirvió vino en la copa como una buena niña.

-Así me gusta, obediente- Alice vio cómo se llevaba la copa a la boca y por primera vez desde que había sido violada, Alice sonrió. Fragmentos de vidrios acompañaron al delicioso vino que salieron esparcidos por todo el comedor cuando Alice estrello la botella en la cien de su padrino. El hombre se levantó mareado y dolorido a medio entender de lo que había ocurrido. Alice aun sujetaba del cuello lo que había quedado de la botella y lo amenazaba.

El hombre corpulento pareció al final entender que fue lo que lo había golpeado, levanto una silla por encima de su cabeza y se la arrojo a la joven al cuerpo con la fuerza suficiente para quebrarle un par de huesos, que sin duda lo habría hecho si Alice no se hubiese hecho a un lado a último momento, pero al recuperarse ya tenía al hombre encima.

Demian la arrojó al suelo y le sujeto la muñeca de la mano que tenía la botella partida y con esa misma le golpeo en la cara. Alice sintió un fuerte dolor y al gritar dejo caer su única defensa. El hombre corpulento la tenía atrapada como la vez que había abusado de ella. Sentía sus dedos gordos apretando su garganta, apenas podía respirar un hilo de aire. El hombre acerco su rostro ensangrentado y le susurro con voz jadeante

– Esto te enseñara a obedecerme maldita puta –

Con la mano libre comenzó a arrancarle la ropa a tiras. Alice tiraba golpes a puños cerrados pero parecían no  hacerle daño, una nueva bofetada le dejo la cara rígida apuntando hacia uno de sus lados. La mirada se encontraba perdida hacia el vacío.

-Por fin lo has entendido cachorrita, ahora tu cuerpecito será mío- Cuando aparto sus manos para quitarse el cinturón Alice tomo una de las copas que se rompió al caerse y la enterró en el estómago de su atacante, oyó al hombre gritar y gemir de agonía pero aquello no le impidió repetir el movimiento asesino una y otra y otra vez hasta que los bramidos de dolor desaparecieron por completo y el cuerpo dejo de moverse.

 

Poco tiempo después la ropa ensangrentada de Alice se hallaba en el suelo al lado del cadáver del hombre que había asesinado, los muebles de madera estaban apilados bloqueando casi todas las entradas de la casa y las alfombras olían a combustible. Alice se encontraba en el jardín delantero aseada, vestida y con una mochila en sus hombros. Arrojo un trozo de papel en llamas por la ventana que había salido y la cerro.

Una tira adhesiva debajo de uno de sus ojos cubría una profunda herida, allí donde había recibido un golpe con la botella partida que ella misma sostenía. Sentía punzadas bajo el ojo con cada paso que hacia al alejarse de su casa en llamas.

 

Notas

 

Margoh se encontraba acariciando aquella herida bajo su ojo que hace tiempo había cicatrizado cuando un sonido de llaves tras la puerta hizo despertarla de sus pensamientos. – La tontita ha llegado- Dijo en un ronroneo y se colocó escondida tras una puerta.

Melissa abrió la puerta y entro sin la más mínima sospecha de que su seguridad había sido violada y paso por el lado del escondite de Margoh sin percatarse. Se quitó sus zapatos y su bolso y los arrojo al azar, paso seguido abrió su refrigerador y saco una botella de agua mineral que al momento bebió, pero se quedó un momento mirando el interior de la nevera. Guardo la botella, se dirigió a su bolso y hurgo en el interior hasta conseguir sus llaves. Con manos temblorosas busco en el manojo hasta hallar la correcta y se dirigió a la salida sin sus zapatos

<< La maldita vio la botella de vino y sabe que hay alguien aquí aparte de ella>> Obstruyendo el paso Margoh se paró en frente de la puerta de salida provocando que Melissa diera un respingo de susto.

–Tú no te vas a ninguna parte- Le dijo desafiándola, deseando que Melissa hiciere alguna estupidez, lo cual satisfizo cuando ella bien erguida hizo un giro y la derribo de una patada. Parecía más un paso de ballet que un golpe de artes marciales. Melissa buscaba nuevamente la llave correcta al lado de la puerta cuando Margoh desde el suelo saco su pistola y con buena precisión le disparo. Melissa se exalto nuevamente y lentamente busco con la vista el lugar de impacto, y en donde quizás esperaba encontrar sangre localizo una pluma roja, las llaves se le resbalaron de las manos y cayo de rodillas, tras una risa fuera de lugar se desplomo desmayada. Margoh camino rechinando sus botas y tras comprobar que el somnífero realmente había hecho efecto saco su teléfono celular y presiono una tecla.

-Ya la tengo amo, tenemos a las dos gatitas- Dijo con una voz demasiado sensual para la ocasión.

-Perfecto, es hora de negociar con Morghullis-

 

piano y vino

 

margojojs1

Sinfonías Paralelas Capítulo 9 «Melissa»

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Hola de nuevo. Llevo un buen tiempo sin escribir y pido disculpas para quien le interese, antes de seguir con el capítulo 9 voy a ponerlos un poco al tanto con lo acontecido.

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Sinfonías Paralelas Capítulo 1 “Decisiones”

Brand sigue en el teatro donde se está llevando a cabo un concierto nunca antes visto, y aunque nuestro artista ha estado mil veces sobre un escenario para Brand este concierto es un debut.

En todo este tiempo Brand no se ha movido del teatro, solo sus recuerdos vagan hacia el pasado recordando la decisión que lo llevo a estar allí, quedarse solamente con la mujer que lleno de pasión sus noches y de música su corazón.

En este viaje al pasado no solo hay recuerdos de Brand si no acontecimientos que Brand ignora, o ignoraba en aquel entonces. Estos hechos están vistos desde la perspectiva de los otros personajes: Como la enfermedad letal de Melissa y el robo del violín Hueso Dragón cometido por Roxanne.

El “Hueso Dragón”  un condenado violín que pareciera tener vida propia, el cual fue dado como herencia a Brand por su tío Johan Strasorier, un reconocidísimo violinista que murió en un trágico accidente pero que Brand asegura haber sido un asesinato.

Luego de ser robado, el “Hueso Dragón”  fue remplazado por uno idénticamente falsificado.  Tras traicionar y robar a Brand el violín valuado en millones  la ladrona Roxanne fue traicionada ella misma y secuestrada por el supuesto comprador “El Fantasma”.

“El Fantasma” Un sombrío expianista que se ha apodado con ese nombre así mismo. Este carece del sentido de la vista pero no de otras habilidades fue el que engaño a Roxanne para que esta robara el violín y luego secuestrarla para seguir llevando a cabo su venganza. Lo cual no hubiese logrado sin la ayuda de su antigua estudiante Margoh, una muchacha igual de cruel pero no tan centrada que se ha enamorado de su maestro y que abusa de maquillaje para ocultar una cicatriz bajo un ojo.

Dicha venganza es en contra de Brand para hacerlo pagar por las acciones de su difunto tío Johan, que según “El Fantasma” ese hombre le robo a Fiama, la mujer a la cual amaba, y culpa a Johan de la muerte de su enamorada.

Ahora que ya están al tanto volvemos a abrir el telón y que suene la música.

En el teatro…..

Los aplausos se iban desvaneciendo en el salón, una pieza musical había terminado y pronto una nueva la continuaría. Era una pieza difícil de tocar según sabia Brand, no porque tuviese acordes complicados o por que el condenado “Hueso Dragón” no fuese fácil de manipular ya que el que estaba en escena no era más que un violín corriente, una copia del original sin ninguna especialidad sobresaliente. La pieza musical era difícil porque era demasiado triste, y las melodías tristes deben tocarse con los sentimientos aferrados al corazón, así solía decirle su tío.

Aun así, el violinista había pasado demasiadas tristezas en los últimos tiempos, el artista solo necesitaba recordar y su corazón se pondría a tono con la sinfonía. Brand cerro sus ojos y se entregó a la música mientras su memoria hacia fluir sus sentimientos acompañados de una lagrima solitaria, y su pasado se hacía más nítido en su mente.

Notas

Largo días y eternas noches habían consumido las horas de sueño de Brand. Roxanne se había marchado sin despedirse de su departamento y no devolvía sus mensajes ni  llamadas. También estaba la otra mujer, Melissa, aquella a la que no había podido  decirle adiós para siempre, tal vez por cobardía, o tal vez porque sus sentimientos ya se habían aferrado a ella demasiado como para dejarla, o porque no podía quebrarle la ilusión que veía en aquellos ojos, esos ojos tremendamente azules que lo colmaban de paz.

A Brand jamás le había costado  terminar una relación, quizás porque jamás había empezado una, y esa mujer le había hecho sentir emociones que él pensaba que no existían.

Esa mañana, solo en su habitación, Brand murmuraba maldiciones entre sueños y arrojaba manotazos al azar para luego encontrarse enredado entre sus propias sabanas.

Sentía como el corazón  galopaba en su pecho y el sudor le empapaba el cuerpo << Solo ha sido otra pesadilla >> Pensó, aun así observo entre las penumbras de su habitación con los ojos entrecerrados para asegurarse de que su atacante se había marchado junto con el sueño, y que él ya se encontraba en una realidad no más placentera.

Cuando Brand se encontraba exasperado pocas cosas podían traerle tranquilidad. Una de ellas, la más efectiva, era la música. Pero no la música en general, sino la música que emergía del cuerpo de las mujeres. Brand tenía el don de oír melodía en el movimiento de las mujeres, el meneo de las caderas y piernas al caminar, podía oír el compás en la sensualidad, y para poder oírlas mejor y en privado, se las llevaba a la cama para tener un concierto en los placeres de la intimidad.

Pero solo una mujer había logrado colocarlo totalmente en armonía, era una de las dos mujeres que el frecuentaba, era una de esas dos mujeres de las que se estaba enamorando, era la música de Melissa.

A falta de aquella música decidió tocar el mismo algo de lo clásico y de paso hacer ejercicio para calmar el estrés y abrir el apetito para el desayuno, se colocó unos vaqueros sobre la ropa interior y sin más vestimenta que esa se dirigió a su sala privada.

Tras el vidrio de la vitrina lo miraba el condenado violín blanco, pero no iba a tocarlo ahora, ese violín le ponía los nervios de punta en vez de calmarlo. El Hueso Dragón, su nombre original, solía cambiar las notas de la melodía del que lo tocaba lejos de su voluntad, y en el menor descuido las cuerdas te recordaban que eran muy filosas tajeando al usuario uno o más dedos como si mordiera.

<< Hoy día no >> Lo miro y pensó. Tomo uno de sus violines de práctica, lo coloco bajo su cuello, dibujo un arco con sus pies descalzos sobre la alfombra y cada paso y salto que coordinaba le sacaba notas al instrumento. Un paso aquí otro allá y el violín cantaba, un paso aquí un salto allá y el violín rugía, una voltereta un juego de pisadas y el violín se estremecía <<Por que no puedo hacer esto con el blanco>> Pensaba y más se fatigaba. Continuaba girando y lanzando patadas enérgicas al aire sin perder el ritmo y el estilo. Un salto y un giro en el aire lo hacen caer sobre un solo pie y seguir girando, no pierde el control en ningún momento y la música se va tornando más feroz. Sortea pasos al azar improvisados combinándolos con los saltos y vueltas al ritmo que encoje y estira sus piernas como si lanzase patadas, no se es posible saber si está acompañando los movimientos a la música o viceversa, pero es seguro que ambos están sincronizados a la perfección. Un paso aquí un giro allá y el violín cantaba, un giro allá un salto aquí y el violín gemía, usa la flexibilidad de su cuerpo atleta, toma carrera, corre, salta y da una vuelta vertical con el arco sin separarse del violín y este sin soltarse de su cuello. Y sus dos pies estaban de nuevo bailando sobre la alfombra. La ultima proeza termino por dejarlo exhausto, su cuerpo ya se encontraba relajado, pero su mente volvía a pensar en la repentina ausencia de Roxanne, y en Melissa <<Melissa debe saber que nuestra relación ya ha terminado. Lo hare esta noche, más tiempo solo nos hará sufrir más>>

Como si hubiesen escuchado sus pensamientos el teléfono sonó sobre la mesita donde lo había dejado. Era Melissa, pero Brand dudo en atender, aún no había pensado en las palabras, no quería hacerla sufrir antes de tiempo, pero que más remedio había ? sabía que aquello no terminaría bien por más precauciones que tomara. Atendió el teléfono.

-Melissa- Imito una forzosa voz de alegría

-Brand, eh, hola.. co.. Como estas ?- Le respondió aquella voz conocida

-Bien- mintió él –Tu como estas ?-

-Quería verte, esta noche si es que puedes, y si tienes algo poco importante cancélalo-

A Brand le sorprendió oír aquello de la muchacha, sus últimas palabras sonaron con una seguridad que desconocía de ella, la conversación fue breve y culmino con que a las 10 pm en el departamento de él sería el encuentro.

Notas

Brandam desconocía totalmente los protocolos a seguir para cortar con una mujer, el simplemente no contestaba los mensajes ni llamadas por si sus amantes del momento lo molestaban. Por instante pensó si eso mismo no era lo que Roxanne le estaba haciendo a él, luego descarto la estúpida idea, que mujer pretendería dejarlo ? Él era un buen amante, artista talentoso y millonario, ya se ocuparía de Roxanne más adelante, de seguro todo estaría bien.

Melissa llego a su puerta a la hora acordada al abrirla se encontró con una dama de cabello algo más corto un vestido violeta suave, sin mangas y de buen escote, Brand se perdió en él un instante, bajo su vista hasta el final del vestido, tenía como pollera unas siluetas prolijamente dispares que hacia juego con sus ideas y su actual corte de cabello, el vestido no tardó en llegar a su fin y presidian bajo este un par de piernas perfectas, el relieve de su piel brillaba intacto, al parecer ella se había arreglado bastante para esta noche, bajos sus piernas sus pies terminaban en unos sensuales zapatos de taco luciéndola algo más alta, todo a juego con el vestido, sus uñas igual, nunca las había visto tan largas y arregladas, Brand era un buen observador y detallista, lo único que no estaba a juego eran esos hermosos ojos azules que relucían como la noche estrellada.

-Vas a dejarme entrar o comeremos aquí en la puerta ?- Contesto ella con humor picaresco

Brand más que oírla se quedó observando como sus labios pintados se movían –Tenia que asegurarme- Dijo a modo de disculpa -Si no fuera por tus ojos mujer, pensaría que te habían cambiado por otra- Se hizo a un lado con un exagerado ademan de brazo siguió las curvas de sus caderas con la vista de reojo y tras ella cerro la puerta.

La cena transcurrió bajo una charla de lo más estándar. Brand seguía sin conocer cómo se actuaba en estos casos << Debo decirle ahora ? Debemos ir a la cama primero ? Debemos ir a la cama si se lo digo ? Cuando ? Como ? >> Pensaba sin tener la menor respuesta.

Brand se dio cuenta que hace mucho tiempo que estaban en silencio y de pronto el filo del ambiente podría haber cortado las cuerdas de un violoncelo, ambos sabían bien para que se habían reunido y ninguno quería apresurar la situación La cena rápida fue más lenta de lo esperado y ambos platos quedaron sin terminar.

Brand se apresuró a servirle vino pero ella negó con la cabeza –Solo un poco, es un vino muy bueno, créeme- Dijo para evitar el silencio

-No puedo beber nada de alcohol Brand- Le dijo en tono deprimido

-Pero porque ?- Pero ella no se detuvo a explicárselo y el silencio se volvió a prolongar. Los ojos de Melissa parecían quebrarse a la primera palabra, no importaba quien la dijera primero. Su mirada estaba triste y cansada, con grandes rasgos de resigno. Pidió permiso para ir al baño antes de que Brand pudiera empezar a dar excusas improvisadas. Y como fue predicho, la joven dejo un par de lágrimas camino al baño, Brand ladeaba y miraba su copa de vino como si en ella fuese a encontrar las palabras menos lastimosas para decirle

Brand nunca supo que ocurrió con la mujer de ojos frágiles que entro al tocador porque los ojos tremendamente azules que salieron de allí estaban llenos de decisión sin la menor pisca de duda, los acompañaba una mujer atrevida, osada había salido del baño sin más prenda puesta que sus aretes, un collar a juego y una suave y perfecta piel. Brand podía recordar solo con verla el sabor de aquella piel sobre su lengua. Recordaba sus senos, redondos casi pulidos, y su sexo con apenas un atisbo de bello, pero esos ojos, esos ojos eran nuevos, y si el fuego hubiese sido de color azul, hubiese sido de él que ella traía en sus pupilas -Estas demasiado vestido- Le susurro tan pronto se acercó. Sin darse cuenta Brand ya la estaba obedeciendo y su chaqueta nueva ahora alfombraba el suelo. Aquellos ojos estaban clavados en los de él, como ya sabiendo que la dejaría pero ordenándole que no hable.

<<Esa mujer está dispuesta a conquistarme ahora mismo>> Supo Brand, y esperaba con todas sus fuerzas que lo lograse << No sé qué hacer, si tú lo sabes hazlo >> fue su deseo. Ella fue la que lo condujo hacia la cama, dejando una estela de ropa formal de hombre tras su paso -Recuéstate- Le propuso, Brand no encontró objeción. Déjame a mi amarte esta vez- Brandam contesto con silencio y mirada cálida <<Ámame como nunca me has amado, quiero oír tu cuerpo como nunca lo he oído antes, enamórame hasta dejarme perdido>> Le imploraba en silencio <<Hazme perder el temor a quererte, sácame de mi infierno>> Y pareció que la muchacha le había entendido, porque lo beso con una pureza que hizo enfriar su cabeza y encender su corazón -No te muevas, déjame a mi amarte- Y lo tomo, sujetaba la masculinidad de su hombre entre sus manos, empezó a acariciarlo hasta llevarlo a una placida tortura, su cuerpo se estaba llenando de sensaciones y sentía la sangre arder dentro de sus venas, tanto que hasta le costaba seguir el hilo de la melodía.

La mujer de ojos nuevos tenía sus dedos en torno a su erección y los movía como si bailaran. Se acercaba despacio para rodearlo con su boca también, la conducta de la muchacha lo desconcertaba, jamás se había portado de esa manera pero no estaba en condiciones de pensar, cada tanto la mujer volvía a bailar con sus dedos sobre el cuello de su miembro, y por otros momentos eran sus labios y su lengua  la que seguía la danza… Brand tenía los ojos cerrados, ya no distinguía lo que ella hacía, solo se dedicaba a dejar que se lo hiciera. De repente sintió que las revoluciones de su corazón aumentaron, no soporto seguir en penumbras y abrió sus ojos sorprendido. Ella estaba jugando muy rápido con su fragmento de cuerpo

-Espera, detente no sigas- Reclamo, ella no obedeció -No, basta- La melodía en su cabeza estaba acelerada y se hacía confusa.

Ella torcía su cuello y lo observaba, solo pareció obedecer cuando ella así lo quiso, y lentamente se acercó a él y lo introdujo en su sexo húmedo. Su interior era tan cálido, tan placentero que podría morir dentro de ella. Y así lo hizo .Su cuerpo entero exploto, sus piernas y brazos temblaban, sus oídos internos ensordecieron la música para dar lugar a un sonido más dulce, el canto del orgasmo de Melissa. Exploto aun con el dentro y se lo hizo notar a gritos, su voz sonaba hermosa. Ella se desplomó sobre él y allí se quedó. A través de sus parpados agotados podía ver en el espejo que enfrentaba la cama, las curvas de ella continuaban las de él, y si ambos cuerpos ya eran bellos, al estar juntos rompían el límite de lo precioso, ella se hacia la dormida sobre él, el sentía la sonrisa de ella sobre su pecho. El recupero su aliento, ella sus ojos cálidos.

Notas

A la mañana siguiente por alguna estúpida burla del destino Brand se encontró pensado en Roxanne. Melissa era demasiado maravillosa para él, tarde o temprano la haría sufrir, No era un hombre bueno, no era un hombre para ser amado. Y con esas ideas corrió suavemente a Melissa para quitar su brazo sin despertarla, se levantó de la cama y una vez vestido se dirigió a su gran salón.

Paso antes por la cocina y se sirvió un buen vaso, esta vez de wiski, era demasiado temprano pero no quería estar del todo sobrio para cuando Melissa despertase y tuviesen que hablar. Luego de llenarlo por segunda vez se dirigió al salón donde sin moverse y como esperándolo yacía ese amargo violín blanco tras el estante de vidrio. Giro la llave y lo abrió, solo para seguir observándolo, y sentir como el estrés que se había quitado de encima por la noche volvía a acumularse en ese instante. Hizo ademan de cerrarlo pero una voz lo detuvo.

-No lo cierres, quisiera verlo de cerca- Le pidió la mujer que había amado esa noche, al voltear vio que ya traía puestas sus ropas salvo los zapatos.

-Melissa, quisiera que hablemos- Dijo Brand con el valor que logro juntar gracias al trago.

-Puede esperar, me dejas verlo ?- Contesto restándole importancia, le arrebato el wiski de las manos y sorbió un buen trago.

-Melissa es importante, tu y yo….-

-Puedo tocarlo ? dicen que soy buena- Interrumpió ella  a adrede terminando la frase con otro sorbo que casi agota el contenido del vaso.

-Pensé que no bebías- Se notaba por las muecas de su expresión que el wiski no era su habito.

-Déjame tocarlo Brand- Insistió – Prometo que no se desafinara- Suplico la joven, fingiendo un mal ejemplo de una sonrisa de «estar todo bien»

-No- Espetó el violinista

Las pupilas azules de la muchacha se inundaron y él sabía que aquella insistencia era solo una excusa para prolongar lo inevitable, Melissa sabía que Brand iba a dejarla ahí mismo.

-Por favor- Propone nuevamente -No pasara na.. – Su voz se quiebra en el dolor antes de terminar las palabras y las lágrimas se hacen incontrolables para ambos.

<<No quiero que ese condenado violín te haga daño>> Pensaba Brand para sus adentros <<Tampoco quiero hacertelo yo, tienes que dejar que te abandone>>

Las miradas punzaban en el corazón, y Brand no pudo más que masticar su enojo hacia sí mismo.

-Toca, con mucho cuidado- Le dijo al fin, más que a permiso se lo dijo a suplica-

Sin demoras Melissa coloco bajo su cuello el violín legendario, endemoniado e indestructible, Brand se sentó en un sillón cercano y le pidió en silencio al instrumento que no lastime las manos de esa hermosa mujer. Y la magia comenzó a sonar en toda la habitación.

La muchacha tocaba parada muy recta, era una dulce y triste melodía, Brand tardo un buen rato en reconocerla y mucho más en concebir lo que oía, porque esa interpretación era imposible, esa música jamás se había oído salir de un violín, ni de ningún otro instrumento. Melissa podía tocar en el violín la música que cantaba su cuerpo. Los sentidos de Brand quedaron perplejos, desorbitado ante la idea << Como es posible que lo haga ?>> Aguzó su oído y no encontró duda, era la misma música que había oído horas atrás en su cama mientras le hacia el amor. Luego de ello la muchacha quizás alentada por los efectos del wiski comenzó a dar pasos de baile como los hacia Brand cada vez que tocaba, se movía y giraba como imitándolo. La melodía al salir del violín parecía danzar al compás del cuerpo de la joven

<< No solo sabe tocarla, también puede bailarla>> Pensaba fascinado.

No podía pensar si ella lo hacía a propósito cuando estaban en intimidad o como y porque, no era importante ninguna otra cosa más que no fuese verla y oírla tocar. Casi podía ver como la melodía bailaba a su lado como una sombra paralela, con pasos de baile independiente pero respetando los mismos tonos, tiempos, y silencios de la música.

Sin el menor aviso Melissa dejo caer el violín al suelo con gran estrepito, hizo amago de apoyarse en el expositor de vidrio pero tiro el vaso casi vacío al suelo y al romperse su cuerpo se fue tras el desplomándose.

-MELISSA !!- Grito y se arrodillo ante ella tratando de animarla, la arrodillo y no dejo de darle golpecitos en las mejillas y pronunciar su nombre a gritos hasta que ella abrió los ojos y contesto.

-Estas bien ?-

-Solo me he desmayado, estoy bien, suele pasarme cuando bebo- Su voz sonaba extremadamente cansada

-No te levantes aun, nos quedaremos así hasta que te sientas con fuerzas-

La muchacha asintió conforme –Te ha gustado lo que he interpretado ?- Brand no quería hacer hablar a Melissa hasta que se sintiera bien pero la duda era más fuerte que él

-Sí, mucho- Afirmo mientras le media el pulso

-La compuse para ti- Y noto que el alcohol hablaba por ella –Lo hice porque te amo- Brand no supo cómo responder a ello –La había comenzado a componer hace mucho tiempo pero luego de que llegaste tú a mi vida supe como terminarla, tú me inspiraste- Sus labios se curvaban en una sonrisa somnolienta –Hasta invente un baile para acompañar la melodía, el doctor dice que es bueno para mi enfermedad- Aquello lo tomo por sorpresa

-De que enfermedad me hablas Melissa ?-

La muchacha esquivo la mirada de Brand hacia el suelo y comenzó a llorar.

-No, mira lo que he hecho ? el violín se ha roto, el gran Hueso Dragón se ha astillado- Brand sabía que aquello no era cierto, el Hueso Dragón no se astillaba, era irrompible, el mismo lo había azotado contra las paredes, los vidrios de una ventana, un lujoso y costoso piano y hasta lo había arrojado al fuego sin hacerle la menor marca pero al bajar su mirada comprobó que no mentía, una de las clavijas de afinación se había quebrado, otra se había separado y los vidrios del vaso que no habían llegado a lastimar a Melissa habían rasgado la tapa frontal. Oyó a Melissa balbucear bajo el llanto disculpas y menciones de que ella lo pagaría y que tenía contactos donde lo podían reparar pero Brand no le prestaba la menor atención, el Hueso Dragón se había roto, eso no era posible a menos… Y en cuestión de segundos Brandam Morghullis comenzó a atar cabos, como es que Melissa no se había cortado con las cuerdas, como es que el violín no había alterado la melodía que acababan de oír y el porqué de que Roxanne no devolviese sus llamadas. El Hueso Dragón había sido robado.

-ROXANNE !!!!!!!- Grito a todo pulmón olvidándose por completo que Melissa se encontraba arrodillada a solo centímetros de él.

-Roxanne ? Hay otra mujer verdad, por eso no me quieres ?- Brand miro su rostro empapado de lágrimas y se detuvo en sus ojos con la decisión en los labios

-No, ya no más, tú eres mi única mujer Melissa-

ojos azules llorando

Shatter me

El Lobo y el Conejo

Su mirada estaba embelesada en ella, que yacía tendida sobre su cama, sin más abrigo que los pliegues de las sabanas al azar, sonriente y lánguida por los efectos de la acción. Tan exhausta como deseosa

Su aroma reflejaba el sabor de su cuerpo, un aroma y sabor al manjar de una presa recién cazada, aun latente bajo los colmillos

 

<< No fallezcas aun tierno conejito >> Pensó… << Antes de enterrar mis dientes dentro de ti, saboreare lentamente la miel de tus entrañas >>

 

La bestia arrastra su lengua por toda la humedad de su dulce sangre, la victima tiembla de pánico, el depredador, impetuoso, toma su larga oreja, la chupa y la bebe, pero no hay ninguna mordida brusca como lo espera la presa, al cabo de unos instantes la presa ya no tiembla de miedo. Pero se retuerce ante el confuso tacto del lobo

 

<< Voy devorar tu carne conejo >> Pensó sin soltarlo .. <<De la misma forma en la que estas devorando mi cordura >>

 

Su pelaje se suaviza, su carne se relaja y el lobo sabe que es el momento exacto de entrega, exacto para humedecer su hocico dentro de su premio.. Jugoso y sabroso premio

 

Un premio que, dolorosamente gira su lastimado cuello y planta cara a su carnívoro cazador, lo mira a los ojos y lo sostiene.. De pronto, urge en ganas de ser devorado, lenta y tortuosamente como le viene prometiendo… << Quiero ver tus ojos cuando me devores y al final muera>> Decreta la presa sin soltar palabra alguna, su asesino asiente tras leer sus intenciones en sus enormes pupilas .. <<Quiero que te apresures a demorarte.. Mátame! pausadamente, mátame! solo cuando ya no quede más carne por devorar >>

 

Y así se lo concedió, una muerte lenta bajo el magnífico espectáculo de sus ojos negros, los mas feroces y enormes que jamás había visto… fue lo último que vio, luego de que su entorno, su sangre, e incluso el lobo se desvanecieran en una nube de oscuridad espesa .. Aquellos ojos seguían allí, observándola más allá de la vida y de la muerte.hombre-lobo-aullando

SinfoníasParalelas   Capítulo 8 «Antifaz de Ladrona»

Tarde pero volvi, esta vez escribiendo desde la perspectiva de Roxanne

Si es la 1ra vez que entras hace click aca asi no agarras la historia empezada

 

Sinfonias Paralelas Capitulo 1 Decisiones

 

Si te pinta escucharlo con musica dale click aca para que acompañe tu lectura

 

7:27 am Roxanne apagaba el despertador antes de que sonara y optó por meditar en la cama sus 3 minutos extras.

Aparto las sabanas de un tirón y desnuda como se encontraba se dirigió hacia ventana, la abrió de par en par y respiro del aire que no tardó en invadir la habitación y cubrir su piel en un dulce y fresco escalofrío.

 

Las calles de París se encontraban vacías, los demás vecinos dormían, el mundo entero dormía, excepto ella, le agradaba pensar que era la única.

 

Adoraba el aroma del aire del 7to piso, y la sensación de frescura que dejaba en sus labios al inhalar. El aire era más limpio allí, no la basura que respiraban los simples mortales de los pisos más abajo.

 

Uno de los placeres que más adoraba era dormir desnuda y sobre todo sin compañía, solo las sábanas tenían permitido tocar su piel durante su sueño, no deseaba sentirse atada a nada ni a nadie, no se mezclaba en trabajos donde tuviese que convivir con otros colegas y mucho menos se enredaba en romances, le gustaba pensar que era totalmente libre e individual y que solo ella tomaba las decisiones sobre su vida.

Trabajaba sola, y la seducción la utilizaba solo como una herramienta, aunque de vez en cuando tenía sus necesidades.

 

Ser una ladrona y una oportunista era la forma de vida que mejor se adecuaba a sus intereses. Se colocó unos shorts, un top deportivo, y un pequeño monedero en forma de conejo de peluche con una oreja rota y todo maltratado que había puesto como llavero. Tomó un rápido desayuno y salió a las calles de París por unos minutos de ejercicio.

 

 

Notas

 

Eiffel sonaba a todo volumen en sus auriculares, ella acoplaba el ritmo de su trote a la música.

La Place des Voges siempre estaba desolada a esa hora. Iba por la segunda vuelta al perímetro de la plaza cuando comenzaban a aparecer indicios de vida humana. Colegialas de polleras diminutas, camisas en las que no le entraban los pechos, mochilas y enormes moños color rosa, una enorme contradicción entre el deseo de ser princesitas por siempre viviendo en su burbuja de fantasía y las hormonas inquietas queriendo conocer la buena carne masculina. Como ese tipo, ese que corría a la par de su Bull Terrier. La sudadera blanca de mangas cortas, ese buen par de tanques de oxígeno que tenía de brazos y la cabeza rapada lo hacían verse como una copia a gran escala de su perro, aun así a Roxanne le dieron ganas de llevárselo a casa de mascota, colocarlo en cuatro patas y hacer de él un perrito fiel y obediente.

 

Una típica anciana adinerada abrazada a su perro de cartera venía en contramano al recorrido de la joven deportista, adornada con tantas joyas y mal combinadas que parecía que se hubiese estrellado contra una vidriera de Tiffany & Co.

<< Le sobran joyas, no me vendría mal precalentar mis otras habilidades por si acaso >> Pensó, pero al instante recordó que ya no se dedicaba a eso, nunca más, sus capacidades ahora apuntaban a objetivos superiores, ya no eran sólo para evitar el hambre.

Su rutina fue completa pero ligera para no cansarse demasiado. Flexiones, abdominales, estiramiento, el ejercicio le permitía mantener su mente clara, controlada y sus nervios fríos y firmes.Nada debía fallar. Esa misma noche era la noche del robo,  todo lo que  venía a continuación debía ser perfecto.

Un vagabundo demasiado abrigado para el clima con una campera gris oscuro de unos cuantos talles más grande y con la capucha puesta estaba sentado en uno de los bancos alimentando a una que otra paloma.

El asqueroso mendigo no paraba de mirarle las nalgas y los pechos. Cuando termino las flexiones el vagabundo había cambiado de lugar a un banco más cerca de ella. << Maldito pervertido, te gusta lo que ves ?>> Quizás fue instinto o solo paranoia pero sintió los ojos muertos del Fantasma clavados en ella. Decidió acercarse al banco con la excusa de atar su tenis deportivos y comprobarlo.

-Bonito día no ?-

El mendigo pareció ignorarla, su rostro estaba demasiado oculto, por lo que Roxanne improviso.

-Sabe dónde puedo encontrar un almacén cerca de aquí ?- Exhibió su dentadura en una falsa sonrisa.

El mendigo dobló su cabeza hacia ella lentamente, solo se veían sus ojos fríos asomándose bajo la sombra de la capucha. El hombre sin hogar hizo caso omiso a la pregunta y se limitó a extender su mano en favor de dinero. Roxanne respondió apartándola de un manotazo, pero el tipo la agarró del brazo y la tiró de espaldas contra el banco, subió sobre ella e intentó besarla, o morderla, quien sabe.

Ella luchaba por sacárselo de encima, le dio un buen golpe con su rodilla en la entrepierna que hubiese paralizado de dolor a cualquiera pero no tuvo efecto, su rostro estaba muy cerca del suyo. Roxanne tardó en entender que llevaba una cantidad de delineador excesivo alrededor de los ojos, se veían crueles y hambrientos, pero de qué ?

Lo extraño es que no olía a alcohol, ni a putrefacción dental, ni a suciedad, no olía a vagabundo, no tenía el mismo olor que el hombre que abusaba de ella cuando aún era débil. No olía a nada, o más bien, olía a mujer.

Logro darle con la rodilla en el abdomen, el hombre dejó escapar el aire de sus pulmones acompañado de un chillido agudo de dolor, y Roxanne tuvo las fuerzas para apartarlo de una patada y hacerlo caer.

-Maldito cerdo degenerado- Dijo y lo pateo unas cuantas veces más en el suelo antes de voltear camino a casa. Sus auriculares se habían roto, había hecho más ejercicio del que había planeado y sus nervios fríos se habían visto alterados. Giro una vez más para disfrutar la escena del pervertido agonizando en el suelo y la sorpresa fue que este ya se encontraba caminando en la dirección contraria sin el menor indicio de haber sido apaleado.

 

Notas

 

Camino a casa recordó las palabras que le había dicho el Fantasma hace tiempo atrás, la habían intimidado demasiado aunque ella se negaba a aceptarlo.

<<“Eres una vulgar ladrona. Yo soy bueno desafiando y superando, así que ahora soy mejor estafador que tú.”>>

-Como si un pianista ciego pudiera ser mejor ladrón que yo-

 

<<”Recuerda bien que si te atrapan te mataré, si intentas huir te mataré y si por un segundo tratas de engañarme suplicaras que te mate”>>

 

-Jamás sospecharas que ya tengo un nuevo comprador y antes de que te des cuenta estaré demasiado lejos-

<<”Me gusta mucho el sabor de las fresas, sobre todo cuando el sabor proviene de labios suplicantes”>>

 

Acompañó sus pensamientos con la imagen del Fantasma chupando repulsivamente el hielo del vaso. Eso la hizo asquearse y enfurecerse,  aunque no quería reconocerlo, eso también le asustaba.

 

-La última persona que me obligo a suplicar ahora es carne de gusanos, no te recomiendo amenazarme estúpido infeliz-

Al sacar las llaves de su departamento noto que su llavero ya no estaba – Merde!! – Masculló. No tenía mucho dinero pero era el único objeto sentimental que conservaba.

<<Ese malnacido vagabundo debió tomarlo, o lo perdí durante la lucha>> Ya no importaba, su futuro valía mucho más que su pasado.

Un mensaje interrumpió sus pensamientos en voz baja. Miro su celular, un par de minutos se alejaban de las 8 y 30 Am era un mensaje de él.

Se encontró sonriendo estúpidamente a la pantalla, y se sorprendió de la inexplicable alegría y el calor en sus mejillas que le habían causado unas simples palabras.

 

De: Violinista

Hare de su piel mi cielo nocturno y pondré en él un beso por cada estrella que nos observe esta noche.

 

Rta:

Idiota, has logrado sonrojarme. Espero que cumpla, mire que tengo las estrellas contadas.

 

De: Violinista

Entonces le prometo perder la cuenta y volver a comenzar.

 

<<Es un tonto pero me gusta>> Pensó  <<Lastima que esto acabe tan pronto>>

 

Rta:

La poesía de sus palabras agita el corazón y los demás sentidos que se encuentran atrapados en mi cuerpo, desbocados por salir.

 

De: Violinista

Suya… es toda mi poesía… Ladrona de mis deseos.

 

Roxanne agitó la cabeza en negación ante ese último mensaje.

<< “Ladrona” mala elección de palabras Morghullis, has hecho que la poca magia que había en mí se acabe >>

Roxanne le siguió el juego pero esta vez con pocos ánimos

 

Rta:

Más le vale hacer real esa promesa, soy una mujer pretenciosa, de gran apetito sexual y de poca paciencia.

 

De: Violinista

Lo sé, eso mismo canta la música de su cuerpo

 

Roxanne secó el sudor de su frente sin apartar la vista del mensaje y frunció su ceño como si eso le ayudara a entenderlo.

Se rindió y se decidió por darle una respuesta rápida y cruda.

 

Rta:

Estaré en tu departamento 9:30 pm a más tardar, llevaré yo algo para beber ya que tus gustos por el vino son espantosos.

Arrojó el celular a un sillón y se dirigió a la ducha.

 

Una vez que estuvo bajo el agua caliente sus pensamientos se centraron en el plan, detallando pasa a paso el robo del legendario violín. Pero al poco tiempo su cuerpo se llenó de sensaciones, el agua caliente la ponía de muy buen humor, no siempre había tenido la posibilidad de ducharse con esa comodidad, o de vivir sola en un departamento rentado, o de irse a dormir sin el estómago vacío. El agua caliente más que nada le recordaba lo lejos que estaban esos amargos tiempos y que ya nadie le obligaría a hacer nada que no deseara.

 

Sus pensamientos vagaron hasta los recuerdos de aquella vez que compartió una ducha y unas cuantas caricias con su víctima. Aquellas manos varoniles abrazándola desde atrás, enroscándose en su vientre, manos fuertes pero cuidadosas, enjabonando su cuerpo, deslizándose suavemente por su piel, llenándose con sus pechos.

Los labios de su pobre víctima, sedientos de placer, bebiendo a besos el agua de su cuello, su erección apoyada en la base de su cadera.

 

Eso y el agua al palpar su cara la hacían estremecerse y excitarse a la vez.

<<Será un ingenuo, pero sabe muy bien como complacer a una mujer >> Su excitación se trasladó de sus recuerdos al momento presente, y no pudo evitar evocar a Brand a su fantasía, dejó escapar un gesto de placer y las gotas de lluvia repiquetearon en sus ojos cerrados y en sus labios entreabiertos. Comenzó a enjabonar su cuerpo innecesariamente retorciéndose bajo su propio tacto imaginándose allí con su violinista

<< Has logrado ponerme de muy buen humor chico ingenuo, esta noche será la última, haré que valga la pena por el precio millonario que te toca pagar >>

 

 

Notas

 

La noche llegó pronto, a la luna llena de aquel último encuentro ahora le faltaba un bocado.

Roxanne arrojó la corbata al suelo de la habitación y ya le estaba desatando el cinturón, le había metido la lengua en la boca para provocarlo, había buscado dentro de su ropa interior para sacarle el miembro….

 

-Espera- La detuvo –Despacio, quiero que esta noche no se termine, tengo promesas que cumplirte- Se metió dentro de su boca invadiéndola con perversa suavidad, por primera vez ella estaba sintiendo un beso con todos sus detalles, el verdadero sabor de aquellos labios, eran dulces, su aliento fresco, el perfume escapándose del cuerpo de su hombre. El hombre le pellizco con sus dientes el labio inferior, mezquinando el placer brusco que ella deseaba y alimentándola de lujuria hasta el éxtasis… Sus instintos le pedían más fuerza, mayor rapidez pero Brand la amonestaba y repetía –Despacio- Volvió a besarla – Esta noche serás mía, a mi ritmo y melodía-

Recorrió con su lengua su garganta hasta el lóbulo de su oreja y lo chupo, y se detuvo a chuparlo un rato más.

 

<<Aaaah no me hagas eso >> Pensó, pero por dentro no quería que se detuviera, la sensación de agonía era adictiva.

Le resultaba  increíble que una caricia tan simple la hiciera estremecer de esa forma, nadie la había puesto jamás en ese estado de necesidad. El sexo siempre había sido tosco y simple, y ahora frente a este hombre su corazón se estaba desbocando.

 

Sintió el calor que traspasa las ropas como si no existieran. Brotó una urgencia por hacerlas desaparecer y al mismo tiempo la necesidad confusa de prolongar la agonía.  Retardar el momento en que las pieles se encuentren sin nada que se interponga entre ellas. La necesidad de tocarlo piel con piel.

Brandam le soltó las tiras de su vestido, ella sintió la tela deslizarse por su piel y cosquillear en sus pezones antes de  que tocara el suelo, se sorprendió de lo sensible al tacto que estaba.

 

Y tal como lo prometió, sus besos estaban llenándole la piel, cubriendo cada espacio, milímetro a milímetro. Sin la menor prisa… Colmándola de emociones.

 

Una contradicción entre el deseo por tenerlo todo y de seguirlo deseando eternamente como algo prohibido. La anticipación, el conocimiento de saber exactamente como lo sentiría dentro de ella. Al mismo tiempo sentir como si toda la experiencia fuera completamente nueva… como descubriendo un regalo que no se esperaba.

 

Sin darse cuenta Roxanne ya había entrado en su juego, estaba amándolo al ritmo que Brand la llevaba. Su víctima se había convertido en victimario. Ella le había otorgado el control sobre si, no quería pensar en nada… Solo dejarse guiar por él.

Una a una las prendas puestas fueron cayendo al suelo, revelando dos figuras hermosas queriendo fundirse en una sola. Por primera vez Roxanne se sintió intimidada en su desnudez, despojada de ropas, de ambiciones, de deseos de poder. Ya no quería devorarse al mundo, solo quería devorarlo a él.

 

Acariciaba el cabello de su amado mientras lo invitaba al calor de sus pechos. Y a su sabor.

La idea era totalmente absurda pero sentía los labios de Brand posados en su corazón, como si amagase a morder una fruta. Luego sintió sus labios deambular en todo su cuerpo al mismo tiempo… Sabía que  eso era imposible… pero así lo sentía…Lo sentía visitar su boca, su cuello, sus senos, bajar por su vientre, su ingle, sus piernas y lo que hay entre ellas.

 

Sin darse cuenta como ni cuando, estaba acostada en la cama, enceguecida de pasión.

Su perfecto hombre acompañaba aquellos besos con dedos inquietos, dejando caricias como una pluma. Recorría con labios, dedos y lengua, dejando su marca en lugares a quien nadie más ha llegado jamás.

Ella también probó de su sabor,

Lentamente tratando de controlar su desesperación, hasta olvidar su propio nombre… El real y el falso que estaba adoptando.

 

La calma con la que la trataba la desesperaba… Pero las ansias hacen al momento más deseado y más placentero.

Sintió como poco a poco su hombre se deslizaba dentro de ella, humedeciéndola aún más.

Ya había estado dentro de ella muchas noches… Pero esa vez, la sintió como si fuese la primera… Rodeada de su piel, de su perfume, del peso de su cuerpo sobre el suyo, unidos en comunión perfecta… Ella lo anhelaba por fuera y por dentro.

Alcanzó la liberación y sintió todo su cuerpo explotar, no solo ahí debajo donde siempre lo había sentido… Sus piernas estaban temblando… Un poco menos que su corazón.

Lo sintió explotar a él también, quizás por pereza o cansancio, pero él no se apartó de dentro de ella.

 

Se quedó dentro de su cuerpo… Dejándolo completo sin espacios… Lo más cerca que se puede estar un ser de otro… Inmóvil… Anclado a ella.

Cuando por fin se apartó, se quedó en silencio a su lado perdido en sus ojos.

 

-Hermosa canción la que toca su cuerpo- rompió el silencio al fin. Roxanne no entendió, tampoco le preocupo entender, ya nada le preocupaba, sólo se limitó a abrazarlo y sonreírle… Esa vez su gesto fue legítimo.

 

<< Merde!! Las estrellas formarán una constelación con nuestras figuras en honor a lo que este hombre me acaba de hacer>>

 

Notas

 

Sucedió dos veces más aquella noche. Hubiese habido una tercera si Roxanne no lo hubiese dormido con cloroformo para evitar que despertara.

 

-Lo siento mucho, realmente lo siento- Dijo, besó su mejilla y se dirigió a la sala en donde se encontraba el Hueso Dragón

Y allí estaba en su vidriera, flamante, inmaculado, pulcro y sin mayor seguridad que una cerradura cuya llave ya tenía una copia en sus propias manos.

 

 

Colocó la llave en la cerradura pero vaciló antes de girarla.

<< No necesito los millones que vale este violín >> Pensó

<<Puedo quedarme con este hombre y compartir sus millones, ya no tendría que seguir huyendo ni cambiando de nombre>>

Había trabajado y esperado demasiado por ese gran golpe. Pero allí estaba su paga, brillando en blanco marfil, y no le apetecía en lo más mínimo.

<<Pero debería adecuarme a sus reglas. Es su dinero serán sus reglas>>

-No, debo seguir- Pensó en voz alta para convencerse.

<<Podría ser tan malo acostumbrarme a él ? A compartir mi piel con la suya por las noches luego de contar estrellas ?>>

-No, esta es mi forma de vida, me va bien así. No la cambiare por él ni por nadie-

 

Dejó caer su mochila al suelo, no fue difícil convencer a Brand de que en ella traía “cosas”  de su trabajo y que por la mañana muy temprano debía empezar su rutina laboral. Honestamente no le había mentido. Saco de su mochila una réplica exacta del Hueso Dragón, y hasta venia incluido el arco.

 

Giro la llave pero en lugar abrirse con el clásico “Clac” juro haber oído la nota de un violín y la cerradura no abrió. Intentó por segunda vez y esta vez el sonido fue más claro, Roxanne miró en todas direcciones, no vio nada, y la llave seguía a medio girar dentro de la cerradura. Maldijo al cerrajero por hacer una copia barata y optó por las clásicas ganzúas. Con toda su paciencia y habilidad colocó la ganzúa y un objeto afilado en la cerradura y cuando estuvo a punto de hacer coincidir el último código la ganzúa se rompió y otra vez algún violín chillo. -Merde!!- Maldijo << Esto me está volviendo loca, definitivamente no es mi día >>

Y un segundo intento con ganzúas y esta vez fue exitoso. Reemplazó los violines con tanta urgencia que el rompio el cierre de la mochila. No le agrado lo mas minimo la idea de ir por las calles con un violín valuado en millones así tan expuesto, pero no tenía más remedio que dejar la mochila a medio cerrar. Inconsciente por la prisa cerró la vidriera con llave, sin problemas, solo por curiosidad intento abrirla de nuevo con la misma llave, y vio que funcionaba sin dificultad. –Maldita suerte la mía-

 

Se dirigió con su mochila cargada a la habitación donde había pasado su única noche de mil maravillas, Su víctima aún dormía bajo los efectos de la droga. Lo beso en la mejilla y murmuró

-Lo Siento Brand, debo estafarte en vez de compartir la vida contigo. Hubiese sido fantástico, lo siento, no soy buena para ti-

Lo besó en los labios y con su mochila repleta de millones en oro blanco se marchó.

 

Toco el botón del elevador que no tardó en llegar, el 13 le pareció un número divertido <<Ya he tenido demasiada mala suerte hoy, qué más podría pasarme ?

Las puertas se abrieron al llegar a la planta baja, solo para cerrarse de golpe tras ella justo entremedio de su espalda y la mochila, atrapándola. Tiró para liberarse pero solo consiguió una mochila vacía, el instrumento se habia safado, lo oyó caer y rebotar, y el ascensor retornaba al piso 13.

Golpeó con violencia en vano los botones del ascensor, incluso el ascensor adyacente pareció desobedecer la orden. Un monitor de seguridad al lado de la puerta le mostraba la figura del violín solitario apoyado en pared contraria a las puertas, como si el hijo de puta estuviese de manos cruzadas tras su nuca.

 

Su buen estado físico le permitió no desmayarse al subir una gran cantidad de escalones corriendo. << Solo Brand vive en el piso 13, no puede haberse despertado, no ahora >> Llegó sin aliento al último piso y encontró su recompensa, mirándola desde la pared del ascensor, solitario. El violín hacía rebotar una ráfaga de luz del techo como un espejo, justo a la altura de los ojos de Roxanne. Tuvo que utilizar ambas manos para proteger su rostro de la luz al acercarse. El haz de luz fue encogiéndose a medida que las puertas volvían a cerrarse. Un nuevo tono de violín sonó, o quizás fue que el cansancio la había vuelto loca.

 

De cada cuatro escalones la joven atleta pisaba uno al bajar. Un practicante de parkour no podría haberlo hecho más rápido. << Maldito aparato. Habia funcionado bien anteriormente, tenia que volverse loco justo ahora ? >> Antes de que toda la ráfaga de luz volviera a consumirse tras las puertas al cerrarse la muchacha cabreada hizo uso de toda la fuerza bruta que puede tener una mujer. Con brazos y piernas alcanzó a formar una traba humana contra la abertura, colocó al Hueso Dragón en su mochila, logro reparar el cierre de un tiron y se dignó por abandonar ese maldito lugar, no volvió a oír sonidos extraños.

 

Caminando camino a casa con su premio seguro tras su espalda, decidió que al llegar tomaría un merecido descanso para aniquilar la fatiga. Demasiadas cosas extrañas le habían ocurrido últimamente, empezando por el vagabundo degenerado que intentó abusar de ella y la pérdida de su último recuerdo material de su escaso pasado feliz.

Concentrada en sus pensamientos golpeo a alguien con su hombro al pasar, no se interesó por pedir disculpas y ni siquiera por voltearse a mirar.

 

-Señorita- Le dijo una voz – Se le ha caído algo-

Cuando bajó su mirada al suelo reconoció esa oreja cortada y el pelaje sucio y maltratado de su monedero de peluche. Al levantar la vista confundida oyó un disparo muy silencioso y algo en su abdomen comenzó a dolerle… frente a ella estaba el vagabundo encapuchado con un arma apuntando en su dirección, sólo que bajo esa ropa  esta vez se encontraba una mujer… con una excesiva cantidad de delineador en contorno a sus ojos. << Jajaja usa antifaz >> Pensó, y estúpidamente comenzó a reír, lo cual  supuso que era lógico ya que a la vagabunda pareció resultarle gracioso también.

Bajo su mirada hacia su abdomen y encontró un dardo con una ornamentada pluma roja en su punta, de esos que se usan en películas con animales salvajes, le pareció bonito, las piernas se le entumecían y se dejó caer de rodillas… Se sentía ebria, también le resultó cómico y desencadeno otro ataque de risa.

Las risas se fueron desvaneciendo… El mundo se fue oscureciendo a su alrededor… Se sentía muy cansada… Se acostó al lado de su conejo y lo abraso.

-Duérmete- Sonó otra vez aquella voz entre sueños –Pronto llegará la parte donde suplicaras que te matemos- Oyó a la voz reír.

-Tú y tu trofeo vendrán con nosotros-

Con su última voluntad de lucidez abrazo más fuerte a su conejito <<Debí quedarme en la cama contigo Brand, debí quedarme a tu lado>>

 

 

 

encapuchado-5conejo roto

 

SinfoníasParalelas   Capítulo 7 «Corazón Herido»

Bueno este capitulo esta visto desde el punto de vista de Melissa. La verdad fue muy dificil meterse en el corazon y la mente de una mujer, sobretodo cuando hay un violinista en pelotas dando vuelta por la casa que te quiere comer con cucharita.

Un capitulo un tanto triste, les dejo musica si les pinta sino lean en silencio

Y si es la 1ra vez que entran vayan aca asi no agarran la historia ya empezada

Sinfonías Paralelas capitulo 1 «Decisiones»

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Melissa esperaba aburrida en la sala de espera de su doctor. Odiaba los controles rutinarios, una y otra vez las mismas preguntas, una y otra vez las mismas respuestas, pero más que todo odiaba las nuevas noticias, siempre eran malas o eran falsas esperanzas.

-Sta. Cherry Berry ?- Llamo la secretaria –Su turno, el doctor la espera-

 

Nada más entrar al despacho el doctor Ozán la saludo cordialmente y le ofreció asiento. Un estante lleno de libros en una esquina, un esqueleto de utilería, o tal vez fuese real, colgaba como una marioneta, una decena de títulos en palcas doradas y plateadas relucían en la pared detrás de él. Todo aquello adornaba la oficina del doctor. << Tan profesional y tan poco que puede hacer por mi>> Pensó Melissa, ocultando su desanimo tras una amable sonrisa.

-Cómo has estado estos días Melissa ?-

<< Muriendo un poquito más cada día >> Fue lo que pensó

-Bien- Fue su mentira.

-Has sentido mejoras ?-

<< Ni la más mínima>> -Algo-

-Has estado tomando tus medicamentos en tiempo y forma ?-

<< No >> -Si-

-Has estado haciendo ejercicio ?-

<< Si tomamos como ejercicio el insípido ballet >> -Si-

 

-Solo responderás con monosílabos Srta. ?-

Melissa exhalo un suspiro de fatiga <<Me siento igual que la última sesión, y que la anterior, y la anterior a esa>> -No sé qué más quiere que añada doctor ?-

-Lo que sea estará bien. Has estado fumando ?-

-No- <<Aunque que importaría ?, que podría pasar si se me da por empezar a fumar ahora ? Enfermarme más ?>>

-Has bebido alcohol ?-

-Solo una copa-

-Llena ?-

<< Lo suficiente como para hacerme caer de rodillas al suelo y en brazos de un hermosísimo violinista>> El recuerdo la hizo sonrojar.
-No, solo un poco-

-Sabes que no puedes beber ni siquiera un poco, es peligroso en tu estado avanzado- Amonesto el profesional –Has hecho tus actividades recreativas ?-

-Sí, he estado tratando de componer algunas partituras pero la verdad no me ha ido muy bien y lo deje-  << Sigo sin entender como eso puede ayudarme>>

-Has tenido relaciones sexuales ?- La pregunta la tomó por sorpresa, y sus mejillas se fueron tornando rosadas a medida que pasaban los segundos sin contestar.

<< Nunca antes me lo había preguntado en las otras sesiones y justo ahora se le ocurre>>

 

-Sí, conocí a alguien- Dejo pasar un breve silencio -Nos estamos conociendo- Era notorio que la pregunta la incomodaba.

-Que tan seguido tienen relaciones ?-

Melissa movía sus labios sin dejar salir sonido alguno.

-Sé que es algo personal la pregunta pero es por tu salud- Se disculpó el médico. Entrelazo los dedos y se quedó observándola a la espera de una respuesta.

<< Claro que es personal, a ud que le importa ? >>

-El silencio se estaba tornando incómodo para ambos-

-Melissa necesi…

-El suele estar muy ocupado, nos vemos cuando él puede- Interrumpió rápidamente ella.

-De acuerdo no más preguntas, solo recuerda que tu situación es muy delicada, los filamentos de tu corazón están muy divididos en pequeñísimas partes, si se rompen será un infarto inmediato. Sigue con tus ejercicios, no abandones los medicamentos, sigue con tus recreaciones y por lo que más quieras no fumes y no bebas. Nada ni un poquito, abstinencia absoluta-

<< Menos mal que no me pidió abstinencia de lo otro. Extraño mucho a Brand>>

-Tengo buenas noticias para ti Melissa-

<< Buenas noticias de verdad o falsas esperanzas como siempre ?>> -Dígame por favor, lo escucho-

-Hemos encontrado un corazón compatible-

La noticia realmente la hizo poner de buen humor, sus ojos se llenaron de estrellas y se humedecieron hasta que dos lágrimas simétricas corrieron por sus mejillas y la alegría se vio reflejada en su doctor. No pudo evitar abrazarlo y darle enormemente las gracias.

-Aún falta un detalle importante Melissa- Le informo su médico – Sabemos que el corazón es compatible, ahora necesitamos hacerte unas pruebas para saber si tu cuerpo soportara el tratamiento post operatorio, pero eso es lo de menos-

-Gracias, no esperaba esta noticia, realmente gracias-

Lo abrazo nuevamente como alguien que se aferra a la vida

-Viviré doctor, viviré-

-Claro que lo harás niña, ahora acompáñame por favor, debemos hacer las pruebas y esperar los resultados-

 

Notas

 

 

Melissa arrojo su bolso a uno de los sillones, fue hasta su heladera para buscar algo que beber y encontró una botella de un buen Malbec en la puerta.

-No esta vez – Se dijo -Debo cuidar mi corazoncito antes de que se vaya- Le hizo una mueca a la botella y tomo otra botella de agua mineral. Lo próximo a arrojar sobre un sillón fue su cuerpo entero. Dejo caer sus tacos en el piso, poso sus delicados pies desnudos sobre el respaldo del sillón y exhalo todo su agotamiento en un suspiro.

Hacía ya varios días que Brand no le devolvía las llamadas << Ser un violinista famoso consume demasiado tiempo >> Se dijo en sus pensamientos. Melissa no se atrevía a molestarlo, sabía que nunca sería fácil encontrar el momento para estar juntos. Pero ese día ella rebosaba alegría y quería planear una cena romántica en su departamento y luego hacer el amor con el hombre del cual se estaba enamorando. Estiro su mano lánguidamente hacia su cartera sin apartarse de la sinuosa posición raramente cómoda en la que se encontraba sobre el sillón. Se estiró lo más que pudo, dio un grito de susto,  tumbada en el suelo y empapada de agua mineral comenzó a reírse de su propia caída. Tuvo que buscar su celular junto con las demás cosas en el suelo que había desparramado de su cartera. Osada y feliz selecciono el número de Brand y lo llamo.

 

*  *  *  *  *

Melissa terminaba de encender la última vela y acomodar las servilletas. Sobre la mesa, una botella de delicioso Noah para él y agua mineral para ella misma. Un vestido estilo greco de un brilloso azul Francia contorneaba su silueta y exhibía sensualmente su espalda, escote y sus piernas firmes hasta las rodillas. Mostrando la cantidad de piel exacta y dejando el resto oculto a la imaginación.

Zapatos a juego con el vestido, de tacos altos con plataforma y una fina tira con hebilla rodeando y sujetando sus tobillos.

Aros mariposa plateados colgaban de sus orejas rosando su esbelto cuello.

 

Fue un tanto sorpresivo para Melissa que Brand aceptara sin rodeos encontrarse en el departamento de ella. Brand siempre prefería que fuese en el de él, pero esta vez acepto sin hacer muchas preguntas << Mejor que no haya sido curioso, así la cena será toda una sorpresa >>. Pero Melissa si era demasiado curiosa por naturaleza, y las palabras de Brand en el teléfono la habían mantenido intrigada toda esa tarde << Cuando dijo que quería hablar con migo habría sido porque extrañaba nuestras charlas sin sentido o querrá hablarme de algo en particular ? >>. El sonido del timbre la exaltó y la aparto de sus pensamientos, por suerte ya todo estaba listo. Fue hasta el espejo de cuerpo completo, acomodo bien su vestido a su cintura y caderas. Se vio a si misma hermosa y delicada, sonrió nerviosa y se apresuró a abrir la puerta.

Tras la puerta se encontraba su apuesto hombre, alto y erguido, las ondulaciones de su cabello acariciando sus hombros firmes, su barba completamente afeitada, toda su cara lucia más joven, redonda y lisa, un rostro perfecto. Camisa blanca impecable y un chaleco sobre está ajustando su pecho sobresaliente. Melissa dibujo una enorme y hermosa sonrisa en sus labios en respuesta a la presencia de su hombre. Brandam pareció serio al principio pero luego le devolvió la sonrisa aun sin entender a que se debía tanta formalidad.

-Te ves…. hermosa- Concluyo él

-Tú también, siempre-

-Estamos festejando algo y no me he enterado ?-

-Estamos festejando que cenaremos un rico provenzal boeuf  comeremos polos de helado de postre y luego nos daremos mucho cariño en la cama-

Brandam esbozo una sonrisa que casi al instante apago. Melissa supuso que fue porque el comentario lo incomodo un poco ya que ella nunca hablaba en ese modo. La cena resulto muy satisfactoria, Brand casi no hablaba pero prestaba atención a todo, era ella la que tenía la  lengua suelta esa noche. Él le ofreció vino y ella lo rechazo con sutil respeto. Hubo muchas risas, aun así no se sintió en confianza para hablarle de su visita al médico, no le pareció prudente. La noche era perfecta.

 

Notas

 

 

Los platos sucios habían quedado en el fregadero y se habían salteado el postre, los amantes tenían asuntos más urgentes que atender.

-Cómo quieres que te ame esta noche ?- Le propuso a la dama

-Mmmm sorpréndeme, quiero algo nuevo, algo que siempre recuerde-

-Justamente  en este cajón…- Dijo mientras se levantaba y comenzaba a abrir cajones al azar -… O era en este ?  Tengo algo que recordaras como tu propio nombre- En el tercer cajón pareció encontrar aquello que buscaba. – Aquí esta-

-No estoy muy convencida pero tratare de recordar mi pañuelo gris por el resto de vida-

Brand soltó una carcajada desafiante – Yo te aseguro que no lo olvidaras, y no podrás volver a ver un pañuelo gris sin sonrojarte-

Ella acepto su desafío y dejo que su amado le vendara los ojos. Luego de eso el juego de caricias comenzó.

Y suavemente con cada beso iba despojándola poco a poco de su vestimenta hasta que solo quedaron sus aros.

Melissa tendida y entregada a sus caricias trataba de adivinar donde caería el siguiente beso, y cada vez que se equivocaba la sorpresa la excitaba más. Brand jugueteaba besando y saboreándole la piel, luego le daba leves soplidos en la misma zona. Calentando y enfriándole la piel. La sensación era deliciosa y muy divertida. Cada toque la hacía erizarse.

Sentía su perfume, su aroma masculino propio de él mezclado con una fragancia dulce. << Huele tan bien >>

De repente lo sintió alejarse

-Dónde vas ?- Estiro su mano hacia el sin encontrarlo

– No. Te. Muevas.- Reprendió él – Ya regreso –

En la oscuridad  y sin el toque de su Brand cada segundo le parecía una eternidad, la ansiedad y la curiosidad la impacientaban demasiado.

Luego de lo que le pareció un perpetuo  instante un sonido de envoltura metálica al romperse delato la presencia de su amado.

-Tan rápido vamos a usar protección ? Pensé que todavía tenías ganas de jugar – Dijo desanimada.

-Oh si que tengo ganas, y muchas- La voz de Brand sonaba a pocos centímetros de ella

– Y esto que estoy desenvolviendo no es protección- Se oyó más envoltura metálica y el sonido de los labios de Brand al besar, pero Melissa no sintió toque alguno en su piel – Esto que tengo aquí es otra de las cosas que no podrás volver a mirar sin sonrojarte-

Sintió el cuerpo de Brandam trepar sobre ella y sentársele a horcajadas.

<< Mmm ya se ha desnudado >> Supo al sentir su piel lisa y suave tocar la suya.

-Ahora quietecita – Volvió a reprenderla – Mmm estas muy caliente, esto te va a sentar muy bien-

Un beso fresco la tomó por sorpresa, se apodero de su boca e inundo su lengua con sabor a chocolate.

El hombre se aparto de sus labios, ella sintio una lengua fría bajar hacia sus pechos y una lengua mas calida seguir el mismo camino.

-Quieres ?-

-Si-

-No te daré nada- Negó posesivo y volvió a chupar el helado –Esta demasiado bueno para compartirlo-

-Dame!! Quiero helado- Reprocho ella

-No, es mío, y tú también, esta noche serás mi postre Melissa-

Oír su nombre en aquella voz melosa provoco que sus pechos se endurecieran, eso y el helado girando en torno a sus pezones.

Su cuerpo tiritaba por el tacto frio, y luego se retorcía cuando era atacada con labios hambrientos. Untaba su piel con helado, lo soplaba encima para enfriarle un poco más la piel, y luego lo bebía de su cuerpo. << Siento como si me estuviera comiendo, es excitante >>.

El camino gélido fue bajando más. Rodeo y cruzo por entre sus pechos, se deslizo por su estómago y se detuvo para besar y lamer su ombligo. Melissa sabía que su camino no terminaría allí, eso la excitaba hasta la locura. Bajo un poco más hasta llegar a su destino. Sentía el delicioso frio quemar en su sexo, el helado se movía de un lado al otro, girando, cubriéndola allí por completo, bañándola de chocolate y de deseos impetuosos. Lo oyó besar una vez más el helado y luego sus besos estaban sobre ella. Solo con su  lengua recorría y saboreaba a la mujer desde los muslos hasta su ingle, una y otra y otra vez hasta hacerle perder el juicio por completo.

-Esta ud muy sabrosa Srta. Incluso más que el helado-

A pesar de la situación esas palabras lograron sonrojarla

Su lengua experimentada se había vuelto más traviesa e invasiva, lo sintió dentro de ella, bebiendo de ella y devorándola apasionadamente. << Este hombre me va a consumir hasta dejarme seca >> Pensó mientras arqueaba su espalda y acariciaba el cabello de su amado en respuesta a la sabrosa agonía.

-Quieres probar algo aún más excitante-

-Que ? Existe algo más excitante que esto ?

-Tu solo sujétate bien fuerte-

Sin darle tiempo a pronunciar una respuesta Brand la levanto de la cama y Melissa quedo de pie, aun cegada por la venda en sus ojos. Sintió como Brand la sentaba sobre sus hombros y la elevaba hacia el techo.

-No, no, no, no – Comenzó a gritar la joven asustada – Me voy a caer, Brand bájame-

-Te caerás si te mueves, así que quédate quietecita como te dije y no te quites la venda-

Aun con todo el miedo que sentía acepto la idea, confiaba plenamente en ese hombre. Brand no tardo en retomar la tarea que había comenzado. El efecto de temor se fundía con la proximidad al orgasmo. Era una sensación que Melissa jamás había probado y la inundaba de placer. Su corazón herido latía como si fuese a salírsele del pecho, por instantes se congelaba, y volvía a latir a todo ritmo. Solo cuando intimidaba con Brand su corazón volvía a sentirse sano, era la única actividad rigurosa que su corazón soportaba. << Mucho mejor que el aburrido ballet >>

Su cuerpo era todo sentimientos, euforia y desenfreno << Lo amo, amo a este precioso hombre más que a nada>> La habitación no tardo en colmarse de suplicas y gemidos de mujer.

 

*  *  *  *  *

Ambos cuerpos desnudos se abrazaban uno al otro. Con sus brazos y con sus miradas. Melissa adoraba el calor de Brand, su cuerpo nunca se sentía tan cálido como cuando estaba junto a él, quietos y abrazados después de hacer el amor. Aquello la hacía muy feliz.

Brand le acariciaba su nuca tamborileando sus dedos sobre los huesitos sobresalientes de la columna de la dama y con su otra mano zigzagueaba un dedo de derecha a izquierda por su espalda << Se piensa que soy un violín, que tonto >> No pudo evitar soltar una risita.

-Debo irme- Dijo él.

-Ahora ? Apenas son las 12 am, quédate con migo esta noche-

-No puedo, no, no debo, ya es tarde-

-Pero por qué ?-

Brand no hizo ademan de responder solo negó con la cabeza esquivando la mirada.

Melissa empezaba a preocuparse

-Hice algo que..-

-No interrumpió él, la noche estuvo fabulosa, lo has hecho todo más que bien- Roso su mano sobre su mejilla y le dio un beso casto en los labios de esos que ella tanto adoraba.

Melissa lo observaba vestirse mientras pensaba sin éxito miles de escusas o argumentos que hicieran que su amor no se marchara. Pensó en decirle “Te amo” pero casi al instante lo descarto. << No puedo confesarle cuanto lo amo, se asustaría y me tomaría por loca y.. >>

-No te levantes, se dónde está la llave- Como único recurso se levantó desnuda de la cama y lo abrazo con todas las fuerzas que su cuerpo le permitían, y un par de lágrimas de tristeza se escaparon de sus bellos ojos. Él apenas correspondió su abrazo.

-Volveré a verte pronto ?- Sollozó.

-No, no lo sé- Respondió sin ánimos.

Melissa lo entendió, dejo caer su abrazo y lo dejo marcharse. Titubeo antes de abrir la abrir la puerta, apoyo su cabeza contra la madera, luego de unos segundos mascullo una maldición y se fue.

<< Ese hombre me va a dejar, me va a dejar >> Comprendió y se quebró en llantos, se sentó en el borde de su cama, su pobre corazón le dolía a punzadas, física y emocionalmente. Se sentía desgarrada por dentro. Tironeo de las sabanas hasta poder envolverse en ellas y abrazo sus rodillas contra su pecho.

-Me va a dejar, me va a dejar – Repetía – Brand no me quiere, me va a dejar-

Su teléfono celular vibro sobre la mesita de luz. Tardo en contestar, era el número de su doctor.

-Hola ? Melissa ?-

-Hable-

-Ya tenemos los resultados de los estudios, disculpa la hora pero pensé que era importante que lo supieras cuanto antes-

-Diga-

-Tu cuerpo está demasiado frágil, no soportara el tratamiento post operatorio, lo siento-

Melissa respondió solo con silencio.

-Pero desearía que cuanto antes vinieras al hospital para..-

Ella corto la llamada sin oír el resto, se levantó y se dirigió hacia la heladera – Brand me va a dejar- Dijo una vez más y destapo su botella Malbec.

 

violin cena

 

 

sexo ojos vendados

ojos1yv

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sinfonías Paralelas Capítulo 6 «Sentimientos Paralelos»

Bueno perdon por la demora, no escribi antes por que he estado enfermo y demás excusas..

Gracias a la queja de mi extenso publico femenino (?) que criticaba que en el capitulo anterior casi no le había puesto sexo ni romantisismo… Ahora se las pongo chicas  Este capitulo tiene de todo …. Ninfomanas!

Si es la primera vez que entras, hace click aca asi no agarras la historia empezada

Sinfonias Paralelas Capitulo 1 «Decisiones»

 

Asi que ya saben, si les pinta denle play al video para que la musica les acompañe su imaginacion y disfruten

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Brandam rehacía el nudo de su corbata frente al espejo mientras ella ajustaba los cordones de su bota.

-Apurando- Ordenó ella – Que en menos de 10 minutos el gran violinista debe salir al escenario- Declaró burlona y arrogante mirando fijamente a los ojos de su amado a través del espejo. –No quisiera estropear tu gran debut mi querido-

-Con una mujer como tú apoyándome que podría salir mal?- Devolvió la mirada con la misma sensualidad. Ajustó su corbata contra su garganta y giró su cabeza para encontrarla a ella fuera de espejo. –An-dan-do- Vocalizó y se inclinó para tomar el falso violín blanco.

Llegaron detrás del telón tomados de la mano.

-Esta es la parte en donde nos separamos querida-

-Y cuál es la prisa?  Aún nos sobran 5 minutos-

-Pretendes que te haga el amor en 5 minutos mujer?-

Se hizo sonora en ella una risa cargada de picardía –Y que te hace pensar que vas a durar tanto tiempo?-

-Estar sobre un escenario es una tarea agotadora y…-

-Y tú temes no soportarlo- interrumpió ella colocando su índice sobre los labios de su hombre-

Él se soltó de su leve agarre y le mordió el dedo por encima de la uña, con fuerza pero sin hacerle daño, ella exhaló una queja y frunció los labios haciendo pucheros.

–No – Le dijo desafiándola – Temo que tu no lo soportes- Dejó caer el instrumento al suelo y la sujeto por su cintura acorralándola contra la pared de madera con la brusquedad justa para no lastimarla.

– 5 Minutos, solo tenemos 5 minutos-

Ella se estaba mordiendo el labio inconscientemente, él lo separo con sus dedos para encargarse él mismo de esta tarea.

Ella le desprendió su cinturón, y él, la imitó. Una vez que estuvieron protegidos ella lo tomó entre sus dedos y no tardó en guiarlo hacia su lugar feliz.

Ambos exhalaban y respiraban pasión.  Sus caderas zigzagueaban de atrás hacia adelante, de arriba hacia abajo, en círculos. Infiltrándose y alejándose de su interior. Una y otra vez. Lenta y suavemente, luego con mayor urgencia.

Él se movía con ritmo acelerado y ella se dejaba llevar por él.  Manifestando gemidos mudos en cada embestida. Ambos alcanzaron la liberación al mismo tiempo fundiéndose el uno en el otro en el calor ardiente de sus miradas.

–Sabes cuánto te amo Brand?-

-Y yo a ti?- La besó castamente en los labios sin apartarse de su cálido interior y la abrazó contra su pecho.

– No soportaría verte morir otra vez-

-No volverás a pasar por ello te lo prometo- Le respondió avergonzada – Ahora mi querido, es hora de actuar-

 

 

 

El telón se abrió revelando a la estrella del concierto en el medio del escenario, violín y arco en mano listos para tocar.

La pieza musical comenzaba, alegre y melódica como si alentara a un ejército de guerreros a marchar hacia la batalla, tambores de fondo acompañaban la acústica, y la estrella acompañaba todo con pasos de soldado, alzando las rodillas lo más alto posible. Las notas del violín aceleraban de a ratos, como si fuese a estallar en cualquier momento a un ritmo más enérgico y poderoso.

Las esculturas de ángel y demonio habían sido cambiadas de posición. Ya no se enfrentan entre sí, sino que estaban apuntando hacia el público. La hoja de la espada del ángel no tenía el mismo brillo que al inicio, ni el mismo filo, y la piel también se notaba distinta. El rostro del demonio estaba oculto bajo el yelmo, eso suponía una ventaja con la que el pobre ángel no contaba. Sería la estatua perfecta si no fuese porque el hacha estaba sujeta por la mano incorrecta. La atención del público no pesaba en ellos, aun así Brandam amaba la perfección y en su debut no debía fallar nada. Brand noto que nacía una gota de sudor y corría por el maquillaje blanco del ángel. Las notas aceleraron a más no poder y al llegar a su límite la melodía estalló junto con unos artificios en el fondo del escenario y las estatuas se miraron, cobraron vida y sed de batalla. A pesar de ser de utilería el acero de las armas era real, y un poco de pólvora untada hacía que soltaran chispazos con cada choque. Ambos actores eran robustos así que no se les dificultaba blandir las armas y cargar con fuerza contra su adversario. La canción del acero se fusionaba con la del violín. Brand recordó otra batalla, en la que dos mujeres sin conocerse peleaban por obtener su corazón, y el solo pudo dejar ganar a una de ellas y dejar a la otra con la triste derrota. y sus recuerdos comenzaban a fundirse con la realidad.

 

 


 

 

 

Brand manejada por las calles mojadas y desoladas por la lluvia en dirección a casa de Melissa. Los efectos del alcohol pesaban en sus reflejos y las imágenes del horroroso espectáculo que había dado en su departamento atormentaban su mente. El público susurrando a sus espaldas, sus sirvientes huyendo tras sus gritos, el Hueso Dragón ardiendo sin arder en la chimenea. Su tío estaría totalmente decepcionado de él. Jamás llegaría a ser un Maestro en Cuerdas.

Brand no acostumbraba a frecuentar a sus mujeres en otro lugar que no fuese su departamento. Esta vez no pudo evitar hacer una excepción. Era muy de madrugada, la lluvia era de un frio cortante, para nada amistosa, pero se había encargado de ocultar el rastro de sus lágrimas. Brand no se apartó de la puerta hasta que Melissa, confundida, la abrió para él. Cuando lo hizo lo encontró empapado y ahogado en desesperación. Brand no dio muchas explicaciones, solo la tomo entre sus manos y le dio un beso de esos que cortan la respiración sin decir ni siquiera “Hola”. Por un momento Brand pensó que ese beso duraría más que la lluvia y la noche juntas. La calma lo abrazo íntegramente,  sintió como el peso de la ira, la vergüenza y la impotencia le corría cosquillando en su espalda, y se desvanecía bajo sus pies. Ese peso que había estado presionando sobre sus hombros un par de horas atrás. Se sintió incluso sin el peso de su ropa mojada, se sintió desnudo, pero no expuesto ni desprotegido. Melissa aparto su rostro del suyo solo para observarlo, sus ojos terriblemente azules eran la paz absoluta, se veía tan hermosa y pura. Se unieron nuevamente en un beso y solo recién allí la puerta se cerró tras ellos.

 

 

La mañana llegó demasiado pronto y los sorprendió jugando bajo las sábanas, todo era risas, besos y cosquillas, y más besos. Una ranura de luz se coló por la ventana entre dos cortinas e hizo que los ojos de la dama brillarán en un celeste encantador. Brand, acostado sobre ella, pero sin descargar todo su peso, disfrutaba su pequeño espectáculo privado.

-Mira- Apunto Brand a la ventana y luego con el mismo dedo le toco el entrecejo -El sol te está buscando, debe haber confundido tus ojos con el cielo- Ella soltó una carcajada y él la aprovechó para besarle la sonrisa una y otra vez mientras ella jugaba a no dejarse besar. Al final ella perdió. Y un juego distinto, con menos risas y más caricias dio comienzo.

 

La ropa de Brand ya se había secado, al menos lo suficiente para volver a ponérsela. Ella desde la cama, exhausta, le suplicaba que se quedase un poco más, él, podría haberle cumplido su antojo, pero no quería, no debía. Brand siempre había tenido relaciones libres, nunca duraderas. Jamás había conocido una mujer como Melissa, tan buena, tan frágil, no quería lastimarla. Sentía miedo de amar y de que lo amen. Pero su melodía era demasiado hermosa, él adoraba sentir su piel fresca y sus suaves latidos cantando sobre su pecho luego de hacer el amor, no podía apartarse de ella.

-Lo siento pero debo irme, tú también deberías levantarte, ya es media mañana-

-Y hacer que?-

-No lo sé, no trabajas, o estudias, o algo?-

-Ni la una, ni la otra, ni la tercera- Sus ojos azules se oscurecieron, entristecidos.

-No te ibas ya?-

Brand dudo en darle un beso de despedida, pero al final se decidió en hacerlo.

-No te levantes, sé dónde está la llave, nos veremos pronto- Le dijo, y se alejó.

 

 

 


 

 

Una nueva semana había comenzado, la misma que estaba a punto de terminar. Brandam estaba acabando su sándwich de atún en la esquina del bar cuando un mensaje de texto llegó a su casilla.

De: Roxanne

A dónde vas a llevarme esta noche guapo? En el caso de que ya tengas planes cancélalos. Ya has quedado conmigo 😉

La insolencia de esa mujer y la forma en la que tomaba todo lo que quería no dejaba de sorprenderlo, y de fascinarlo.

De: Brandam

Que te hace pensar que cancelaria mis planes solo para estar contigo?

De: Roxanne

Apuesto a que te estas comiendo un sándwich de atún en ese bar aburrido y que esos son todos tus planes para esta noche.

De: Brandam

Pues no, da la casualidad de que si tengo otros planes y no son para nada aburridos.

Mintió, aunque poco esperaba que Roxanne se lo creyera.

De: Roxanne

Pues cancélalos. Ya no deseo salir, tengo algo más divertido en mente, estaré en tu departamento antes de las 12, espérame con algo de comida decente yo llevaré el vino :*

Brand no paraba de sonreírle como idiota a la pantalla del celular. << Esta mujer es tan impredecible, tan indomable. No puede hacerme perder la cabeza de esa forma con unas simples palabras por SMS. Me encanta >>

-Desea algo de postre Sr Morgullis?- Le dijo una voz simpaticona.

Brand estaba agradecido de que no fuese la moza acosadora de siempre. La música de esa mujer era alegre y divertida pero no demasiado tentadora, además esa noche lo esperaba una sinfonía ardiente como acero de fragua.

-Tráeme la cuenta junto con dos helados de agua en palito, solo eso-

 

 


 

 

Ella mantenía una mano contra sus pectorales, presionandolo contra la cama, sentada a horcajadas sobre él como si fuese un semental a domar. Sus piernas, tan largas como peligrosas se enroscaban en torno a él como una trampa. Grilletes de lujuria que sentenciaban placer sin escapatoria La música de esa mujer sonaba como mil violines tocando a la vez. Quizás si estuviese más borracho lograría comprenderla mejor. Estiro la mano para alcanzar la botella de vino desde la mesa de luz pero ella más rápida la tomo antes y se la negó. Sin dejar de contonearse sobre él como una llama que danza agitada por el viento. Bebió un sorbo besando y chupando el pico de la botella sin importarle que buena parte del líquido se derramara por sus pechos y empapara su vientre.Dejó la botella en donde la había tomado, sujetó a Brand por el cabello, duro y firme, y lo beso como si no hubiese probado una boca en siglos. Los labios de ella sabían a delicioso tinto, el lápiz labial de fresa no estaba mal pero el sabor del Borgoña en su boca era un paraíso en el infierno. Ella arqueo su espalda hacia atrás ofreciendo sus pechos, brillaban en un bordo perlado como uva madura y Brand no pudo evitar perderse en su sabor, era aún mejor que beberlo de sus labios y parecía embriagarlo más y más, Podría quedarse allí besando y chupando sus pezones endurecidos hasta olvidarse de la existencia del mundo. No estaba seguro de si era el vino, o el movimiento ondulante que hacia ella al follarselo, o la melodía inteligible de su cuerpo en llamas pero Brand se sentía cada vez más excitado y despojado de raciocinio. Esa mujer lo estaba torturando y asesinando a puro placer. La mujer dejó de abalanzarse sobre él, apuntó su rostro hacia el techo estirando su largo cuello, y gritó un interminable gemido. Ella lo sujetó fuertemente de sus brazos fornidos y en el instante de su liberación el violinista pudo oírla con muchísima claridad, la melodía de su orgasmo. << Le daría miles de orgasmos solo por oír su cuerpo cantar asi >>.

Se apartó de él, bebió un sorbo de vino y le hizo señas de que no se levantase.

-No he terminado contigo Morgullis- Dio otro sorbo – Tu ya me has bebido demasiado, es mi turno de beberte yo a ti- dejó caer la botella vacía y se deslizó como una gata hacia él, una cazadora trepando por sus piernas. Lo tomo entre sus manos, lo apoyó en sus labios y luego lo froto suave como si fuera a pintarlos con Rush, luego lo rodeó con su boca. Brand dejó escapar un gemido, mitad dicha, mitad agonía cuando ella lo chupó con fuerza. Brand sabía que no tardaría demasiado en alcanzar la liberación él también, pero a la vez no lo quería. Sabía que después de terminar llegaría el momento de paz, y de esa mujer quería todo menos la paz. La paz ya la conocía en otra mujer.

 

 


 

 

El sonido del hierro al chocar trajo a Brandam a la realidad, ese sonido era más estrepitoso que el del violín, incluso se podía oír las armas cuando se blandían en el aire. El demonio lanzo un ataque hacia el pecho del ángel, este se agacho a tiempo para esquivarlo y le devolvió un revés con el espadón al tiempo que su adversario se reincorporaba para frenar el impacto con su hacha. El ángel, mucho más alto, aprovecho esta ventaja y lo embistió dando golpes consecutivos por encima de los hombros de su oponente, quien no podía hacer más que frenar los ataques y soportar. Sonidos metálicos y chispas colmaban todo el escenario, El público estaba petrificado de tanta sorpresa y admiración. La melodía tras apaciguarse estaba volviendo a subir el ritmo. Un choque de aceros hizo que las armas quedasen trabadas a la altura de sus estómagos, y los guerreros fingían no poder desprenderlas. La estrella corrió en su dirección y salto haciendo una pirueta sobre el puente que habían formado las armas entre ambos luchadores, haciéndolos caer como si les hubiese dado golpe divino y la pieza musical estalló otra vez.

Un tajo hacia sus pies, un salto, una estocada, un giro y la estrella esquivaba otra amenaza de sus agresores. Los actores sabían que no debían atacar por encima de sus rodillas, ese era el límite y parecieron entenderlo bien << A estos muchachos tendré darles una paga extra >> Pensó Brand. Y el espectáculo continúo.

Ambos guerreros atacaron al mismo tiempo al anfitrión fallando nuevamente y sus armas quedaron apoyadas una sobre la otra. La estrella se paró sobre las hojas de hierro, un pie en cada una. Sin parar de tocar y tras una leve señal hacia ellos levantaron sus armas con fuerza y el artista voló alto por sobre sus cabezas y giro boca abajo unos segundo, alarmando al público hasta caer de pie y continuar sin irrumpir la pieza musical.

El demonio acometió dando zarpazos contra el ángel que en cuanto detenía un golpe ya tenía encima el siguiente. La espada parecía gritar con cada golpe, tan feroz era la batalla que a Brandam se le olvidaba por momentos que no era en serio. Las armas sonaban cada vez que se encontraban. El demonio logro colocar al ángel de espaldas y dejo escapar un grito bien actuado cuando una de sus alas fue desprendida de un tajo. La estrella ya no tenía más trucos, era demasiado peligroso intervenir en aquella batalla tan acalorada. La victoria parecía ser del demonio pero el ángel se incorporó lanzando un revés, giro y lanzo otro más y la espada bailaba en sus dos manos formando arcos, ahora era el demonio el que debía impedir que el acero lo acariciara. Logro frenar el primero, el segundo pero no tuvo fuerzas para impedir el resto, y cayo de rodillas derrotado. << El bien siempre triunfa >> pensó Brand en silencio << Al menos en la fantasía>>. El ángel se colocó tras su enemigo y cuando este estuvo listo, de un golpe seco le separo el cuello de la cabeza y un yelmo vacío rodó sobre la pista. El público se alzó en aplausos y la estrella no pudo evitar unirse a la ovación.

 

 


 

 

Hacía ya bastante tiempo que Brand frecuentaba a sus dos mujeres, tan distintas una de la otra. Una de ellas una rosa de cristal, hermosa y frágil, la otra una gata en celos envuelta en llamas. Demasiado distintas, dos sinfonías que no podían mezclarse y Brand no quería liar más su vida de lo que ya estaba.

Ambas lo hacían sentir un hombre, mucho más que ninguna otra mujer que se haya cruzado en su cama, ellas se habían cruzado en su corazón. Pero si su corazón decidía no podría dejar marchar a ninguna. Decidió ser objetivo, si fracasaba sufriría solo, no deseaba hacerle daño a ninguna, aun no se sentía listo para amar y para ser amado, y no podía arriesgarse a amar un corazón tan frágil y quebrar el brillo de aquellos alegres ojos azules. Debía encontrar la manera menos dolorosa de cortar con Melissa.

angeldemon azul1 en llamas

 

Sinfonías Paralelas Capítulo 5 «El Fantasma»

Bueno gente aquí de nuevo, esta vez les traigo un par de personajes nuevos y una que ya conocían. Para que se ubiquen cronológicamente este capitulo  transcurre  mucho tiempo después de que a nuestro violinista se le desata la cadena y quiere hacer mierda el violín contra toda superficie que se le cruza… Denle play al vídeo, lean y disfruten.. Si votan no me enojo, en serio.

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La luna brillaba Hermosa en el cielo, eso fue lo que oyó decir, para él la noche era tan oscura como sus entrañas. << Ese violinista me robo todo, y lo que no me pudo robar lo destruyó >> Pensaba el hombre que se hacia llamar «El Fantasma» mientras le daba un sorbo a su café, largo y amargo como la espera. Su contacto debió de llegar hace más de una hora, no era normal su retraso y temía que sus planes de venganza se hubiesen arruinado <<Esa puta pagará caro  cualquier error que haya cometido>>  Cerró su puño y lo hizo estallar con fuerza contra la mesa. El bar no estaba demasiado poblado, una pareja de jóvenes se susurraban promesas estúpidas de amor e intercambiaban besos indecentes cuando pensaban que nadie los observaba. En la otra esquina del bar un fumador con la voz destrozada alardeaba sobre ideas de grandes proyectos con los que probablemente fuesen sus socios. La charla era mínima aun así nadie pareció haberse percatado de su enojo. Sintió la tibieza y la humedad del café correrle por su manga. -Maldita sea, el traje es blanco- Se oyó mascullar. -Ja- bufo para sí mismo con una sonrisa apática -Debería descontarle la tintorería de su paga, es su culpa por haberme hecho enojar- Estiro su mano para asegurarse de que su maletín siguiera allí a su lado. Su moza cruzó detrás de él con una bandeja cargada de vasos vacíos que se entrechocaban contra una botella. Levantó una de sus manos y  chasqueo los dedos tres veces sin mirar hacia atrás. La moza se apresuró a depositar la bandeja en la barra, dio media vuelta rechinando el cuero de sus botas y se acercó al instante. La muchacha no tardó en notar el líquido derramado en su manga y se ofreció a limpiarlo enseguida. -Lo siento señor- La muchacha le secaba la manga con delicadeza como si se tratara de una herida sensible -Olvídalo, no ha sido tu culpa- Ella continúo acariciando la manga por encima de la servilleta de tela dando pequeños toques en la superficie y desplazándose a su mano. Siguió limpiando hasta sus dedos Luego esa amabilidad le pareció irse tornando en manoseo libidinoso y él apartó su mano de la de la moza con notable fastidio. -Lo siento mucho, disculpe- -No, no lo siente, no ha sido su culpa- -Lo sé, pero, lo lamento… Yo- -Lo que lamentara será lamentarlo de nuevo- Interrumpió, su voz era áspera y dura. La muchacha solo respondió con silencio y temor. -Tráeme dos medidas de whisky escocés, en las rocas- -Enseguida señor- La muchacha se retiró rechinando las botas y él, volvió a centrarse en su odio. <<Fiama, mi dulce Fiama, aún veo tu rostro en la oscuridad, ella era lo que más amaba en el mundo, no te importo enamorarla a ella también, si ella no se hubiese ido contigo aún viviría. Lo pagaras muy caro violinista, juro que me vengare de ti Johan Strasorrier aunque hayas muerto, me encargare de que tu sobrino sea quien lo pague>> El sonido de las campanillas al abrirse la puerta llegó hasta sus oídos, seguido de un perfume de mujer muy familiar que lo obligó a inhalar profundo y sostener el aliento medio segundo. Presto mucha atención a su forma de caminar. Tacos altos sin punta, aros tintineantes, probablemente de argolla, dobles en cada oreja, un juego de 2, no, 3 pulseras en cada muñeca <<Viste plata, por lo visto no pierde el estilo pero se le olvido disfrazar su perfume, y la canción que canta su cuerpo al moverse es inconfundible>> La mujer se detuvo frente a él -Bonito disfraz, se lo robaste a una mujer honesta?- Sus pupilas se movieron en dirección a ella sin el menor rastro de humor en su cara. -Bonito traje, la decoración de café es artesanal?- Fue su respuesta irónica. -Te estaba esperando hace más de una hora mujer, temía que hubieses metido la pata a lo grande- -He tenido unos contratiempos- Colocó su bolso en el respaldo de la silla y se sentó frente a él. -Más te vale por tu salud y tu bolsillo que esos contratiempos no interfieran en nuestro asunto- Sus labios articulaban las palabras pero sus dientes permanecían apretados. -Ya tengo todo bajo control, no necesitas decirme cómo trabajar- El aroma a fuerte tabaco delataba su mal hábito constante, aun así el aroma de su lápiz labial era notorio. << Los labios de Fiama también sabían a fresas, aun lo recuerdo>> -Al parecer me veo involucrado en la necesidad, ya que ahora trabajas para mí- -No lo hago- Espetó con enfado- Trabajo sola, tu eres simplemente un comprador, tu solo negocias conmigo- -Para ti soy el único comprador, ya me he encargado de que no intentes engañarme y vender el violín a alguien más, así que desde ahora solo puedes trabajar para mi causa. Eres una vulgar…- Se auto silenció al oír pasos detrás de él. -Su whisky señor- Dijo la moza al tiempo que lo posaba delante de él. -Lo dejo en..- -Solo déjalo de una vez – Amonestó a la moza sin desviar su mirada perdida una vez más en el vacío. -Lo siento señor.. Dis.. Disculpe.. La dama tomara algo?- Olfateo su whisky antes de acercar el vaso a la boca, la cosecha era buena. -No tomaré nada, gracias- Fue la respuesta de la mujer, tras esto la moza se retiró amagando con disculparse una vez más pero desistió. -Oíste? Te confundió con una dama, no sabe la clase de mujer que eres, yo si lo sé- Sus labios se torcieron en una sonrisa siniestra, sus ojos sombríos cambiaron lentamente de dirección hacia ella. -No me conoces- -Oh, sí que lo hago, te he estado vigilando- -Lo dudo mucho, además ya te habría visto yo antes, soy muy astuta y precavida- -Claro que no me has visto, por algo me llaman “El Fantasma”- -Un fantasma pianista que ahora se le ha dado por tocar violín- Cruzó sus manos y sus pulseras tintinearon. -Un maestro en cuerdas es mucho más que un pianista, no vine aquí para discutir de talento contigo, y lo que yo toque no es tu asunto- Volvió a dirigir sus pupilas hacia su vaso y las mantuvo firmes en él, un breve pero eterno momento de silencio, como si en su whisky fuese a encontrar inspiración. Afirmó el vaso sobre su palma y lo hizo oscilar en círculos, para oír tintinear el hielo. Amaba ese sonido. -Sé que te estas acostando con él- -Acaso el Fantasma se ha puesto celoso?- Ridiculizó el tono de voz y esto no agradó en absoluto al Fantasma. -No me interesan lo más mínimo tus métodos mientras no la cagues, si te atrapan estarás muerta, también me he encargado de ello, soy claro?- -No es necesario, no voy a cagarla- La seguridad y frialdad de sus palabras debieron incomodar a la mujer ya que su voz se agudizó dos notas. -Hay otra mujer más que se acuesta con él, seguro lo ignoras, asegúrate que no interfiera- -No lo ignoro, me asegurare- Sus ánimos de desafiante se habían extinguido. -Eres una vulgar ladrona- Su voz se oía escupir desprecio. -Así que harás un vulgar robo, sin llamar la atención, sin escándalos, Ya has visto donde guarda su preciado violín?- -Sí, lo he visto, ya he planeado como robarlo- -Eso espero, y recuerda que te vigilo todo el tiempo- Agotó su whisky de un rápido sorbo, estiro su larga y babosa lengua hasta que atrapó uno de los cubos de hielo, lo mastico de su lado derecho y luego lo pasó al izquierdo, lo trituro con fuerza como si fuese un caramelo de menta. Al engullirlo el frío le corrió por su garganta y dejó escapar el aire helado por sus fosas nasales. Sin evitar ser repugnante se lamió todo el contorno de sus labios de una sola pasada, por si quedaban restos de whisky.  Apartó el vaso vacío y estiro su mano para encontrar su maletín, lo colocó sobre la mesa con la misma suavidad con la que se trata de derribar una puerta y lo empujó en dirección a su cómplice. -1Millon de euros por adelantado, recibirás tus 4 Millones   restantes cuando tenga el Hueso Dragón en mis manos- Sacó su billetera, palpo un puñado de billetes uno por uno y los dejó sobre la mesa sin molestarse en llamar a la moza. Se colocó su sombrero, tanteo su bastón blanco y se dirigió en dirección a la que recordaba ser la salida. Al llegar a la puerta se detuvo, volvió su cabeza hacia la ladrona y la apuntó con sus ojos muertos como si de verdad pudiese ver, y percibir el miedo ajeno en lo más profundo de las entrañas. -Para qué eres buena, ladrona?- -Soy la mejor estafando- La oyó decir en voz baja, acobardada. -Pues yo soy bueno desafiando y superando, así que ahora soy mejor estafador que tú. Recuerda bien que si te atrapan te mataré, si intentas huir te mataré y si por un segundo tratas de engañarme suplicaras que te mate- Una vez más repitió la asquerosa, obscena y ruidosa manera de lamerse los labios –Me gusta mucho el sabor de las fresas, sobre todo cuando el sabor proviene de labios suplicantes- Dio media vuelta y salió hacia afuera del bar con su bastón blanco zigzagueando golpecitos en el suelo de derecha a izquierda, y de izquierda a derecha. Cuando el Fantasma se encontró a unas cuadras alejado del bar se detuvo y colocó un cigarro en su boca, palpó su cuerpo en busca de su encendedor y maldijo en voz alta al no encontrarlo. De repente un sonido metálico, un olor a resina y un leve calor surgieron frente a su rostro. Dio un par de pitadas para encender el cigarro y exhaló el humo sin apartarlo de su boca. -A que soy buena en esto, no lo crees?- Rió una sensual voz femenina muy conocida. -Vaya que lo eres, no dejas de sorprenderme, en qué momento  tomaste mi encendedor?- Los pies de la joven se refregaban entre sí haciendo rechinar el cuero de las botas. -Justo después de servirle el whisky y fingir sumisión- Su voz rebosaba picardía –Descuide maestro, la mujerzuela no noto el hurto, ni la actuación, lo cual me hace más audaz- Termino la oración con un ronroneo. -Tú eres buena Marghor, no eres vulgar como ella- -Y una vez que tengamos el violín me enseñara a tocarlo? Como en los viejos tiempos? Prometo ser una obediente y leal alumna- La última frase la pronunció con un dedo entre los dientes. -Siempre has sido una buena alumna y siempre me has sido leal desde el día en que te encontré << Hambrienta, andrajosa y herida>> Pero para ese violín tengo mejores planes- Quito el cigarro de los labios de su maestro, le dio una pitada y sostuvo el humo. -Ese cigarro es mío y lo quiero de vuelta ahora- Reprendió él. Ella utilizó su mano libre para acariciar su mejilla, luego hizo círculos en su oreja entre su pulgar y su índice. Cuando el Fantasma separó sus labios para exhalar un gemido ella uso su pulgar para separarlos un poco más. Soltó una parte del humo en un lento soplido hacia el interior de la boca de su hombre. Y el resto se lo devolvió directo desde su boca con un beso posesivo. Los dedos largos de pianista se aferraron a las curvas de la sensual mujer apretando su cintura contra él. Ella lo sentía crecer bajo la tela de su pantalón, duro contra su sexo. En respuesta levantó una pierna y le clavó su bota de cuero en la nalga, como si no estuvieran ya lo suficientemente apretados. Una tormenta de besos y profundas caricias bajo la ropa se estaba desparramando por toda la esquina, él oía autos y barullos a lo lejos, o de cerca, no importaba. El cerraba sus ojos como si hiciese alguna diferencia, pero el sentía que con los ojos cerrados escuchaba mejor la melodía de Marghor. Era una melodía rápida, distorsionada e incoherente, muy distinta a la de su amada y difunta Fiama pero aun así le gustaba. El hombre agónico de deseo le acarició con suavidad la cicatriz bajo el ojo, allí donde él sabía que ella abusaba de delineador oscuro para ocultarlo. Cuando ella le sujetó la barbilla noto el frío de un anillo y de un movimiento brusco le tomó fuerte la mano y se la apartó del rostro. -Sabes muy bien que no debes jugar con este anillo, en que momento me lo quitaste?- -Auuuh- Se quejó en lo que pareció ser un maullido, luego se rió ante la escena –Te lo quite mientras limpiaba tu mancha de café- Se encogió de hombros y rió una vez más pero el Fantasma no le vio la menor gracia. -Debería olvidarse de ella, me tiene a mí maestro, yo si lo deseo y además aún sigo viva- -Y dejaras de estarlo si sigues diciendo ese tipo de estupideces- Ella se colocó nuevamente el cigarro en la boca para liberar sus manos y depositar el anillo nuevamente en el dedo de donde lo había robado. Encendió el cigarro y deslizó el encendedor entre sus senos apretados bajo el escote. -Eres una mujer muy mala, muy mala- -Soy la mejor siéndolo- Agudizó el tono de voz en extrema arrogancia. Ya sabes lo que tienes que hacer, has visto bien a la chica? La reconocerás cuando la veas?- Dio otra profunda pitada al cigarro y lo arrojó sin más. Amago en darle un beso directo en los labios que terminó apenas tocando una de sus comisuras. Soltó una risotada junto con el humo al lado de su oído, lo chupo, lo mordió, tiró de él y luego le susurro. -Claro que si la reconoceré, es la tontita de ojitos claros- rosa marchita labios-fumandose-un-cigarro

Sinfonías Paralelas Capítulo 4 “El Dragón Blanco”

Bueno mas vale tarde que nunca, me demore pero aqui esta el 4to capitulo, asi que ya saben denle play y disfruten

Si es la 1ra vez que entran vayan al Capitulo 1 Decisiones

Si ya se la historia trata de un violinista pero yo le meto musica de violoncello, Problem? hagan de cuenta que es un violin gigante

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Los aplausos se apoderan del teatro mientras el telón se cierra luego de la reverencia del artista anunciando el final de la primera sección del concierto. Brand se demora unos instantes maravillado ante el sonido de los incesantes aplausos y luego se dirige a la zona de  los camarines.  En una de las puertas, letras doradas forman la palabra “Morgulis”, y es esta la que casualmente se encuentra abierta. Brandam sonríe divertido ante ello y entra. Al ingresar encuentra una botella de vino blanco espumado en un balde con hielo acompañado por dos copas. Brand se deja caer sobre un sillón y estira sus pies maleducadamente sobre una mesita ubicada en el centro. Gira el destapador sobre el corcho oprimiéndolo mientras oye una voz de mujer cantar desde la ducha con la puerta entreabierta. Brand esboza una sonrisa y tararea entretenido acompañando la canción. La diversión se borra de su sonrisa al mirar el violín blanco apoyado contra la pared <<Que sencillo resulta tocar una réplica en vez del original>> y sus recuerdos se disparan al día del homenaje.

Su maldita semana estaba a punto de terminar pero lo peor aún no había llegado. La sala de estar del departamento de Brandam era el lugar donde se llevaría a cabo el homenaje de su tío fallecido, La sala estaba decorada y amueblada con un exquisito buen gusto y permitía que entraran con comodidad los 60 invitados y una docena de personal de servicio. Un evento formal, bastante privado, pocos invitados pero demasiados para el gusto del anfitrión. Algunos, observaban la repisa de premios acumulados a lo largo de la carrera del gran maestro en cuerdas Johan Strasorier, otros preferían los cuadros de sus giras y cientos de conciertos, y unos pocos estaban reunidos de pie en círculos bebiendo vino y festejando bromas casuales. Sin embargo la gran mayoría rodeaba el mostrador de vidrio donde reposaba el Hueso Dragón, impecablemente blanco, imperioso. <<Qué le verán de fantástico a ese estúpido violín desafinado?>> Pensaba mientras saludaba a desconocidos tras desconocidos.

Existen solo tres cosas que fascinan a Brandam: La música, pero no cualquier música, solo la que él y su tío tocaban;  todo lo que estuviera tallado en marfil;  y todo aquello que representará un desafío para él. El Hueso Dragón simbolizaba los tres atributos  pero era la excepción, Brand odiaba a ese violín.

Johan Strasorier había sido un maestro muy riguroso, ni siquiera había sido flexible con su pequeño y único sobrino. Pasaron los años y Brandam fue haciéndose cada vez más talentoso pero el Hueso Dragón fue siempre un asunto pendiente.

–Muy mal!! Lo estás haciendo pésimo Brandam- Solía gritarle su tío.

-Es este maldito violín el que está desafinado ya es demasiado viejo, no sirve- Le reprochaba siempre a modo de excusa.

-El violín está tocando las notas que él quiere, tú eres el que debe domarlo-

-Los violines no se doman tío, los violines se afinan-

-Pero este es un dragón y tú lo estas tocando pésimo- Le arrancó el violín de los dedos llenos de parches y Brand no pudo más que masticar su enojo en silencio.

 -Así es como se hace, presta atención porque no tolerare otro fracaso-

Acomodo el instrumento en su hombro y comenzó a sacarle música de verdad, lejos de los vanos intentos que estaba llevando a cabo el joven violinista. Brand estaba perplejo. La música realmente brotaba sin dificultad, hermosa, un sonido que jamás había escuchado brotar de ningún otro violín, eran las notas exactas, una música totalmente nítida, perfecta. ¿Cómo podía estar desafinado en un momento y luego sonar de esa manera tan clara  y pura?

-Has prestado atención en todo momento? Lo harás bien esta vez?- Espetó Johan

– La música es sentimiento Brand. Existen miles de sinfonías al igual que miles de sentimientos y muchos de ellos no se pueden mezclar- Estiro el violín hacia la mano de su sobrino a modo de entrega pero no lo soltó.

– No puedes tocar una melodía alegre y luego mezclarla con una triste, esas son sinfonías paralelas entiendes?- Brand asintió con la cabeza y tomó el instrumento con sus dedos adoloridos.

– No puedes, no si no tienes este violín- Sonrió arrogante.

Con los años Brand aprendió a tocarlo pero jamás pudo domarlo. A los oídos de un simple oyente o de un profesional de la música los sonidos que Brand hacía emerger del instrumento eran bellos, pero no eran las notas que él deseaba tocar, Brand solo podía fingir que lo tocaba bien mientras el rebelde violín elegía sus propias notas.

-Lo estás haciendo pésimo Brandam, Pésimo!!- Continuaba gritando siempre su tío sin poder educarlo. Jamás le había dicho cuál era el secreto, solo repetía constantemente el mismo consejo incoherente una y otra vez.

– Es un dragón Brand, para domarlo debes quemarlo antes- Protestaba como si sus palabras fueran obvias.

-Sabes cómo quemar un dragón Brandam?- Y el joven aprendiz siempre negaba con resignación.

– Un dragón no se quema con puro fuego, Para quemarlo debes inmolarlo, llevarlo a su máxima temperatura y cuando esté caliente como el mismo infierno debes sumergirlo en hielo, en el hielo más seco y gélido que puedas crear, sólo así el dragón te obedecerá-

Nunca le había hallado el menor sentido a esas palabras, solo le seguía el juego a su maestro

-Y si jamás me obedece?- Pregunto una vez

-Lo hará Brand, no existen sinfonías paralelas, solo es necesario un buen violinista – Le sonrió – Y tú lo eres, ahora toca y más te vale hacerlo bien-

Echó un vistazo a los dedos magullados de Brand – Te quedan pocas oportunidades por hoy-

Brand tomó el violín con suma delicadeza y sin entender el consejo tocó lo mejor que pudo, bastante tiempo más de lo normal hasta que un nuevo corte de cuerda en su dedo índice lo obligó a ladrar una maldición y a detenerse.

-Recuerda siempre Brand, al dragón no le gusta que lo sujeten del cuello, si lo aprietas demasiado te morderá-

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 -Bonito show verdad? a que si- Halagó la voz de mujer que hasta hace un momento cantaba desde la ducha. Brand no pudo más que deshacer sus pensamientos y admirar a la ardiente dama apoyada en el umbral vistiendo sólo unas pocas gotas de agua sobre su piel desnuda.

-Bonito?- Le objetó sin malicia – Bonitos son mis zapatos, el show estuvo fantástico, y aún falta lo mejor- La voz de Brand desbordaba buen humor.

-Pensé que te ducharías conmigo- Protestó presionando sus labios en un gesto de puchero.

– Y yo pensé que me esperarías- Regaño él reflejando la misma mueca.

La mujer se acercó a él con un sensual movimiento de caderas, sabia bien como moverlas, la luz que se reflejaba sobre la humedad de su piel le daban una apariencia de mujer perfecta.

-Bella dama usted está mojando mi camarín- Hizo un gesto de reproche exageradamente fingido.

-Jajaja- Aflojo una risa irónica -Lo tuyo es ahora mío y además no tienes una idea de cómo va a quedar el camarín cuando acabe contigo Morgulis-

Tomó el rostro de Brand entre sus manos y en un instante sus labios estaban en los de él. La lengua de la mujer invadió su boca y Brand la recibió con bienvenida. Ambas lenguas se entrelazaron mezclando un exquisito sabor, un sabor a deseo y desesperación.

Los brazos de Brand se encontraban rodeando la cintura desnuda de la mujer, sus curvas eran una perdición, y poco a poco sus manos subían y se curvaban en la silueta de su espalda, su cuello y al final sus dedos se enterraron en su cabello mojado.

-Luces hermosa-  Jadeó mientras masajeaba el cabello de la mujer hasta su nuca – Estaba esperando que llegara este momento para tenerte así-

-Yo también – Replicó ella sin aliento – Te he estado observando y deseando en todo momento- Brand sentía como el cuerpo de la mujer se estremecía bajo su delicado toque, eso lo excitaba aún más.

-Te habría hecho el amor en el escenario mismo si la primera parte hubiese demorado más en terminar- Su voz sonaba en tono de susurro, Brand seguía el movimiento de sus labios con mirada carnívora.

-Lo que me recuerda bella mía que no tenemos mucho tiempo, y no quisiera que una demora inesperada arruine mi gran debut- Dijo el violinista a modo de broma pero ella pareció tomárselo muy en serio

-Nada arruinara el debut Brand, estoy contigo, nada saldrá mal, eres un genio en esto-

Brand admiro sus  ojos vivos bien abiertos, sus pestañas largas y arqueadas, su cara redonda, su cabello suelto aun húmedo y nuevamente sus labios comenzaron a danzar unos sobre otros saboreando el delirio, la incoherencia. Un océano en tempestad de sensaciones se apoderaba de sus juicios. Lujuria, desenfreno, necesidad, locura y ansiedad se mezclaban con cada caricia, dilatando la urgencia de poseer y de ser poseídos por el otro, inundando sus cuerpos de muchas otras sensaciones ya ilegibles. Y comenzaron a besarse la piel incontroladamente como si hubiesen perdido el camino a la boca ajena y lo buscarán derramando besuqueos al azar. Chupaban la piel del otro de forma sonora y el sonido se mezclaba con gemidos y jadeos, se estaban ahogando en aguas profundas de amor y pasión.

Las manos de la mujer se apretaron en torno a la mandíbula de su amado y lo atrapo con un beso voraz como si su hombre fuese a marcharse y no volver jamás. Las manos del hombre se desenredaron del cabello de la joven para dirigirse a sus nalgas pulposas, sus manos se amoldaban perfectamente a su forma y de un solo movimiento la sentó sobre su regazo

Ella sentía su erección crecer bajo su pantalón, apoyando contra sus carnes suaves, frotando, subiendo y bajando en una placentera tortura, alimentándole su lívido, provocándole una ansiedad insoportable. Sintió su sangre hervir al pasar por su corazón, ese corazón que había estado dolorido y que ahora se encontraba aliviado por el amor de Brand.

Ella se abrazó a su hombre con sus piernas y se separó de su pecho los justos centímetros que le permitían desprenderle la camisa y deslizarla por detrás de aquellos hombros sólidos. Él, apoyó su boca en su garganta, gruñendo su nombre y jadeando contra ella –Eres mía- Reclamaba –Solo mía-

La mujer arqueó su espalda y se elevó aún más sobre él para tomarlo apenas por sus sienes y abrazar su rostro contra sus pechos.

–Siempre tuya-

El hombre Inhalo profundo, respirando su dulce aroma, aroma a ella, a la mujer con la cual decidió quedarse y amar. Brand se encontró perdido en su canción favorita, los latidos de su corazón, si quedaba algo de cordura en ese camarín se había perdido en ese instante. Se oía hermoso, se oía a ella, esa canción que lo enamoró perdidamente.

-Oh Brand- Un grito cargado de placer se escapó de ella cuando él colocó sus fauces alrededor de su pezón y lo chupo con hambre. Dos dedos en su barbilla levantaron el rostro del hombre que se encontraba aún embriagado en su sabor, y ella, le clavó una mirada lobuna. En respuesta sus ojos se encendieron como si fuese a devorarla y su lengua acarició su nombre al decirle te amo.

Sin liberar la mirada y aun sosteniendola, se puso de pie y se dirigió hacia la ducha.

 Un puntapié descuidado hizo rebotar el violín blanco y arrastrarse en el suelo. <<Que fácil es tocar una réplica en vez del original>> Pensó sin mucha importancia. Le lanzó una modesta mirada al instrumento y nuevamente sus ojos estaban puestos  en su amada, y sus pasos hacia la ducha.

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El mostrador de vidrio estaba abierto y vacío, era la primera vez que a Brandam lo ponía nervioso un violín en sus manos. Terminando su copa recitó unos sinceros elogios dirigidos a su tío fallecido y otros no tan sinceros al público presente. Devolvió la copa a una moza, colocó el violín en su hombro, y comenzó sin más preámbulos.

Había ensayado toda la semana, no había logrado domarlo pero al menos no había recibido más que un solo corte en su dedo mayor y este ya había cicatrizado casi por completo. Un solo corte en una semana de práctica era un número favorable, sólo debía tocar ese endemoniado violín y fingir que lo hacía bien.

Todos los invitados parecían estar a gusto con la melodía, nadie notaba nada malo en ella. Brand se sintió relajado y se atrevió a darle un poco de acción al evento, unas volteretas, un par de movimientos de su estilo sin ir más lejos. Cuando separó el arco del violín por unos instantes como parte del show sintió una pequeña picazón en su dedo índice, Brand reparo que se había hecho un nuevo corte << Apenas lo siento, puedo continuar, un corte no me detendrá>>

Continuó tocando mientras se desplazaba por toda la sala entre los comensales. Movimientos de hombros acompasados con los de las caderas y un caminar zigzagueante que divertía a los presentes. A Brand ya no le caían tan mal. Una moza con el pelo atado en cola de caballo y botas de cuero le resultó familiar, el abuso de delineador negro al rededor de sus ojos le dio la sensación de que algo estaba fuera de lugar en esa mujer << Se parece un mapache >>. Cuando quiso oír la música de esa moza sin desatender la pieza que estaba tocando un intenso dolor corrió desde su mano hacia el resto de su cuerpo. A pesar de ello Brand no emitió quejido alguno.

Toda la gente estaba mirando su mano, percibió. El corte era evidente, un hilo de sangre se escurría por el cuello del dragón <<El hijo de puta lo está saboreando>>. La silueta de la moza ya no se encontraba en el público y Brand se percató de que estaba apretando los dientes con demasiada fuerza. Dejó  escapar un soplido, tranquilizó a la gente presente con unas palabras y continuó con su presentación. <<No me vas a ganar violín infernal, ya casi termino y cuando lo haga, volveras a un oscuro sótano de donde no debiste salir jamás>>

La furia de Brand repercutió en el ritmo de la música y de su baile, su mirada carecía de humor, a esto lo acompañaba un ceño muy fruncido. Faltaban solo un par de líneas más y podría dar la noche por terminada, una noche exitosa y sin contratiempos si no hubiese sido por un tercer corte entre la unión delicada de dos falanges de su dedo anular. Brand ahogó un grito que lo obligó a lagrimear y a detener repentinamente la melodía. La rabia contenida lo hacía lagrimear aún más, pudo esconder su corte oprimiendo su mano y disimular que las lágrimas y la pausa se debían a un quiebre emocional por los recuerdos de su tío, y no debido a la derrota de un nuevo duelo con el violín. Tuvo que disculparse por tener que abandonar el evento a medio terminar y masticando su propio cólera se dirigió a su despacho sin soltar el violín.

 -Maldito violín hijo de puta- Maldecía al tiempo que se llenaba una medida ostentosa de coñac, o de whisky, la botella no traía etiqueta. Dio un buen sorbo, se sentó en su asiento y dejó caer su peso sobre el escritorio sin soltar el vaso. Su mirada quedó perdida en el fuego de la chimenea.

<<Como es que has podido hacerlo tío? Porque no me contaste el secreto sin tantas palabras confusas?>> Sorbió lo que quedaba del vaso, no era poco, y tomó nuevamente el violín en su garganta, cerró los ojos un instante y los abrió con sobresalto cuando el vértigo de la borrachera lo sorprendió. <<No me vas a ganar cochino aparato de marfil>> Tocó con fervor, la embriaguez le había ablandado los dedos y la música del dragón sonaba más suelta. Los acordes y las notas que sonaban se acercaban más a las que él quería tocar.

– Prenderle fuego al dragón, así que a esto te referías viejo- Una sonrisa perezosa se escapaba de los labios del violinista

– Porque no me dijiste que tenía que emborracharme? Me habría ahorrado el disgusto de esta noche-

Las notas volvían a distorsionarse nuevamente y la habitación quedó en silencio. La mano con la que sostenía el violín estaba temblando impaciente como si fuese a tocar un vibrato.

Y el silencio se rompió tras el grito agónico de Brand, la cuerda casi le había tocado el hueso, y se encontraba encajada allí mismo, en la herida del segundo corte pero mucho más profundo. Cuando Brand logró liberar su dedo el cuello del violín estaba de un rojo escarlata. Calmadamente sacó un pañuelo de su bolsillo, le dio dos vueltas alrededor de la zona ensangrentada y le ato un fuerte nudo, no alrededor de su mano, sino del cuello del violín. Lo sujeto con la mano herida sobre la sana donde había enroscado el pañuelo, lo levanto por encima de su cabeza muy arriba, y se olvidó de que aquel instrumento era una importante herencia valuada en una fortuna.

Un grito de furia sonó antes de que el violín golpeara con toda su fuerza contra el borde de la chimenea, una y otra y otra y otra y otra vez desparramando adornos de marfil por todo el suelo, no conforme aun lo estrello contra la ventana y continuo golpeando los bordes filosos hasta limpiar los vidrios casi por completo. Las voces de unos de sus sirvientes sonaron tras la puerta alarmados por los ruidos. Brand los amenazo autoritariamente con echarlos si no lo dejaban en paz, despreciando la preocupación que le brindaban. Cuando se hubieron marchado siguió con su destrucción.

Lo azoto contra cuadros, contra una repisa de trofeos e incluso el piano soltó notas de lamento. Aun insatisfecho lo golpeo y golpeo contra el escritorio hasta cansarse y trastabillar. Antes de caer de espaldas contra la pared arrojo el violín por encima de la mesa haciendo estallar los vidrios de la botella sin etiqueta, empapando el instrumento en alcohol antes de que aterrice en las leñas ardientes de la chimenea. Brand, sentado, abrazo con fuerza sus rodillas contra su pecho, mirando como las llamas se agitaban sobre el Hueso Dragón. Abrumado por lo que había hecho, como había azotado el violín en toda superficie que había encontrado dejando su despacho en ruinas, viendo como el violín después de todos esos golpes, cortes de vidrio, y fuego el había quedado…. Brand no podía siquiera mirarlo, la mano herida le temblaba… El violín había quedado intacto, ileso sin una sola marca del menor rasguño, el fuego lamía lentamente el alcohol de la superficie pero ni siquiera había opacado su impecable color, el marfil blanco seguía brilloso e inmaculado. El calor hacía rechinar las cuerdas, para Brand sonaban como una carcajada burlona, el dragón se burlaba de su derrota, había sido avergonzado por un objeto inanimado. El talentoso violinista era ahora una maraña de nervios e impotencia, tumbado en el suelo aferrándose a sus rodillas. Una pequeña bailarina de marfil  en el suelo llamó su atención, en ese momento supo que necesitaba con suma desesperación encontrarse con Melissa.

White-Violin

sherlock blanco

Sinfonías Paralelas Capítulo 3 “Rosas de Cristal”

Bueno antes que nada perdon por la demora, No es que no hayan podido vivir sin mis historias pero la disculpa no viene mal. sensillamente no tengo excusas si no escribi antes fue de paja nomas

Asi que ya saben, le dan play al video y disfruten de la lectura

Sinfonias Paralelas Capitulo 1 Decisiones

Sinfonias Paralelas Capitulo 2 Besados por el Fuego

Sinfonías Paralelas

Capítulo 3 “Rosas de Cristal”

Los últimos rastros del fuego no tardaron en desvanecerse del traje del artista, las columnas de fuego aminoraron hasta apagarse por completo. El teatro estalló en un sonoro y prolongado aplauso. Mientras, un gesto, bastó como orden para que un ayudante se acercara y se llevara los restos del saco chamuscado, cambiándolo  por una campera de lana gruesa con capucha y botas largas, demasiado abrigado para el clima del teatro. Espero hasta el final de los aplausos, y luego de un ínfimo silencio  la música brotó una vez más de las entrañas del legendario violín, el “Hueso Dragón”. En esta ocasión la melodía  fue calma y los movimientos del artista se limitaban demasiado de la cintura para abajo. La cadencia de la pieza era suave y relajante con un ápice de tristeza; de repente el artista rasga el violín en una larga y aguda nota llevando el arco hacia atrás de su hombro y aprovechando su regreso para ocultar su rostro bajo la capucha.

Una lágrima corre por la mejilla de Brand recordando la primera vez que oyó esa melodía, en el cuerpo de una mujer.

Ese lunes había sido realmente malo, una mala noticia tras otra y el humor de Brandam soltaba chispas de furia. Ya era mediodía, el bar de la calle Bowson y Striling era el menos elegante de toda la zona y no llevaba mucha clientela, Brand lo frecuentaba siempre que necesitaba un poco de paz.

-Que va a pedir hoy el Sr Morghulis?- La voz de una joven moza lo distrajo de sus pensamientos

-Que tal está el sándwich de atún y queso?-

-Exactamente igual que cada vez que pregunta- Contestó la moza inclinando su cabeza hacia un lado y presionando la bandeja vacía en un abrazo contra sus pechos en forma de coqueteo. –Alguna vez va a probar algo más de la casa?

-Y qué delicias podría ofrecerme este bar que pudiera ser de mi agrado?- El humor de Brand no había cambiado y no lo disimulaba bien ante la muchacha

-Muchas cosas podrían ser de su agrado, una torta? Un budín tal vez? Una joven moza sin compromisos?-

Brand dejo escapar un indicio de risa petulante – Lo dulce me empalaga y todo lo demás ya lo he probado, pero si tienes helado de limón envuélvemelo para llevar-

-También tenemos salados si lo deseas y “todo” lo demás solo lo haz probado una vez- Al hacer las señas de comillas con sus dedos provoco que la bandeja apretara más sus pechos y estos se abultaran. Brand sonrió hacia la bonita vista pero no se entregó al coqueteo.

-Una vez es más que suficiente para mí, ya no tienes nada que yo desee, excepto helado de limón- Sostuvieron una no muy breve mirada fija el uno hacia el otro- Medio kilo estará bien para mí-

-Medio kilo sabor limón para el Sr entonces- Dijo derrotada y giró sobre sus talones en dirección al interior del bar.

Al volver su vista al frente noto una sutil presencia a dos mesas de distancia, una joven muchacha, de música calma, cabello liso y suelto sin llegar a los hombros, ojos tremendamente azules, en su piel un vestido blanco veraniego que deja al descubierto su delgada silueta. La mirada de la muchacha también había notado la presencia de Brand, pero no tardó en esconderla bajo la timidez. Brand decidió que era estudiante por unos libros y el atado de hojas desprolijas que pretendía ser una carpeta. A Brand le atraía esa mujer pero físicamente no era mejor de ninguna de las decenas que había conocido y su melodía no era entretenida <<Tiene bellos ojos, nada más>> Pensó arrogante, con demasiada ingenuidad.

El piqueteo del rocío en una mano trajo a Brandam a la realidad. Del techo del escenario caían diminutas gotas de agua fría, un sistema de riego simulaba una llovizna ficticia, y  por descuido esa llovizna llegaba a la primera fila, aunque al público no parecía molestarle.El sistema de refrigeración se encendió en todo el teatro.

Algunos de los cañones por donde anteriormente había salido fuego ahora dejaban escapar un denso vapor de hielo haciendo que el artista estuviera agradecido del cambio de calzado. Cerca de la altura donde fluye la humedad se encendían luces azules que evidenciaban la perfecta condensación del rocío que caía formando cristales. El público estaba casi inmóvil, y no era posible saber si era por el frío, por la música tranquilizadora o por la belleza de los cristales de escarcha brillando bajo la luz azul.

El artista seguía tocando el violín plácidamente haciendo leves movimientos de baile, la melodía hacía sentirse como si las caricias pudiesen ser oídas.

Una explosión resuena detrás del artista, seguida de otra y muchas más, los cañones que habían estado inactivos estaban disparando en dirección al techo del escenario y los cristales de escarcha eran acompañados de una lluvia de pétalos azules que descendía y se dispersaba por todo el teatro. El público estaba más que maravillado y Brand sentía que había logrado su cometido. El aire estaba teñido de azul, un azul tan hermoso que solo era superado por aquellos ojos.

El clima estaba refrescando repentinamente, la corteza del sándwich había quedado intacta en el plato, Brand agotó el último sorbo de gaseosa e hizo una seña a la moza por la cuenta. La mirada de la joven estudiante se trasladaba desde páginas de un libro al manojo de hojas desprolijas y a la mesa de Brand, directo a él, luego retomaba al libro con notable inquietud. Brandam la miraba de reojo mientras se concentraba en la infinidad de porquerías que acarreaba ese día y que lo acompañarían por toda la maldita semana, a eso lo alternaba con la duda de que era lo que le atraía de esa muchacha.

De repente, una fuerte rafaga de viento, se colo por entre las mesas del bar y varias hojas se desprendieron del apunte de la muchacha. Brand se limitaba a observarla, ya no de reojo, y sus pensamientos se centraban solo en esa duda que le quemaba por dentro. Mientras tanto, la joven mascullaba maldiciones entretanto caminaba agachada intentando alcanzar una hoja que se alejaba cada vez que ella estiraba la mano para atraparla. La pose le favorecía las curvas del trasero. Una segunda rafaga reveló por un corto momento que el vestido no era lo único blanco que ella vestía, cosa que a Brand le resultó gracioso y su risa se hizo sonora a una mesa de distancia de ella. La joven aplastó el vestido contra sus nalgas y enderezó la mirada hacia él, directo a él y la sostuvo. Por un momento esos ojos azules lo paralizaron, quizás por la belleza, o tal vez la risa involuntaria lo incómodo. Otra ventisca rompió la conexión y distribuyó más páginas por todo la vereda del bar, la muchacha volvió a su desesperante tarea soltando quejidos. Brand odiaba meterse en asuntos ajenos más cuando los suyos propios estaban lejos de zanjarse, pero decidió ayudar a esa desconocida. Fue recogiendo una hoja tras otra y analizandolas superficialmente: aburrida medicina, psicología, patologías cardiovasculares, hemodiálisis y… una interesante partitura, la analizo un buen rato y aceptó que era buena.

-Gracias- le susurro aquella suave voz y extendió su mano para tomar los apuntes de la mano de Brand. –No hay porque- dijo el con desgano y por instinto al soltar los apuntes, tomo la muñeca de ella y se sorprendió de lo que oyó. Su música era la más dulce que había escuchado en ninguna mujer, sus latidos cantaban con total claridad, Bran se sentía como si su maldito lunes hubiese desaparecido junto con todas las preocupaciones, dejándolo aliviado, sereno. Ella lo observaba con mirada inquieta y sus labios se movían mudos, indecisos por cual palabra sería la siguiente en pronunciar

–Mi nombre es Brandam, encantado- Dijo rompiendo el silencio

–Lo sé, yo también –

-También te llamas Brandam, Wow- Su voz mostraba diversión-

-No, mi nombre no- Su sonrojo era evidente –Me llamo Melissa, Melissa CherryBerry. Sé quién eres, soy una gran admiradora tuya- Su timidez era adorable

<<Oh vaya, eso explica las acosadoras miradas>>

-Estudias medicina?-

-No, no exactamente-

-Vi tu partitura, es buena-

-Gracias-

-Me resulta familiar, tú la compusiste?-

-Sí? es muy probable, bueno no en realidad no, si, si la composición es mía – Las pulsaciones de la muchacha se aceleraban y Brand se sentía cada vez más relajado.

Unas gotas de llovizna precedieron un trueno y el sobresalto de la muchacha liberó a Brand de la encantadora melodía.

-Si no tienes otros planes me encantaría seguir esta conversación en mi departamento, tengo mi auto estacionado a media cuadra-

-No-

-No quieres venir?- Brand no estaba acostumbrado a ser rechazado, su mal humor estaba reapareciendo.

-No, que no tengo nada que… Sí, estoy libre, me encantaría conocer dónde vives- Asintió ella

-Sr Morghullis aquí está su cuenta- Interrumpió una voz molesta –Lamentablemente no nos queda helado de limón, así que elija entre mora y cereza-

-Ya elegí, me llevare ambos-

* * *

Melissa estaba maravillada por ver tantos adornos de marfil. Prácticamente a donde se mirara se veía algo blanco, y ella parecía tener una pregunta para cada objeto, Brandam las respondía con el mejor de los agrados mientras descorchaba y servia un buen vino blanco. La joven pareció muy fascinada por una hermosa y perfecta figura de bailarina de ballet que cabía a la medida en su palma, Brand insinuó en regalarse, pero ella lo rechazo cortesmente. Se veía era como una niña curiosa en una jugueteria.

-Esta cosecha te encantara, pero bébelo despacio-

-Em, solo un poco, no puedo beber-

-No es demasiado fuerte y si te preocupa emborracharte yo mismo puedo llevarte a tu casa-

-No es por eso, no tiene importancia-

-Y entonces estudias medicina o música, o ambas?- Brand se perdía en sus ojos, realmente eran hermosos.

-Soy una mujer muy aburrida, practico ballet y he abandonado mis estudios por ahora, es todo lo puedo decirte-

<<Esta mujer es todo un misterio, hace que me guste más>>

-De acuerdo, no preguntaré más- Alzó sus manos hasta sus hombros como si lo estuviesen asaltado.

La muchacha sonrió con gracia, él le devolvió el gesto.

-Puedo ver el Hueso Dragon?- Pidió con una emoción palpable.

-Y cómo negarme a la belleza de tus ojos si me lo pides mirándome así-

La tomó de la mano y la guió a su sala personal.

-Esta es mi sala personal, la uso de oficina cuando tengo papelerio que llenar, el violín está aquí mientras decoran la sala de estar para una presentación. Notaras que también hay un piano-

La sala al igual que el resto del departamento tenía estatuillas de marfil por todos lados. La muchacha fue acercándose a una de las paredes hacia el mostrador de vidrio, y paso a paso el legendario violín se iba descubriendo. La pieza era de marfil genuino, era antiquísima y sin embargo no había perdido ni un ápice de brillo y color, un blanco puro, impecable, que hacía ver a los adornos y al piano sucios.

-Es hermoso- Elogio ella

-Lo es- Asintió él

-Seria mucha molestia pedirte que lo toques?-

-Por seguridad las llaves no están conmigo- Mintió

<<No voy a enfrentarme a este maldito instrumento ahora>>

Brevemente recordó una de las porquerías que habían hecho amargo su lunes.

-Pero puedo tocar el piano si me acompañas- La sujeto de la mano y la llevo camino al piano para distraer su atención del violín. Tuvo éxito.

-Y qué obra tocaremos?-

-Te parece bien la partitura que tú compusiste?

Un sonido seco y un tirón en la mano hicieron girar a Brand y ver a la muchacha de rodillas en la alfombra a punto de tumbarse. Con sus reflejos de bailarín la sujetó a tiempo en un movimiento artístico evitando el completo desplome de su peso muerto en el suelo.

-Estas bien?-

Ella contestó con una carcajada ebria -Te dije que no debía beber, no debo beber nada, ahora estoy mareadita-

Sin levantarse de su posición ella entrelazo sus dedos tras la nuca de él, y le dio la mirada más azul que jamás le habían dado. Brand sólo pudo entregarse a esos ojos y acariciar sus labios con los suyos es un delicado beso, sus bocas se abrían y el beso se volvía más apasionado. Los dedos de Melissa describían un camino de suaves  caricias desde las mejillas de él hasta su nuca haciendo de su cabello una fiesta, él alineó un recorrido de besos desde el cuello hasta la garganta lentamente.

Él le levantó su vestido por encima de su cabeza mientras ella alzaba sus brazos para ayudar a liberarse. Con poca destreza gracias al alcohol terminó de desabotonarle la camisa y lentamente coloco un beso chillón justo en el vello de su pecho, él sintió sus labios fríos. Vestimentas y ropa interior marcaban un camino desde la sala de estar hasta el dormitorio.

Ambos se hallaban ya sobre la cama, sumidos en un mar de pasiones cambiantes, de besos y caricias desperdigadas casi al azar, con la intención de descubrir al otro con las manos y labios juguetones que no dejaron ni un centímetro de piel si explorar.

Brand estaba extasiado, la piel de ella  era tan suave, tan fresca y blanca, era un alivio sentir esa piel contra la suya. Los rastros de alcohol parecían haberse disipado en los azules ojos de Melissa y reflejaban un deseo intenso pero derramando paz a la vez. Los movimientos de ambos, fluían acompasadamente al unísono, como en un acuerdo tácito.

El buscó un envoltorio de plástico, lo abrió con sus dientes y colocó el condón en su erección deslizándolo hasta el fondo. Ella por su parte relajo sus piernas invitándolo a entrar y él lentamente fue sumergiéndose en ella. En ella y en su pacífica  melodía.

Sus latidos, su movimiento de pelvis, sus perezosos gemidos, todo sincronizaba en armonía y oírla lo dejaba calmo y placido. Cada embestida, hacía que ella se abrazara más a él, con las piernas enlazadas en su cintura, las manos en su cabello, hombros, espalda y de nuevo a su cabello.

-Oh Melissa- Exhalo él

-Di mi nombre de nuevo- Suplicó ella

Y con su nombre una vez más en sus labios, estalló sobre ella aliviandose y dejando caer su peso lentamente sobre el delgado cuerpo.

Ella le hizo un gesto para que él se apartara a un costado, pero cuando él giró ella no se apartó de él. Lo mantuvo  en su interior.

-No hagas nada, solo relajate y dejamelo a mi ahora-

El asintió en silencio mirándola desde abajo.

Una mano acariciaba el vello de su pecho mientras se hundía  enteramente en él hasta llegar a lo más profundo. y sin más movimiento que una inclinación apoyó su mejilla sobre su corazón.

Tan ligera y delicada apenas sentía su peso y su piel tibia lo refrescaba. Su melodía era tan clara que no necesitaba el mínimo esfuerzo para comprenderla, su pasivo pulso y su sexo comprimiéndose una y otra vez en torno a él era todo lo que necesitaba oír. Todos sus fantasmas habían desaparecido. Rodeo sus brazos en torno a ella y resolvió que no seria la ultima vez que desearía oír la música de esta mujer.

glass violin in blue rosa hielo

__________Sinfonías Paralelas__________ Capítulo 2 “Besados por el Fuego”

Bueno antes que nada perdon por la demora y gracias por seguir la lectura. Hoy les traigo la 2da parte de esta historia un poco mas caliente que la 1ra. Si es la primera vez que entran vayan al capitulo anterior

Sinfonías Paralelas Capítulo 1 “Decisiones”

 Espero que disfruten leyendo tanto como yo escribiendo, no se olviden de votar, si les pinta comenten y ya saben denle play al video para que los acompañe la musica  😉

La melodía del HuesoDragon continuaba sonando, marcando el compás de los movimientos del violinista, y de las innumerables cabezas del público que prestaban tanta atención con sus ojos como con sus oídos. El teatro estaba repleto y su público siempre había sido exigente, mal acostumbrados a la excelencia de los conciertos que Brand ofrecía, él jamás se permitía el más mínimo error.

La pieza musical llega a su fin, el público se alza para ovacionar a su artista el cual contesta con una sutil reverencia, espera a que termine el estrepito y apoya nuevamente el violín entre su garganta y su hombro. Comienza a sonar una suave melodía relajante acompañada apenas por leves movimientos como si arropara a un bebe en su pecho, provocando que sus espectadores se acompasen.

Espontáneamente una, no, dos, tres columnas de fuego se alzan tras la estrella al tiempo que este acelera las notas y la melodía se torna más fervorosa. La música evoca recuerdos en la mente de Brand y no puede evitar perderse en ellos.

La noche era joven y  la lluvia era calma a pesar de que se habían pronosticado fuertes tormentas, sin embargo el calor llegaba a ser incómodo. Era la primera convención de músicos a la cual su tío, el gran maestro en cuerdas Johan Strasorier, no asistía

<<Cuanta falta me haces viejo testarudo>> Pensó Brand para sus adentros <<Primero falleces y luego me dejas  solo soportando a todos estos músicos mediocres sin talento>>

-Más vino señor Morghulis?- Le pregunto una moza con tono sumiso sosteniendo una bandeja repleta de copas

-Si – La mirada examinadora de Brand percato que la moza no era fea –Por favor-

-¿Blanco o tinto Señor?- dijo al tiempo que extendía su mano libre para recibir la copa vacía de la mano de él

-Blanco como su hermosa piel mi Lady- La moza se sonrojo y escondió su mirada hacia el suelo pero no tardo en subirla cuando Brand la tomo de la muñeca y le beso los nudillos, se estremeció.

-Pero solo permitiré que me sirvas si aceptas que yo te sirva a ti- Brand le sonrió acaloradamente al momento de mirar su rostro, a tal punto que dejo escapar una risa, pero por la forma en la que le sujetaba su muñeca era seguro de que le gustaba mucho más lo que oía, sus latidos eran aún más bellos.

Brand tenía una sonrisa hermosa y una risa cantarina, ninguna mujer podía resistirse a su sonrisa, y de hecho, ninguna lo hacía. Lo que lo hacía aún más irresistible era su casi metro ochenta de estatura, cuerpo delgado pero trabajado, y los brazos largos le permitían tocar el violín y bailar en ese estilo movedizo particular mientras tocaba. Una mandíbula ancha y firme bastante masculina, normalmente se dejaba crecer una barba estilo candado que terminaba en punta, pero cualquier estilo le quedaba bien. Unos ojos claros color miel que sabían muy bien como mirar le hacían juego con el castaño avellana de su cabello que casi le llegaba a los hombros. Brandam tenía demasiadas herramientas de seducción y las usaba muy bien a todas.

-No se me permite beber en servicio señor Morghulis- Le respondió su voz un tanto nerviosa

– Nada de señor, llámame Brand- Corrigió con tono serio exagerado y ceños fruncidos en forma juguetona – Si no puedes beber en servicio, entonces compartiremos unas copas en mi departamento, una vez que esta aburrida ceremonia termine nos alejaremos de esta gente y de este calor insoportable- Decidió sin titubeos- Vendrás con migo-

-De acuerdo Señ.. Brand- Inhalo las palabras cuando el galán le sujeto la barbilla entre el pulgar e índice. Brand, tomo la copa y se alejó.

Una explosión trajo a Brand de nuevo al tiempo presente, mas columnas de fuego, una en una se alzaban rodeando el escenario al ritmo que la conmovedora melodía iba in crescendo. El fuego aumentaba y disminuía al unísono, Brand diviso en primera fila una silueta curva bien alineada bajo un vestido rojo que reflectaban las llamas y la estadía en el mundo real volvía a mudarse hacia  los recuerdos remotos.

Era la quinta copa consecutiva de Merlot que Brandam tomaba, o la cuarta había sido de Sauvignon, ya era turno de Brand de subir al pequeño y modesto escenario, entregar un par de absurdos premios y cerrar la fiesta con una breve pieza musical, tarea que había correspondido en vida a su amado tío.

<<Tío, a ti se te daba mucho mejor hacer amistades, o fingir que te caía bien la gente>> Pensó mientras le sonreía a los invitados al subir las escaleras << Eras mejor que yo en todo incluso tocando ese endemoniado violín blanco, hace poco que te has ido pero por más que me pese, te extraño tío>>

Él no tenía la menor intención de generar un gran espectáculo, agoto el último trago que le quedaba en la copa de un enorme sorbo y subió al escenario. Seria simple y conciso y se llevaría a la moza a beber algo a su departamento y más tarde a su dormitorio, o eso pensó hasta que apareció ella.

Iba vestida de rojo de los pies a la cabeza, con un vestido largo de seda brillante como el fuego, apretado en la cintura y suelto por debajo de las caderas con un tajo del lado derecho que nacía en el tobillo y llegaba un poco más abajo de la entrepierna. Mangas acampanadas y un escote pronunciado pero no escandaloso, a pesar de que se trasparentaba el corpiño bajo los que se veía tejido de un color rojo más oscuro. Llevaba en torno al cuello un collar de oro rojo, adornado con un rubí de buen tamaño apenas un poco menos sutil que sus aros gigantes de argolla. Su cabello no era anaranjado, ni color rojizo, como suele ser en el caso de las pelirrojas, sino de un tono de cobre pulido que brillaba contra la luz. Hasta tenía los ojos de un rojo amarronado. Y su piel tenía un bronceado perfecto que hacia juego con todo. Era una mujer esbelta, llamativa, más alta que la mayoría de los caballeros presente y casi tan alta como Brand, con pechos llenos, cintura fina y rostro en forma de corazón. Los hombres que la veían no apartaban la vista con rapidez, ni siquiera los que iban acompañados por sus parejas. Muchos consideraban que era hermosa. Brand la consideraba terriblemente roja.

El espectáculo fue un poco más que simple, los ojos rojos escudriñaron fijos a los de miel mientras los de miel, el resto del cuerpo de la mujer. Mientras Brand tocaba una pieza clásica a la perfección descifraba las notas del cuerpo de la dama, pero los efectos del Merlot, o habían sido del Sauvignon hacían desaparecer una que otra nota. << Es la primera vez que el alcohol afecta mi talento de esta manera>> Al menos eso fue lo que pensó el artista.

Una vez terminada la demostración Band recibió uno en uno apretones de manos acompañados de baratas adulaciones y sentidos pésame.

Hermoso espectáculo, ¿eh? —dijo una voz femenina detrás de él

-Sí, es una belleza –dijo- Pero no tanto como tú

-Vaya, vaya -La joven de rojo sonrió- Más me vale tener cuidado, el joven señor además de los ojos tiene la lengua de miel

-Pruébala y lo sabrás –

– Veo que el vino te ha puesto de ganas ¿eh?-

Brand le dedico una sonrisa picaresca –No le eches la culpa al vino de lo que tú has generado- Al tomarla por la muñeca confirmo que el vino era aún más inocente de lo que se lo acusaba, sus latidos, su respiración y sus gestos no coincidían con la mujer que había estado observando << Esto es imposible, será que tiene una gemela y está aquí presente vestida igual?>> Dudo pensativo, pero descarto la estúpida idea al recordar que al componer la pieza sonora “Alma Mía” las gemelas Alma y Mía tenían casi la misma canción en la cama. Si era efecto del alcohol o no Brandam sostuvo en averiguarlo.

-Tanto hablar de vino y miel y de ganas…-

-Basta ya!- Interrumpió la joven roja – ¿Para que tanto coqueteo barato si de todas formas terminare en tu cama? Sé que me deseas-

-Me voy al toilette- Decidió la dama – En 10 minutos te espero en la salida trasera, no te demores o me iré sin ti- Finalizo la frase y se retiro

Brand se quedó atónito siguiéndola con la vista mientras ella se alejaba. No daba crédito a tanta insolencia y mucho menos a que le gustara tanto que así fuese.

-¿Blanco o tinto Señor Brand?- Se había olvidado por completo de aquella moza.

-Lo siento mi bella, pero esta noche beberé rojo- Le sujeto una vez más la barbilla entre el pulgar e índice y se escabullo del lugar así sin más.

Las columnas de fuego formaban un circulo completo alrededor del violinista << Cuanto calor>> suspiro Brand, mientras la melodía sonaba con más ferocidad. Las columnas crecían y decrecían en una exagerada danza, siguiendo la música del violín como si estas fueran un ecualizador del sonido. El artista estira su brazo en una voltereta y corta el fuego con su arco como si este fuese una espada. Rápidamente el arco se enciende en llamas, pero parece no incomodar al artista que sigue tocando y bailando a su propio ritmo a pesar de tener el fuego tan cerca del rostro. El fuego parece no sofocar al violinista que se mueve con compas agresivo demasiado cerca de las columnas danzantes. Se mueve de lado a lado y va golpeando el suelo dos veces con un pie antes de hacer el siguiente paso. Una aproximación en demasía provoca que una flama se cuele en su frac y se extienda por su espalda muy de prisa, cuando el violinista se percata del fuego en su traje este ya se había extendido por sus mangas y el frente. La muchacha de la primera fila deja escapar un grito de auxilio al ver a su artista en el suelo del escenario pelearse contra las llamas. Las columnas se apagan totalmente y el público se levanta horrorizado, hasta que el artista deja de luchar, se incorpora con el violín ya en su hombro y sigue tocando mientras se ríe de la broma colectiva. La vestimenta antincendios y el frac en llamas fue idea exclusiva de Brand. El violinista se agita de lado a lado y da giros en la pista lanzando destellos de su saco y su arco, y una vez más las columnas explotan en sincronía.

La lluvia golpeteaba levemente en la ventana. Brand yacía sentado en su sillón, la dama de rojo frente a frente sobre sus faldas con sus ojos de fuego clavados en los de miel. El la tomo de la barbilla y acerco sus rostros buscándole los labios. La boca de la mujer se abrió bajo la suya. Le desabotono uno a uno los botones del saco sin dejar de besarlo y cuando llego a la camisa se la agarro por el cuello y desgarro la seda hasta el ombligo, Brand quiso subirle el vestido pero ella más hábil se separó de el con un paso atrás y siseó haciendo una señal de “no” con su cabeza en gesto travieso. Luego de eso ella misma se desabrocho algo detrás de su vestido y este se deslizo por sus curvas hacia el suelo. Su cuerpo podría quemar el mismo infierno.

Una vez que ambos se despojaron completamente de sus ropas la tormenta estallo. Él la tenía acorralada contra el placard, hundió su rostro en su cabello llenándose los pulmones con su aroma, no era dulce, si delicioso, y lo embriagaba de deseos de poseerla. Un relámpago azota e viento dejando la casa sin aire acondicionado y casi en completa oscuridad salvo por la luz que daba en la ventana junto con el la lluvia.

-Bésame completa- Le suplica ella. Brand la jala del cabello con un ápice de torpeza obligándola a levantar el rostro hacia el techo, dejando libre el cuello y el hueco bajo su garganta para colmarla de besos, Brand chupeteaba su piel por todo lugar donde podía y ella le presionaba su cabeza contra su cuerpo. Ella acaricio su masculinidad y la guio hacia su interior bañándolo con su calor. Ella dejo escapar un gemido violento, Brand lo continúo.

Otro relámpago se oye atronar afuera y el estrepito opaca los gemidos de placer de ambos, el calor los abrazaba y les perlaba la frente de sudor.

A él le gustaba sentir esos pechos suaves y redondos bajo sus dedos pero el sonido que emitía su corazón no armonizaba con el de su cuerpo y eso lo confundía. <<No es la música que oí la primera vez>> Pensaba. Ella colgó sus piernas sobre las caderas de el sin separar su espalda del mueble. Brand sentía como sus cuerpos ardían más con cada embestida, << Esta mujer es una hoguera>> incluso sus besos eran calientes. Los estruendos eran cada vez más consecutivos y el sonido del agua estrellándose en el vidrio se volvía ensordecedor.

Las nalgas del hombre se tensaban y la mujer le clavaba las uñas en su espalda con cada choque de cuerpos, hasta sentir el crujido de la madera del placard al romperse. Otro relámpago estallo y otro fulgor de luz entro invasivo por la ventana, encontrándolos íntimamente desnudos en el suelo, el sobre ella, ella aferrándose con piernas y brazos a él, desgarrándose el alma uno a otro – No pares! no pares! no pares! Por favor!- Le imploraba. Sus cuerpos transpiraban como si se estuviesen fundiendo el uno con el otro, como si se estuviesen cocinando. El viento golpea agresivo y abre la ventana dejando a la tormenta ser partícipe del evento. Las gotas de agua se confunden con el sudor, al contrario de la música del cuerpo de la mujer que se diferencia de la del corazón. Un gemido sollozante y la mujer lo libera de sus extremidades, él se queda un poco más, hasta que cae rendido sobre ella y luego se aparta. La lluvia se va disipando al igual que el calor de la habitación. La luz de la luna da justo en la cara de la mujer y Brand tendido en el suelo estudia sus ojos desde las sombras, unos ojos rojizos que en ese momento se veían muy fríos.

– ¿Cuál es su nombre mi Lady?-

-Ja ja. Creí que jamás lo preguntarías?- Contesto con una leve risa sarcástica –Llámame Roxanne-

-¿Roxanne así sin más?-

– Roxanne Winter para ti- Respondió con reproche – Mi Ser-

Al oír su nombre Brand determino que si tenía que prenderle fuego al edificio entero lo haría pero descifraría la melodía que ella escondía bajo ese corazón de hielo.

violinista en llamas

Sinfonías Paralelas Capítulo 1 “Decisiones”

Bueno después de tanto tiempo sin postear nada he vuelto con algo totalmente distinto. Dejando de lado las historias tiernas y melosas aparezco con una buena porno  historia Romántica/Erótica al estilo 50 sombras de Grey u otras porno de ese estilo que hayan tenido el gusto de conocer pero uds lectores son los que calificaran mi calidad.  Tratare de subir los capítulos lo mas seguido posible.

Sin nada mas que decir denle play al vídeo para que los acompañe la musica, lean y disfruten

El escenario del teatro era inmenso, las cortinas rojas de un impecable carmesí ondeaban por el movimiento del aire acondicionado y reflejaban destellantes las luces que provenían de lámparas en forma de antorchas haciendo ver como si la tela estuviese bañada en polvo de rubí.

Las antorchas ficticias también reflejaban su luz en los bordes del escenario recién barnizados y lustrados al igual que los postes tallados con un relieve atractivo en rectángulos irregulares simulando ser torres de un castillo, los bordes de las butacas y reflejando en todo lo demás que también era de roble.

Un ángel cuya piel era de una madera blanquecina posaba sobre una de las esquinas frontales del escenario con sus imperiosas alas tendidas hacia atrás y hacia arriba, vistiendo una armadura deslumbrante plateada con un destacado crucifijo dorado grabado en su pecho, empuñando desafiante una espada de doble mano de acero inoxidable con la empuñadura en forma de águila, la cabeza y el pico hacían el pomo, las alas de esta hacían el guardamano y la hoja brillaba sin importar en qué dirección se la mirase al igual que un halo como único adorno en su cabeza que posaba a la altura de sus sienes

Frente a este, como aceptando el desafío, un demonio con grandes alas de gárgola encogidas cayendo bajo su espalda como si fuese una capa pesada cubriendo sus hombros, una armadura negra y opaca protegía su pecho con las fauces abiertas de un dragón en el frente mostrando los dientes de turmalina y ojos de amatista, un hacha de doble filo con la empuñadura en forma de ángel de la muerte y una calavera en el pomo, el hacha también carecía de brillo, era de un gris tan oscuro que casi parecía negro, Pero en los bordes había un rojo tan oscuro como  sangre seca y los dos colores se besaban sin siquiera tocarse, en su cabeza un yelmo con una cornamenta imperial que pareciese haber sido forjada en las fraguas del mismo infierno.

 

Brandan estaba un poco nervioso a pesar de que todos los preparativos estaban terminados, las luces colocadas, los parlantes calibrados, pantalla gigante y cámaras todo de alta definición, efectos especiales instalados y todo se había probado decenas de veces sin mostrar fallas

Su preocupación era otra, él ya había estado miles de veces sobre un escenario con un violín en sus manos pero esta vez era distinto y el HuesoDragon estaba allí presente con su arco y su funda atada a la espalda. De una forma muy particular esta vez era su debut, los espectadores comían ansias al igual que Brandam. Todas las luces se apagaron al tiempo que todo el bullicio comenzara a tornarse en silencio. Una única luz se encendió potente pero no cegadora apuntando al centro del escenario, el espectáculo estaba a punto de dar su inicio.

Y allí estaba la estrella, saliendo de entre las sombras para pararse firme con un pantalón de lino, chaqueta negra ajustada al pecho del mismo material con bolsillos en corona cocidos a mano y botones de cáscaras de nuez, camisa de bambú con cuello estrecho lisa y blanca como la nieve, zapatos finos de cuero gamuzado, una corbata bien ajustada en nudo Windsor de seda gris con rayas negras inclinadas y una rosa blanca hecha con una servilleta de tela que el mismo Brandam había hecho en el restaurant del teatro, a Brand no le gustaban mucho los sombreros << Pero esta vez por qué no? >> Pensó para sus adentros. El HuesoDragon y su arco salieron de la funda tan de prisa que el violín voló seis metros en dirección al techo del teatro y el público se alzó de pie de pavor, la muchedumbre solo se calmo cuando el violinista después de un giro artístico atrapo el violín entre su hombro y su cuello antes de que llegara al suelo como estaba planeada la apertura del show.

El concierto clave había dado su inicio pero Brand solo podía pensar en lo que había ocurrido largo tiempo atrás, la decisión que lo había llevado a donde está ahora y su cabeza comenzaba a nadar en recuerdos al ritmo que las notas comenzaron a sonar

Brandan yacía desnudo acostado boca arriba en la cama, ella trepaba lentamente y zigzagueante sobre él por toda su longitud. Una vez que sus cinturas estuvieron a la misma altura se sentó a horcajadas sobre él,  los dedos de la mujer encontraron  su sexo y los cerró en torno a él para guiarlo entre sus muslos .Brand con sus dos manos fuertes le apretaba con firmeza su cintura mientras ella lo montaba con un movimiento ondulante y circular acompañado de leves gemidos, ella acariciaba su pecho barnizándolo con el sudor de ambos, remarcando sus sutiles pero rígidos expectórales. Gracias a la luz tenue y rojiza de la habitación, Brandan podía adorar el color rosa vivo de sus labios suavemente retocados que hacían juego con sus pezones rígidos y esa mirada fija con ojos de cazadora que parecían devorárselo de deseo, él la sujeta fuertemente enterrando sus dedos en sus nalgas cada vez más a medida que iba aumentando la excitación y aceleraban el movimiento

-Sí, así, así Brand, sigue- Le suplicaba ella, Brand le respondía con una mezcla de gemido y respiración agitada. Luego en un giro repentino y violento ella fue la que quedo acorralada entre el lecho y el hombre con sus brazos extendidos sobre la almohada bajo la mirada depredadora. Brand  estiro sus manos para atrapar sus muñecas contra el respaldar de la cama pero ella aún más astuta se anticipó y tomo una de sus manos y la deslizo por su escote bajando suave y lentamente por entre medio de sus senos redondos y que se iban volviendo aún más firmes con el tacto de él, Brand abrió más su mano para acariciarle toda la piel, ella lo guio bajando por su ombligo hasta llegar al tope de la ingle, ella se detuvo un instante y Brand sintió en su palma los latidos de la mujer reclamando más lujuria, bajo su mano con más ligereza por el borde de sus muslos hasta besarle el sexo con las yemas de los dedos y ella emitió un gemido casi afónico, sin soltar la mano hábil del violinista  apoyo los dedos largos y finos en los propios labios de Brand invitándolo a beber de su miel, y luego compartió ese sabor con un beso intenso, al principio con evidente emoción, luego con total entrega y una lengua juguetona que se movía al ritmo del choque de sus cuerpos y para terminar el beso le rozo con la punta de la lengua delicadamente el paladar acariciándole la parte posterior de sus dientes frontales haciéndole unas cosquillas que le erizaron la piel y lo obligaron a tomar una bocanada entrecortada de aire.

 

Eddar Brandam Morghulis conocido artísticamente como “Brand” es el Violinista Francés del genero Clásico y Moderno más famoso e indiscutiblemente talentoso de todos los tiempos, había estado con más mujeres de las que cualquiera pudiera recordar, pero él las recordaba a todas por una enorme obsesión o un don en particular que solo el tenia, nunca había compartido la cama con la misma mujer más de dos y como mucho tres veces, luego de eso borraba sus números telefónicos y los bloqueaba para evitar ser molestado, al encontrarlas por accidente fingía no reconocerlas aunque en realidad no las reconocía por su rostro ni por su voz o forma de vestir, su obsesión apuntaba más allá.

Brandam no las buscaba, no tenía necesidad de ello, él es “Brand”, las más bellas mujeres lo buscaban a él, desde simples fanáticas hasta grandes estrellas de la farándula, modelos, actrices y otras artistas de la Música, él se encontraba con mujeres de la alta sociedad todo el tiempo, y luego de cumplir su cometido, las desechaba a todas como cuerdas rotas. Solo dos mujeres cabían en la excepción, dos mujeres muy particulares que siempre frecuentaba y totalmente distintas una de la otra. Roxanne Winter una mujer con apetito sexual insaciable pero con un corazón tan frio como el invierno y Melissa Cherryberry la mujer más dulce que jamás alguien haya conocido, pero también la más tímida y un tanto aburrida para las exigencias de Brand.

El motivo por la cual Brand las eligió y las frecuentaba no era casual, todas las sinfonías que el componía llevan nombre de mujer y nadie sabe por qué, excepto el mismo Brand y también su maestro cuando este aún vivía, Brand elige a sus mujeres por su belleza y algo más… Las elige por su melodía

 

Brand tiene un don y este consiste en que puede encontrarle melodía a las mujeres, aun antes de que una se le acerque y empiece a entablar conversación él puede sentir su melodía mediante el ritmo de su respiración, de su habla, sus parpadeos, gestos faciales, y cualquier movimiento que pueda hacer, luego empieza a seducirla sin mucho esfuerzo y la toma delicadamente de la muñeca mientras le habla para sentir el ritmo de sus pulsaciones y conocer la esencia de la melodía de su corazón, y si esta le gusta se la lleva a la cama, y en la cama es donde puede oír su música totalmente desnuda y clara sin ocultar nada, ni una nota, ni un silencio se le puede escapar a Brand cuando está en un contacto tan íntimo, él les compone su sinfonía mientras les hace el Amor.

Pero la sinfonía de Roxanne y la de Melissa son muy especiales ambas totalmente distintas imposibles de mezclar una con otra, dos sinfonías con tiempos, silencios, tonos y acordes distintos, dos sinfonías paralelas que no pueden cruzarse.

 

Y allí estaba Brand un año atrás empapado en el sudor de ambos, respirando con agitación, sujetándole ambas muñecas con una mano contra el colchón y con la otra acariciándole el rostro y luego los labios mientras ella distendía sus piernas invitándolo a entrar, el movimiento se intensificaba cada vez más fuerte y más rápido, ella chupeteaba juguetonamente sus dedos y se los mordía con un poco de fiereza unos milímetros más arriba de las cutículas arrancándole un gemido de voz bien masculina a Brand seguido de una bocanada de aire con los dientes bien apretados, luego él comenzó a entrecortar sus movimientos al ritmo que ella  entrecortaba también sus gemidos agudos que llegaban a tal punto de placer que se confundían con dolor, el hombre continuo hasta que sintió esa dulce y tibia humedad desbordando en torno a él al culminar el placer.  Ella se apaciguo y Brand se desvaneció sobre ella concediéndole sentir su calidez en la longitud de todo su cuerpo, y sin apartarlo de adentro suyo enredo sus brazos tras la nuca de Brand, le coloco un beso agitado al costado del cuello y descanso su rostro en aquel pequeño lugar que le correspondía a su violín mientras ambos recuperaban el aliento.

Allí fue cuando Brand lo decidió, no podía seguir más con el corazón divido en dos sinfonías, esa confusión lo estaba matando y de una vez por todas debía dejarse de rodeos, daría fin a la relación que tenía con la mujer que estaba desnuda bajo su cuerpo y se quedaría con la otra.

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Mittmi Capítulo 12 “Luz”

Un calor acogedor en mi espalda me despierta de mi mal sueño, aun sigo cayendo de espaldas y puedo sentir el aire tibio correr por mis mejillas y puedo ver colarse varios haz de luz por los costados de mi cuerpo y por entre los dedos.

Esa luz refulgente proveniente debajo de nosotros y comienza a irradiar cada vez más hasta cubrirnos totalmente con su brillo permitiéndome apreciar que Med también ha despertado.

Hay algo verdaderamente grande bajo nuestro pero no puedo girar para verlo. Aun siento que caemos pero esta vez pareciere que estamos cerca de aterrizar, el calor es cada vez más abrazador, pero suave al igual que el viento y el rotundo impacto se siente como si hubiésemos aterrizado en una montaña enteramente de plumas, no se siente dolor alguno y hasta ha sido divertido, luego de observarlo bien descubro que no son plumas, hemos caído en un colchón de Lucim en estado puro.

La suavidad y comodidad del enorme colchón de luz nos llena de pereza.  Med está despierta, acariciando y jugando con la ceja del que antes era mi ojo herido, ahora está sano y con mi vista completa puedo verla mejor y el color blanco impregnado en su Mollis desde los pies hasta la punta de su trenza la hacen verse inmaculada y mucho más bella.

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que empezamos a caer, tampoco sé cuánto tiempo hemos estado viviendo aquí ya que no existen los ciclos de sombra, jamás oscurece y no hemos vuelto a saber de las bandadas de Kloues, tampoco sé si hemos caído en una isla, en un Borrel gigantesco o en quién sabe dónde pero hemos recorrido este lugar de punta a punta lo más que hemos podido y pareciere no tener bordes, parece no haber un más-abajo de esto o quizás esto es la muerte y el abismo no era tan malo después de todo. Abrazo con cariño a Med y la beso con todo el Amor que siento por ella, sin palabras le digo que ya hemos alcanzado la felicidad máxima que estaremos juntos por siempre, ella con su sonrisa brillante como perlas me contesta que tengo razón y que es feliz a mi lado y nos perdemos en la mirada del otro.

Una ráfaga de viento pasa por encima de nosotros interrumpiendo el mágico momento, sacudiendo nuestras orejas y el largo cabello de Med. Algo aterriza cerca de nosotros sin dejar de aletear tapándonos con el Lucim volátil que nos rodea, dejando ver apenas una silueta erguida e imponente tras el polvo que nos bloquea la vista y revelando un graznido de ave adulta, no dejo de abrazar a Med hasta que sus alas se han tranquilizado, el polvo desciende lentamente y ese plumaje disparejo dorado y negro me resulta muy familiar, ahora mide 6 veces nuestro tamaño,  8 veces cuando eleva bien alto su largo y elegante cuello varonil y unas 12 veces cuando estira su fornida cola. Tamaño más que suficiente para transportar a dos Dollits en su lomo.

– Ha venido Lux, nos ha encontrado– Exclama ella entusiasmada

– Lo sé preciosa, lo sé – Asiento con la cabeza

Ahora mis dudas se aclaran, el hecho de que Sarcan haya crecido hasta convertirse en todo un adulto es la prueba segura de que no estamos muertos ni estamos soñando, estamos más vivos y conscientes que nunca y hemos cumplido un sueño más habiendo aterrizado en un Lumine, y este… Este será tan solo el primero de tantos que recorreremos juntos

FIN

Mittmi Capítulo 11 «Sueños»

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que empezamos a caer, el aire helado es tan penetrante que no puedo sentir ninguna parte de mi cuerpo. La oscuridad es tan absoluta por donde mire que no sé si mis ojos responden al pestañeo o si también están paralizados, También he dejado de percibir ese molesto picor en la herida de mi ojo pero no puedo asegurar de que se halla curado o empeorado del todo, al fin y al cavo ya no importa solo me limito a seguir abrazando a Med lo más fuerte que mis energías me permiten para no separarme de ella, sus tenues latidos me indican que todo está bien, que aún sigue con migo. Ya he perdido casi todas mis fuerzas pero aún estoy junto a ella, nunca pensé que esto de la muerte sería tan lento y doloroso

He renunciado a todas las esperanzas de volver a Iluminha o Arriba o encontrar un lugar similar, solo deseo que al abandonar este mundo lo hagamos los dos al mismo tiempo, no soportaría que el abismo la devore antes que a mí y no soportaría vivir ni un minuto sin ella.

Desearía que jamás hubiésemos intentado abandonar la isla, desearía no haber dejado que Med montara sola en el lomo de Sarcan, y desearía jamás haber soñado con volar, aunque ese deseo fue el que nos unió desde el primer día que nos conocimos, ahora lo recuerdo con claridad, ella tan efusiva y yo tan tímido, corriendo los dos tras las enormes sombras de los Borrels que eclipsaban la luz del cielo, y corríamos desde las verdes llanuras que parecían inacabables hasta las altísimas montañas. Yo deteniéndome a cada instante para admirarlos y soñar unos segundos, ella llamándome enérgicamente a gritos para que me apresurara o se nos escaparían, aunque ellos jamás estuvieron a nuestro alcance.

También recuerdo aquel ciclo de sombra en el que le jure que fuese donde fuese la llevaría con migo, así siempre estaríamos juntos y para recordárselo todos los días le grabe “Mittmi” en un collar que yo mismo fabrique y se lo regale, ella sonrió febrilmente y con los ojos brillosos y humedecidos me prometió que jamás se alejaría de mi lado, que siempre formaría parte de mi felicidad y que me seguiría hasta lo más profundo del abismo si así hiciera falta.

También recuerdo nuestro primer beso, la tome de la mano y sin decir ni una sola palabra la lleve al sitio más hermoso de toda Iluminha esquivando su bombardeo de preguntas ansiosas, aunque con certeza ella sabía muy bien a donde y para que la llevaba.

Solo las mariposas fueron testigos de nuestro Mittmi, aunque según se dice cuando dos seres entran en Mittmi desaparecen del mundo así como el mundo desaparece a su alrededor. Quizás sea por eso que aún no hemos muerto, no estamos con el mundo, o quizás al morir seamos como esos coloridos gusanos que se envuelven en una capa de su propio Lucim para transformarse en mariposas casi translucidas a excepción de un fino reflejo de arcoíris en sus alas. Quizás al morir Med y yo nos transformemos en Borels y empecemos a vivir de nuevo, o tal vez este soñando estupideces, no lo sé.

No sé si es que el frio arrebatador que me ha hecho perder toda mi sensibilidad pero ya no logro sentir los latidos de Med, ya no los oigo y no los siento palpitar contra mi pecho. Con las pocas fuerzas que me quedan intento sacudirla pero mis brazos endurecidos ya no me responden, intento gritarle para despertarla pero mi voz débil y fracturada apenas arroja un frágil susurro imperceptible, empiezo a desesperarme y por más que intente moverme y gritar es en vano mi cuerpo ya no está bajo mi mando, solo me queda aumentar la potencia de mis latidos para que Med los sienta y despierte, << Por Favor despierta Med, no me abandones ahora, no me dejes, Medalay!! >> Pienso para mis adentros << No puedo vivir sin ti, no se vivir sin ti, Vuelve, quédate con migo!! Mittmi con migo una vez más >> No hay caso, mis latidos y mis pensamientos no la hacen despertar  <<  Por Favor que esta sea otra pesadilla, solo puede ser otra pesadilla, no puede ser real, Med no puede haberse ido, no sin mi >>

Un frio petrificante comienza a colarse por mi garganta e invade mi cuerpo por completo, y me quema << Vaya que el frio quema >> ahora un fuerte dolor irrumpe en mi pecho, como si diez Kloues me lo atravesaran con sus picos filosos de Skeer hasta que la sensación se vuelve insoportable. Ya no puedo controlar mis latidos y empiezo a sentir como perezosamente se van apagando, el desagradable frio se ha desvanecido y empiezo a sentir tibieza, una tibieza que me provoca un invasivo sueño y es más fácil entregarme que luchar contra la somnolencia y hasta los sonidos de mis propios pensamientos se van tornando lejanos y confusos hasta que ya no puedo oírlos << Te Amo Med >>…

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Mittmi Capítulo 10 “Recuerdos”

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Salte con todo el impulso que pude y cuando ella llego a mi altura la embestí con mi hombro y le di un golpe de revés con mi brazo empujándola hacia el suelo antes de que cayera colocándola a salvo, alejándome aún más del suelo firme gracias al choque de nuestros cuerpos y haciendo que mi pesadilla empezara a cobrar vida. Nos miramos mutuamente todo el tiempo que pudimos, esos segundos parecían no acabarse más, la vi ahogarse en un llanto afligido pero sin apartar sus ojos de los míos hasta que deje escapar una lágrima de Lucim por mi ojo herido antes de que el cordón de la isla se interpusiera entre nuestras ultimas miradas… Y el abismo comenzara a devorarse mi existencia.

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Y así fue como llegue a revivir mis pesadillas, cayendo de espaldas hacia el vacío con una lluvia de plumas negras y doradas danzando a mis alrededores y cascotes de tierra que se desgranaron del borde, por momentos lo sentía como si ese momento fuese un deja vú, un recuerdo lejano más que una pesadilla viviente. El aire se va enfriando más y más a medida que voy descendiendo. Extiendo mis brazos y piernas lo más que puedo para ofrecer resistencia al aire  y hacer más lenta mi caída, mientras me estiro siento que el frio me abraza más fuerte, y duele, quiero fingir que vuelo y prolongar el desagradable final el mayor tiempo posible para recordar los bellos momentos de mi vida junto con Med.

Cayendo muy cerca de las paredes del borde puedo ver como se extienden las raíces, pasto y hasta uno que otro pequeño árbol, por más que intentase estirarme no lograría alcanzar nada de que poder sujetarme, así que me limito a contemplar el paisaje sin cambiar mi postura.  Más formas de flora van a pareciendo a medida que desciendo, diferentes tipos de plantas, plantas que jamás había visto, pero de alguna forma mi mente las recuerda a todas. Pequeñas punzadas palpitan en mi cabeza y cierro mi ojo sano para tratar de reprimir el dolor e imágenes fugaces atraviesan mi cabeza, si las recuerdo, no sé de dónde pero las recuerdo, recuerdo el Roblerojizo, los árboles más duros de todos, su tallo y ramas color rojo escarlata y sus enormes frutas de un color brilloso naranja amarillado, también recuerdo el color azul grisáceo del Pensando en ti que se iba tornando celeste a medida que se ramificaba y como se pegaban las semillas de su fruta en toda la barbilla y mejillas cuando se mordía y se saboreaba la dulce pulpa, esas Imágenes que merodeaban mi conciencia parecían muy otrora

La isla parece estar llegando a su fin, las paredes de tierras han quedado ya arriba suplantadas por rocas y unas gruesas raíces que se cuelan por entre medio, por fin lograre ver que es lo que la sostiene, por el momento solo veo una enorme cueva oscura hasta que velozmente de dentro de la cueva aparece una gigantesca cara y se detiene a unos pocos metros en frente mío logrando arrancarme un grito y desequilibrarme del susto. Es sin duda lo más grande y fantástico que jamás había visto antes, me deja maravillado, su cabeza es enorme, su Mollis es del color de los árboles, tiene los ojos cerrados de tantas arrugas en la cara y estas se extienden por casi todo su cuerpo formando dibujos en formas circulares tal cual se forman en los tallos y ramas, como tatuajes con relieve, es como si este Borrel fuese un árbol enorme con montañas de tierra y vida en su lomo, estoy tan deslumbrado que por momentos he olvidado que estoy viajando directo a mi muerte, si es que esta bestia no me devora antes, aunque se lo ve bastante pacífico y pareciera estar dormido, se lo ve muy anciano quizás esté llegando al final de sus ciclos y de seguro no ha notado mi presencia.

Para mi asombro, la isla, la que últimamente temblaba y se quejaba tanto no era otra cosa más que un Borrel desmesuradamente gigantesco, ya desde esta altura la perspectiva me permite verlo moviendo perezosamente cientos de aletas a su alrededor para mantenerse a flote y no caer.

Pareciera empezar a sentirse incomodo por alguna molestia y casi sin dar aviso previo lanza un rugido estrepitoso y aletea rápidamente soltando gran parte de su plumaje que se estampa contra mí, es tan confortable sentir esa suave sensación de miles de plumas con sus múltiples y radiantes colores abrigándome y acariciando mi Mollis provocándome leves cosquillas que me relajan y me hacen nuevamente olvidar mi grave problema, estoy ya cumpliendo uno de mis sueños, todo este tiempo he estado volando en el lomo de un Borrel sin saberlo, pero lamentablemente mi otro sueño de alcanzar un Lumine y poder compartirlo con Med quedaría inconcluso.

Ya estoy alejado de la creatura, me acuesto en el aire y me extiendo lo más que puedo, la herida en mi ojo comienza a irritarme e imágenes sin sentido de lo que podría ser Iluminhá invaden mi cabeza, cierro mi ojo sano para capturar mejor esas figuras en mi imaginación y efectivamente se ven con mayor claridad, puedo ver las cascadas de agua plateada, las plantas y hongos fosforescentes, los arboles danzantes con frutas de Mollis etérea… Y también veo a Med acercándose a mí corriendo lentamente diciendo suavemente mi nombre una y otra vez llamándome mientras se acerca –Luuuuux– se oye lejano –Luuux– Me dice nuevamente y una lagrima de dolor y tristeza corre por ojo herido –LUUUUX!! – Un fuerte impacto golpea en mi pecho como si me hubiesen lanzado una piedra de mí mismo tamaño dejándome sin aliento y antes de poder inhalar algo de aire siento sus menudos brazos enroscarse y abrazándose a mi espalda y su cálida voz haciendo mención a mi nombre una vez más casi en susurro

–MED!! –Agacho mi cabeza hacia ella y le grito apenas verla –Porque saltaste? Porque abandonaste la isla? Tú no tenías por qué morir, yo salte para salvarte, tú debías quedarte y vivir–

–No– Me responde ella con la voz a punto de quebrarse y las lágrimas apenas contenidas

–Porque saltaste Medalay? Porque? – Le grito regañándola totalmente furioso

–Porque no iba a quedarme de brazos cruzados mirando como el Amor de mi vida caía en el abismo sin hacer nada por segunda vez– Me dice mientras me mira con el ceño fruncido

<< Por segunda vez? >> Pregunto desconcertado susurrando para mis adentros arqueando una ceja

–Has salvado mi vida dos veces Lux, hace un momento en Arriba… y la primera vez en Iluminhá-

Sin poder decir ni media palabra imágenes fugaces de Iluminhá nuevamente recorren mi mente obligándome a fruncir los ojos

–No lo recuerdas, pero tú y yo ya nos conocíamos desde hace tiempo, Iluminhá fue nuestro primer hogar y viajar en el lomo de un Borrel recorriendo los Lumines enteros fue nuestro sueño, y también nuestra perdición –

Su voz es muy triste pero aun contiene sus lágrimas. Las imágenes siguen rondando mi cabeza y algunas de ellas se van haciendo más claras

–Cuando caíste de Iluminhá grite tu nombre mil veces con desesperación hasta verte desaparecer siendo devorado por el abismo y aun así seguí gritando por todo un ciclo de luz entero, sentía tanta impotencia que lo único que podía intentar era tratar de hacerte regresar a gritos–

Sus palabras van devolviéndome poco a poco la memoria perdida. Ahora entiendo que mis pesadillas en realidad eran recuerdos, tormentosos recuerdos

–Por eso fue que saltaste la primera vez, para volver con migo? – Le digo con voz áspera aun con algo de enojo y tiritando por el frio que ya se estaba tornando insoportable y no podía dejar de temblar

–Si– Me contesta secamente mientras agacha su mirada apartándola de mis ojos –Después de que desapareciste de mi lado mi vida se desmorono por completo, nada más me importaba iba todos los ciclos de luz al borde en el que caíste, el abismo no logro devorarte porque yo te pensaba y te recordaba todos los ciclos para que nunca te fueras para siempre, después de mucho entendí que era inútil tarde o temprano te olvidaría, pero no quería hacerlo no quería una vida sin ti, me despedí de Skyia y opte por saltar, o te encontraba con las escasas esperanzas que aun conservaba o moría contigo, de una u otra forma nos hallaríamos en Mittmi de nuevo, y salte, salte lo más empinada posible para romper el aire, tomar velocidad y alcanzarte estés donde estés–

Sin separarse ni un milímetro de mí, se arrima más a mí y coloca su frente sobre mi cuello al tiempo que su voz se desgrana y se quiebra por completo, ya no puede contener más las lágrimas y casi a gritos las derrama en mi cuello, estas se convierten en escarcha a los pocos segundos que toman contacto con el aire mientras yo sujeto con una mano su espalda y con la otra su cabeza acariciando su pelo correspondiendo también a sus lágrimas, hasta que el Mittmi se apodera de nosotros.

Mi ojo ya no duele y está abierto por completo, el clima gélido es remplazado por la tibieza de nuestros brazos, las pocas luces que nos alumbraban se desvanecen al igual que la sensación de vértigo, solo es visible la luz de nuestro Lucim, nos decimos “Te Amo” al unísono y nos bebemos las palabras de la boca del otro, un beso suave como caricia de pluma, luego sus labios dibujan una sonrisa extendida de par en par que me desborda de paz y calma, me inunda de tanta tranquilidad que solo quiero jugar con su pelo y sus aretes siguiendo el espiral de caracol con mis dedos y continuar besándola hasta dormirme, convirtiendo esta pesadilla en el sueño más dulce, nuestro último sueño, y quedarnos en estado de Mittmi para siempre.

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Mittmi Capítulo 9 “Pesadilla”

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Estaba descendiendo lentamente, de espaldas hacia el abismo y sin nada de que sujetarme, veía la isla alejarse de mi mientras sombras negras parecían elevarse, danzando y burlándose de mí y de mi caída, riéndose a carcajadas siniestras y una voz en lo alto llamándome por mi nombre desesperadamente hasta disiparse en el silencio, de pronto todo comenzó a acelerarse, la isla había desaparecido desde mi perspectiva y las sombras giraban a mi alrededor envolviéndome en un frio atroz y soltando partes de su plumaje, lanzaba bofetadas al aire tratando de apartar las sombras y plumas de mi pero era imposible, hasta que las sombras se apartaron de mi al tiempo que tomaban una forma más sólida, formas de ave, incrustaron su roja y abominable mirada en mí mientras deslizaban su larga y fina lengua por el filo de sus picos como saboreando a su presa antes de comérsela y rompieron en carcajadas una vez más, aleteaban soltando una cantidad desmesurada de plumaje negro que me envolvió por completo tapándome la vista y limitándome a ver solo la oscuridad y me desperté exaltado tomando una bocanada de aire casi ahogado.

Aún estaba oscuro y mucho más dentro de la cueva, habíamos optado en dormir refugiados ya que los ataques de Kloues eran cada vez más incesantes. Mi ojo me provocaba punzadas de dolor, Med dormía plácidamente a mi lado emitiendo leves silbidos, y Sarcan, nuestro nuevo Amigo, enroscado con su propia cola y tapando la mitad de su cara con una de sus alas, aun se lo veía tan inofensivo, con su plumaje dorado y negro disparejo y sus pequeños lloriqueos entre sueños quizás de extrañar a su madre que ni siquiera llego a conocer, el ya media un poco más de nuestra altura y dominaba la técnica del vuelo pero aun era muy joven para hacerlo llevando peso extra en su lomo, aun le faltaba mucho por crecer pero Med insistía en forzarlo. Ya no disfrutábamos nuestra estancia en Arriba como los primeros ciclos en los que nos conocimos, los ciclos de luz eran más cortos, las tormentas mas continuas y por si fuera poco a todo esto se añadieron temblores, estrepitosos crujidos que parecían lamentos provenientes de adentro de la isla como si esta se quejara.

Debíamos abandonar Arriba cuanto antes pero Sarcan era muy pequeño aún, y ya la idea de volar en sí era demasiado peligrosa, quizás por eso tenía esas pesadillas recurrentes, las había experimentado los primeros ciclos en los que aparecí aquí, aquellos ciclos lejanos donde llega mi memoria, pero ciclo a ciclo fueron cesando y ahora en estos últimos, habían sido más frecuentes y más aterradores.

Por la mañana Med estaba decidida a todo o nada, ya en el lomo de Sarcan saltarían desde lo más alto para poner al ave en una situación que lo obligara a utilizar toda la fuerza de sus alas y que las ráfagas de viento de las alturas le inspirasen confianza, yo no estaba muy de acuerdo en tomar tales medidas pero no podía oponerme, yo también deseaba con desesperación volar lejos de aquí, los acompañe a ambos a la sima de la montaña más alta, podía verse todo desde allí, los bosques y sus árboles tanto los gigantescos como los pequeños con copas de distintos colores que daban frutas de todo tipo, algunas veces solía encontrar dos frutas distintas que habían crecido tan pegadas una de la otra que casi no se discernía donde empezaba una y terminaba la otra, esas tenían un sabor único, también se veían los ríos descender desde  las empinadas colinas y caer en cascadas que brillaba en dorado con el reflejo de la luz hasta desembocar en los estanques.  Se lograba distinguir como las formaciones de humedad de diminutas burbujas en el contorno formaban una franja flotante que brillaba en un dorado aún más intenso, como si los estanques estuviesen protegidos por un aura de Lucim que las rodeaba.

Luego de contemplar todo un breve rato baje sin demoras, no quería que el ciclo de sombra se nos viniera encima en pleno vuelo, deje a Med y a Sarcan solos arriba y yo descendí para  guiarlos marcándoles el camino seguro,  ya desde abajo y bastante alejado le di la señal a Med de “Todo en orden”, el ave estaba bastante dubitativa y reculaba alejándose del filo del barranco sin dar caso a los intentos fallidos de forcejeos físicos que Med le hacía al ave para que este se arrojara, hasta que opto por engañarlo, lo tentó con un durazno acercándolo y alejándolo de su pico hasta hacerlo concentrar únicamente en la fruta y que olvidara el verdadero motivo por el cual estaban allí, una vez que capto toda su atención le arrojo la fruta al vacio y el muy tonto se lanzó en caída libre hasta alcanzar la fruta, Med sujetó las riendas con fuerza y poco a poco mientras caían fue dejando de lado el temor.

Sarcan estaba volando con ella en su lomo como si no sintiera peso alguno, se lo veía muy gallardo con su largo cuello estirado como lo tenía su madre y sus alas abiertas de par en par mostrando todo su esplendor y graznando de emoción, entretanto se suspendía en las alturas sobre mí, dejaba admirar como la luz eclipsada proveniente de Iluminha  reflejaba destellos en el contorno de su figura y en sus plumas como si el brillo fuese propio, y hasta el plumaje ya no parecía tan desparejo, como si hubiese alcanzado la madures de un solo golpe en ese vuelo.

Todo parecía perfecto hasta que alcance a prever que se dirigían hacia el límite de la isla, el límite entre el suelo firme y la nada misma, Sarcan parecía controlar el vuelo pero aun así era peligroso, le grite a Med que se estaba acercando pero parece que ese era su plan desde el principio, su plan era sobrepasar el límite y si me lo hubiese dicho desde el inicio obviamente yo me habría opuesto rotundamente. Si! había enormes posibilidades de que lo lograra pero el mas mínimo porcentaje de fracaso me llenaba de pavor, y corrí, corrí con toda la fuerza que mi cuerpo me permitía hacia el límite, si el intento de volar fallaba entonces mi pesadilla se haría realidad para ella

Llegaron al límite y mis temores empezaban a verse cercanos, el terreno comenzó a agitarse, uno de los más fuertes temblores que habían ocurrido estaba teniendo lugar justo en ese momento,  Sarcan se encontró espantado frente al oscuro abismo y el alboroto del temblor, comenzó a aletear fuertemente vacilando y pataleando tratando de volar en reversa y regresar hacia atrás, a Med se le hacía demasiado difícil sujetarse entre el aleteo y las plumas que se desprendían.  Agachado y sujetándome lo más que pude del suelo le grite a Med que aguantara que no se soltara aún, que si Sarcan  retrocedía un par de centímetros más estaría a salvo y yo la atraparía, no se si no me escucho entre el aleteo y los graznidos o simplemente no pudo sujetarse más tiempo pero estaba cayendo desde lo alto y caería fuera del límite de la isla directo a la nada misma, un fuerte impulso golpeo mi pecho y se despertó una fuerza que jamás imagine que tenía, con todo ese coraje que junte y con mi ojo cerrado del dolor corrí por el filo del abismo mientras el temblor iba arrancando los bordes detrás mío en cada pisada, aún estaba lejos de ella pero no tenía más superficie donde pisar así que salte, salte con todo el impulso que pude y cuando ella llego a mi altura la embestí con mi hombro y le di un golpe de revés con mi brazo empujándola hacia el suelo antes de que cayera colocándola a salvo, alejándome aún más del suelo firme gracias al choque de nuestros cuerpos y haciendo que mi pesadilla empezara a cobrar vida. Nos miramos mutuamente todo el tiempo que pudimos, esos segundos parecían no acabarse más, la vi ahogarse en un llanto afligido pero sin apartar sus ojos de los míos hasta que deje escapar una lágrima de Lucim por mi ojo herido antes de que el cordón de la isla se interpusiera entre nuestras ultimas miradas… Y el abismo comenzara a devorarse mi existencia.

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Mittmi Capítulo 8 “Compañía”

A medida que pasaban los ciclos íbamos conociéndonos mejor con Med, ella me enseñaba sus palabras, yo le enseñaba las mías y prácticamente estábamos inventando un nuevo idioma juntos, casi siempre nos entendíamos con solo mirarnos y nos anticipábamos a lo que el otro quería decir, nuestro Mittmi era muy fuerte a pesar de que éramos muy diferentes el uno del otro.

Yo soy mucho más calmo y tranquilo, siempre fui muy pensativo y poco conversador, es entendible, desde que tengo memoria he estado solo, no he tenido contacto con otros Dollits, limitándome a imaginar y soñar como seria volar y viajar a otros rumbos, poder conocer otros seres y hacer Amistades,  jamás me imagine que algo como el Mittmi podría existir.

Ella es todo lo contrario a mí, es totalmente extrovertida e inquieta, por momentos no para de hablar pero eso no me disgusta, al contrario me encanta. No para de hacer bromas y su sonrisa está presente aun cuando duerme, a veces me quedo mirándola hasta dormirme, escrudiñando cada detalle de su rostro y escuchando su respiración y pequeños quejidos que hace entre sueños, se la ve tan delicada e indefensa cuando duerme. Ella siempre es la primera en despertar y buscar fruta al iniciar el nuevo ciclo mientras que yo le regalo unos largos minutos más a mi pereza.

Todo iba más que de maravilla hasta que los ataques de Kloues se fueron haciendo cada vez más frecuentes, prácticamente todos los ciclos de sombra, hasta que en un ciclo muy oscuro en medio de una tormenta apareció “eso”, se lo veía volar desde lejos y casi a la altura del blanco aire húmedo pero con las luces de la tormenta se podían apreciar los detalles, era más grande que un Kloue y más pequeño que un Borrel, tenía el Mollis de un pez que se podía ver brillar reflejando la luz con cada destello de tormenta, su cola era como la de una anguila pero mucho más larga, gruesa y la terminación en hueso con forma de triángulo. Sus alas tenían pliegues y plumaje hasta el lomo, garras y pico de Skeer como los Kloues, ojos grandes color miel al igual que sus cejas. Por momentos nadaba sinuosamente con la flexibilidad de un Borrel,  por otros extendía sus alas al máximo y tomaba velocidad esprintando en picada y luego realzando el vuelo.

No era ninguna de las dos especies, o era una mezcla de las dos. Emitía gritos semejantes a los sonidos de canticos de los Borrels pero no parecía estar cantando de alegría precisamente. La pobre creatura estaba perdida y parecía estar muy impaciente, al poco rato entendí mejor el motivo, aparecieron de adentro del blanco aire húmedo media docena de Kloues revelándose ante el resplandor de la tormenta, no tardaron en acortarle distancia y colocarse por encima siguiéndolo con intenciones de asecho. Uno de ellos envistió a la creatura pero esta ágilmente en el último segundo se hizo a un lado haciendo un giro de 360º sobre el eje de su columna y cuando el Kloue quedo trastabillando en el aire la creatura aprovecho el mismo envión y atinó en darle un fuerte coletazo en la cara enviándolo de bruces al suelo. Un segundo pajarraco también lo envistió pero la creatura dejo que este se acercara lo suficiente y cuando lo tuvo a su  alcance se dio vueltas boca arriba lo tomo por el cuello con su garra, amarro sus patas con su cola y lo abrazo firmemente con sus alas dejando inmóvil mientras se dirigían en picada girando como espiral hacia el suelo. Soltó al Kloue  unos pocos metros antes que se estrellara y continúo su vuelo a ras del suelo dejando una maraña de tierra y plumas negras atrás suyo.

Otras dos aves descendieron hasta volar a su mismo nivel y el habilidoso animal los condujo por el territorio de más arboleda, los pajarracos lo seguían con gran dificultad ya que este podía moverse sinuosamente y esquivar los arboles sin mayor dificultad, cuando los oscuros plumíferos estuvieron a escasos metros el ave solitaria advirtió dos árboles estrechos en frente de él, comenzó a aletear incesablemente provocando una nube de polvo y sin aminorar la velocidad colocó sus alas y cuerpo en poción paralela al espacio entre los arboles e inmediatamente después de cruzar el apretado espacio se logró sentir el sonido y la vibración de los dos pájaros al estamparse.

Mientras expandía sus alas para planear y giraba su largo cuello para mirar a las dos bestias estampadas una más apareció de sorpresa por un costado lo mordió en un ala derribándola y lastimándola gravemente, dejando correr un Lucim espeso y amarillo como la miel que manchaba su plumaje celeste y dorado.

El ave colorida grazno de dolor mientras se reincorporaba y su mirada comenzó a arder, con su pico sujetó al ave oscura del cuello y de una sacudida enérgica la estampo contra un árbol sacándole un sonido hueco mientras se quebraba, luego de eso rápidamente fue rodeada y atacada cobardemente por la espalda, el segundo graznido fue tan estrepitoso que debe haber resonado en todo Arriba, y el ave cayo desplomada

Skyia!! Grito Med con furor que hasta hace momentos había estado dormida

–Esa es tu ave?-  Pregunte asombrado, era una pregunta obvia e innecesaria pero el impacto del momento no me permitía pensar con claridad.

–Sí y no sé cómo llego

aquí pero tenemos que ayudarla, vamos! No te quedes solo mirando hay que hacer algo-

-No podemos hacer nada, son demasiados- Respondí con resignación

-Ya nos hemos enfrentado antes a ellos y ahora somos uno más, sígueme o quédate con tu cobardía me da igual-

Dijo esas palabras y se dirigió de prisa hacia donde transcurría la pelea.

Esas palabras me habían dolido pero eran ciertas, o yo era demasiado cobarde o ella era demasiado imprudente. Cobardía o imprudencia ya no importaba yo estaba corriendo detrás de ella para evitar que cometiera alguna nueva locura y así lo hice, ya era demasiado tarde la pelea estaba perdida, un Kloue yacía inmóvil en el suelo y otros 2 intentaban alejarse casi a rastras del lugar pero los tres restantes aun conservaban sus fuerzas intactas y Skyia había perdido mucho Lucim, el animal ya se veía dorado como la mitad de su plumaje, sus fuerzas culminaron y esta cayó una vez más al suelo, solo cuando dejo de moverse completamente los Kloues dejaron de atacar con despecho, alzaron vuelo y se alejaron. Los demás heridos siguieron la bandada como pudieron mientras tanto yo sujetaba a Med tanto como me permitía mientras esta pataleaba para evitar que se acercara al peligro hasta que todo acabara, me odió por ello pero luego entendió que fue lo mejor, no hubiésemo

s hecho otra cosa que poner nuestras vidas en peligro sin lograr nada

Nos acercamos a Skyia, Med acaricio su rostro y le repetía –No debiste volver por mí, te pedí que volaras asía los Lumines y no te detuvieras, que no me buscaras, te dije que eras libre para volar donde quisieras –

Le dijo con la voz quebrada, me apresure a abrazar a Med por su espalda y besar su pelo

–Mira cuanto has crecido, la última vez que te vi podías posarte en mi muñeca sin ejercer peso y ahora te has convertido en un ave valerosa–

Sus palabras se quebraron en llanto y ella abrazo al

ave fuertemente del cuello, Skyia abrió los ojos e intento graznar pero su voz estaba apagada, sin soltar la mano de Med toque al ave y en ese momento todo el escenario cambio, sentí su Mittmi, el Mittmi de Skyia todo quedó a oscuras a excepción de Skyia y yo, ella me encargo que cuidara a Med con todo el Amor que le sentía y también a la nueva compañía que nos dejaba y le prometí que lo haría, sus lágrimas corrieron por su rostro, luego de eso el Lucim dorado de sus ojos empezó a brillar con todo fulgor y comenzó a extenderse como fuego por las lágrimas a todo su plumaje. Brillaba como si esta fuese enteramente de oro, el polvo de Lucim estaba en el aire flotando como hilos de plumas y el color se extendió hasta mí también luego el Lucim tomo forma, forma de Skyia, su Lucim se había separado de su Mollis y se sostenía por sí mismo, me miro, me dio un saludo de adiós con su cabeza y luego de eso miro asía las constelaciones,  voló en dirección a ellas y luego estallo en una luz cegadora dejando caer su esencia en forma de plumas por todo el lugar, por momentos todo se vio como si estuviéramos en un ciclo de luz y a los pocos segundos el Mittmi desapareció, la oscuridad retorno dejando solo un foco de iluminación frente a nosotros que aumentaba y disminuía su densidad al ritmo del sonido de suaves latidos, Skyia nos había dejado un huevo, un huevo dorado y negro

Med lo sujeto con ambos brazos, yo a la vez la sujetaba a ella por la espalda y al huevo, apunte y fije mi mirada llena de tristeza y rabia lo más alto que pude en el cielo negro y dije en voz alta con total decisión –Me canse de este lugar… Nos vamos  a  Iluminhá

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Mittmi Capítulo 7 “Conociéndonos”

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Ahí me anime a introducir en el dialogo uno de mis tantos interrogantes -Y cómo fue que  caíste?-

Su sonrisa se apagó, el Lucim de sus ojos se tornó opaco y desviando su mirada hacia un costado como escapándose de la mía me contesto – No me caí…. Me arroje-

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-Como que te arrojaste?- le dije con tono alarmante, mientras empezaba a comprender mejor sus acciones ante los últimos sucesos.

-Sí, me arroje- Respondió levantando el mentón orgullosa, pero sin mirarme-

– Pero vivías en un lugar hermoso porque cometiste tal insensatez?- Por más que intentaba no podía hallarle una respuesta a lo que ella había hecho

-Necesitaba un cambio- Dijo con frialdad

– A tan alto precio? – Respondí con una voz aún más fría y un tono seco

-Necesitaba un cambio con desesperación, Amaba Iluminhá
hasta que mi vida se desmorono de un momento a otro y necesitaba cambiarla o terminar con ella para siempre, tarde mucho tiempo en pensarlo y mucho más en decidir hacerlo pero arrojarme fue la opción más sensata, o hallaba un cambio o dejaba que el vacío me devorase para siempre y morir-
Morir, otro término que me sonó ajeno, ella me explico que todos aquellos que han intentado volar colándose en el lomo de un Borrels  han fracasado y han caído, al no volver a verlos con el tiempo vas olvidándote poco a poco de esos seres y sus recuerdos se van desvaneciendo, por eso se dice que el vacio se devora su existencia, eso es la muerte.
-Tuve suerte de llegar aquí y encontrarme con la compañía de un Dollit como tú- Me dijo guiñando un ojo

Su sonrisa volvió a florecer y contagio a la mía, luego de una pausa largamos una carcajada al unisonó
-Hablando de los nombres de las cosas, cual es el tuyo?- Pregunto ella con el impulso de las ultimas risas

-No tengo nombre, o tal vez si pero no lo recuerdo- Respondí con tristeza
-Que bueno ahora podemos elegirte un nombre nuevo- Dijo ella al instante

A veces su gran optimismo me desesperaba un poco
-Háblame de ti y de las cosas que te gustan así podemos encontrarte un nombre –

Me pregunto mientras se colocaba más cerca mío y se sentaba lo más cómoda posible para prestarme toda su atención a cada detalle. Le conté todo lo que podía contarle, hacía mucho tiempo quien sabe cuánto que no hablaba con alguien más que no fuese con migo mismo, parecía interesarle mi relato y me sentí importante, le conté sobre nadar con peces en el espeso, perdón, en el agua, mi admiración hacia los Borrels y el deseo de convertirme en  uno de ellos y volar hacia lugares desconocidos, le conté sobre los ciclos de sombra enteros jugando con las constelaciones de Lumines  y los nombres que le había puesto a algunas, los sitios de la isla por los que me gustaba caminar, las diferentes frutas que existían, donde encontrarlas y demás tonterías que ya no recuerdo.

-Quisiera tener un nombre tan bonito como el tuyo, Mittmi – Le dije y al llamarla así
ella se acerco y me abrazo con fuerza y con total confianza.

Debí haber quedado muy ridículo cuando lo dije, aun no entendía muchos conceptos
Mittmi es un bonito nombre- Le mencione mientras correspondía su abrazo
Rápidamente me soltó, se alejó unos centímetros de mí y su tono de voz cambio a enojo y decepción

–Tonto!! No sabes cuál es mi nombre y tampoco el significado de Mittmi, debí suponerlo, lo leíste en mi collar-
Quede perplejo por un momento y antes que intentara pensar en decir algo ella se puso de pie y se alejó unos metros para explicarme el concepto
Mittmi significa juntarse físicamente con alguien, si tu Mittmi con migo entonces es que yo me acerco asía ti, o tu vienes asía donde estoy yo, o los dos caminamos hacia el centro, esa parte es fácil de entender pero Mittmi también significa encontrarse sentimentalmente, estar uno muy junto al otro y desconectarse del resto del mundo como si el universo entero se expandiera para dar intimidad a dos seres, es estar abrazado y dejar de ver la luz que lo rodea permitiendo ver solamente al otro ser, como si un ciclo se sombra cayera de repente y el otro ser fuese un Lumine, los sonidos de la naturaleza se esfuman dejando solo la respiración y los latidos de los presentes, el aroma natural, la textura del Mollis ajeno se siente suave como pluma y cálido como la mañana recién comenzada , todo se vuelve tan
sensible y tan perceptible, es como cuando dos Dollits se besan-
Debí haber sonado aún más estúpido cuando pregunte que era un beso, ella soltó una risa
tímida y otro suspiro de resignación -Nunca has besado a nadie verdad?- Dijo
sin dejar esa sonrisa tímida pero a la vez escondiendo algo de picardía.
-Dijiste que para besar se necesitan dos Dollits, y no veo a nadie más que tú y yo aquí-

No sabía lo que iba a acontecer pero creo que esa fue la mejor respuesta que podía haber dicho

-De acuerdo Sr Dollit sin nombre ahora sabrá lo que es el Mittmi

No me dio tiempo de decir ni una palabra aun que a los pocos segundos de que empezara a besarme ya me había olvidado la estupidez que iba a decir y me limite a entregarme al momento, fue muy descriptiva y no pecó de exageración, realmente sucedió como lo conto. El mundo, sus sonidos y aromas desaparecieron por completo dejándonos íntimamente a solas, podía sentir el sabor a fruta de sus labios como si realmente estuviese saboreando una y bebiendo su jugo, el Mollis de su rostro y de su pelo se sentía  tan suave y delicado como pluma entre mis dedos y tan etéreo que nuestros Lucim parecieron traspasarlo y fusionarse en uno solo, las palabras sobraban, las miradas lo decían todo, podía ver mis propios sentimientos reflejados en sus ojos claros y al cerrarlos hasta podía sentir lo que ella sentía por mí. Podíamos sincronizar las caricias y encontrar el balance exacto entre ternura y pasión y la noción del tiempo se había derrumbado.

Cuando el Mittmi llego a su término ya había comenzado un nuevo ciclo de sombra, el más bello de todos para mí y estábamos bajo el cobijo de los Lumines más brillantes y coloridos y el sonido de la naturaleza en calma. Nos abrazamos de lado en silencio, ella con su cabeza en mi hombro y mi cabeza apoyando sobre la suya sin dejar de mirar las constelaciones, ninguno de los dos quería romper la paz y luego de un momento no muy breve ella dejo la postura, me miro y me dijo

-Ah por cierto, mi nombre es Medalay pero mis seres cercanos me llaman Med y de ahora en más tu nuevo nombre será Lux-

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Mittmi Capítulo 6 “Nombres”

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…Sin darme tiempo a reaccionar soltó mi mano, y me empujo con su cuerpo aferrándose a mí con sus brazos rodeando mi espalda y apretando su mejilla fuerte en mi pecho, cuando ya me había percatado de la situación estaba cayendo de espaldas al vacio abrazándola y con una docena de Kloues esprintando en picada hacia nosotros…   

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Supuse que ella había llegado al límite de su cordura y se le habían agotado las estrategias inteligentes para haber llegado a tal punto de cometer un acto tan desesperado como la locura de empujarnos al vacío. Mientras tanto observaba a los Kloues acercándose más y más asía nosotros a cada segundo que pasaba.

El más cercano a nosotros estiro sus dos garras enormes y filosas asía nosotros y cuando estaba a punto de agarrarnos sentí un fuerte impacto en mi espalda que me dejo sin aliento aunque sin sentir dolor alguno y Mittmi se separó de mis brazos, vi la imagen del bicharraco distorsionándose en ondas, formando una silueta acuosa. Tarde unos segundos en comprender donde estaba, se colaron un par de burbujas de aire fluido en el espeso asustando al enorme cardumen de peces que nos rodeaban, la loca idea del salto me fue pareciendo cada vez más sensata, habíamos caído en uno de los estanques donde yo nadaba habitualmente, los Kloues aleteaban y graznaban iracundos al ver que no podían traspasar el aire espeso debido a su plumaje, y yo podía pasarme un ciclo de luz entero allí dentro.

Estábamos a salvo esa locura fue la más razonable y la mejor opción que pudo haber tomado. Apenas me reincorpore busque a Mittmi con la mirada para decirle «Gracias» con una sonrisa que supiera entender pero ella yacía inconsciente, hundiéndose asía las profundidades, nade hasta ella y al alcanzarla la sacudí con tenacidad tratando de hacerla despertar pero sin éxito, a medida que me esforzaba se iba dispersando el Lucim de mi ojo pero no me importaba, la sacudí y sacudí hasta que fui debilitándome poco a poco y cuando ya no me quedaron fuerzas todo se tornó oscuro.

Desperté fuera del espeso tendido en el pasto boca abajo con mis manos a la altura de mi cabeza, ella estaba ya consiente, lleve una mano a mi ojo herido y lo note cubierto

-No te toques, te he vendado con mi pañuelo- Me gritaba desde lejos

-Estarás bien pronto si dejas de tocarte la herida- Me dijo con un tono regañón

– Conseguí algo de frutas mientras dormías, quieres una?- Añadió con tono más Amigable

-Que paso? como llegamos aquí?- Le pregunte desconcertado

-Te saque inconsciente del agua- Contesto a medio entender terminando la frase con el crujido de un mordisco que le daba a una de las frutas

-Agua? Qué es eso?- Pregunte arqueando una ceja

-Agua es aquello en lo que caímos desde lo alto, lo que había en el estanque o la burbuja en donde pegaste las plumas que le lanzaste al primer pájaro-

-Plumas?- volví a preguntar. Todos esos conceptos eran nuevos para mí hasta entonces

– Plumas son el Mollis que cubre a las aves, mira este collar tiene una pluma celeste y dorada de una mascota que tuve una vez, ves?- Me dijo mientras me hacia una mueca y sostenía su adorno

-Supongo que hace tiempo que no hablas con otros Dollits -Me dijo con tono de extrañada y no me atreví a preguntar

Hizo un suspiro seguido por una leve sonrisa desviada apenas hacia un costado resignada a tener que explicarme cada palabra que decía –Dollits, tu y yo somos Dollits, hay más como nosotros de dónde vengo o mejor dicho de donde caí, mi ciudad se llama «Ilumina»-

-Yo a mi lugar lo llamo «Arriba»-  Le dije tratando de generarle interés pero me respondió con una carcajada burlona -Ja ja ja no eres muy original colocando nombres – Me dijo y me hizo sentir un poco estúpido pero inmediatamente cambie de tema

-Y como es Iluminhá? Cuéntame- le dije con deseo curioso, pero más que todo solo quería oírla hablar mientras miraba su rostro, su ritmo de habla era muy acelerado pero cuando se detenía en detalles importantes su voz se pausaba y sonaba tan calma como la respiración que uno tiene cuando que está a punto de dormirse, como si sus labios acariciaran cada palabra antes de decirla

Iluminhá es muy parecido a Arriba, pero casi todo allí tiene vida, los árboles se menean danzando con sus ramas en todo momento, sus copas tienen burbujas de Mollis transparente como el agua, como si fueran frutas de Lucim, el agua es mucho más colorida, brillante y cristalina, hay cascadas de todos los colores que te imagines y las algas y hongos marinos también brillan y parpadean, y hay Borrels..

Borrels?- Interrumpí

-Si Borrels son creaturas que..

-Ya se lo que son los Borrels- Interrumpí nuevamente – Pensé que había inventado esa palabra así como invente tantas otras- Le conteste y fui explicándole lo de mi pérdida de memoria tanto como recordaba

-Bueno no toda tu memoria está perdida, algo recuerdas- Me dijo con una sonrisa optimista y continuo con su relato -Los Borrels suelen volar muy cerca de la superficie traspasar las cataratas y seguir su rumbo luego de haberse refrescado, prácticamente todo brilla potentemente en Iluminhá hasta que toda la naturaleza pareciera irse a dormir al mismo tiempo comenzando un nuevo ciclo de sombra y dejándonos solo bajo el cobijo de la luz de los Lumines

Otra palabra que ya conocía pero esta vez no interrumpí

-Hay aves muy parecidas a las que nos atacaron pero estas son inofensivas, tenía una mascota como te mencione, la llamaba Skyia volaba como ninguna casi al compás de los Borrels

Ahí me anime a introducir en el dialogo uno de mis tantos interrogantes -Y cómo fue que  caíste?-

Su sonrisa se apagó, el Lucim de sus ojos se tornó opaco y desviando su mirada hacia un costado como escapándose de la mía me contesto – No me caí…. Me arroje-

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Mittmi Capítulo 5 “Escape”

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La situación me había superado, estaba aterrado casi paralizado y mi mente bloqueada, pensé que moriría ahí mismo aunque todavía no sabía  bien que era eso de morir.. Hasta que en ese momento escuche por primera vez… Su voz…

   

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Su voz dulce y firme y a la vez aterrada, gritando y tratando de llamar la atención del enorme pajarraco y no dejo de gritarle hasta que lo consiguió dándome lugar a salir del árbol, el dolor y la perdida de Lucim me obligaba a mantener presionado mi ojo en todo momento, al salir ella se encontraba sobre la rama de otro árbol mucho más alto, una estrategia lejos mejor que la mía, pero no sería efectiva mucho más tiempo si me demoraba en ayudarla, me estaba sintiendo mareado, escuchaba los sonidos lejanos y dispersos y la vista dn mi ojo sano se había tornado muy borrosa, volví a sentirme un ser horrendo, ella había arriesgado su vida por mí y yo la había abandonado minutos atrás, esto no habría ocurrido si yo no hubiese sido tan cobarde, note las hojas del ave que se le soltaron entre el  revuelo pegadas en mi cuerpo gracias a la humedad de las burbujas que se rompieron en el alboroto, una hoja estaba en mi ceja tapando un poco la escasa visión que me quedaba, la vi a ella moviéndose de rama en rama luchando valerosamente por su vida, y también por la mía, me quite la hoja negra del ojo y todas las demás pegadas a mi cuerpo con rabia por no tener la osadía ni las fuerzas de enfrentarme al vil animal y devolverle el favor a Mittmi.

Cuando cerré el puño por la impotencia note algo delicado entre los dedos, un rosa intenso resaltaba entre el color oscuro del barro y el Mollis del ave, su pañuelo se había caído y estaba envuelto en hojas de Kloue, esas cosas parecen pegarse con facilidad en el aire espeso, lo pensé un segundo y lo hice, era una idea que parecía ser brillante, muy distinta a las estupideces que venía cometiendo hasta el momento, de repente deje de sentir tanto mareo, los sonidos se volvían más claros y mi visión había mejorado, pegue todas las hojas a una burbuja flotante, la rodie con el pañuelo y comencé a agitarlo en círculos para darle potencia al disparo y sujetando mi ojo herido y con la vista reducida grite hasta llegar al límite de mi voz y cuando logre provocar al ave lo suficiente esta giro su cabeza bruscamente clavando su gélida y desalmada mirada en mí. Se lo lanze con toda la fuerza que mi brazo me permitio y el proyectil impacto con éxito llenándole la cara con sus propio Mollis cegándolo por un momento, corrí asía el árbol, mire a Mittmi desde abajo, ella encontró mi mirada y nos entendimos sin decirnos nada, mi intención era que saltara asía mi para que yo la atrapara en el aire y eso hizo como si nos hubiésemos conectado y transmitido el pensamiento, salto dejando caer su pequeño cuerpo entre mis brazos, la atrape con firmeza sin que tocara el suelo y casi sin perder el ritmo de la carrera ambos estábamos de pie corriendo sin rumbo alejándonos del peligro.

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-A dónde vamos?- Dijo ella

-Al refugio- Conteste mientras apartaba burbujas del medio del camino  -No está lejos-  Le añadí mintiéndole y mintiéndome a mí mismo, esperando un milagro, aparte la mirada del camino y gire mi cabeza hacia atrás para verla un segundo y ver que todo estuviera bien

– Cuidado!!- Grito asustada mientras un temblor seguido por un graznido de ave aparecieron de repente en frente de nuestro camino, me detuve bruscamente y con rapidez ella tomo mi mano, paso por delante de mí y desvió nuestro rumbo hacia la derecha segundos antes que el animal lanzara un mordisco que nos hubiese partido en dos si nos hubiese alcanzado y haciéndolo quedar como estúpido mordiendo el aire, me sentía un inútil ella era la que estaba manejando toda la situación y no paraba de salvarme la vida una y otra vez

-Por ahí no está el refugio- Le grite, tratando de superponer mi voz al sonido de la tormenta que lograba opacar hasta el sonido de mis pensamientos. -No hay tiempo hay que buscar otra salida- Me dijo con voz imponente pero aun temerosa

-No me sueltes debemos permanecer juntos- Me dijo al momento que me miraba y me sonreía tal cual lo hizo la primera vez sin dejar de correr. Su sonrisa se apagó y nos detuvimos cuando una por una las bestias comenzaron a aterrizar a escasa distancia de nosotros, acorralándonos sin dejarnos otra alternativa o camino para huir más que el enorme abismo detrás nuestro, no tenía ningún plan en mente, saltar era una total locura pero no fue mi decisión, sin darme tiempo a reaccionar soltó mi mano, y me empujo con su cuerpo aferrándose a mí con sus brazos rodeando mi espalda y apretando su mejilla fuerte en mi pecho, cuando ya me había percatado de la situación estaba cayendo de espaldas al vació abrazándola y con una docena de Kloues esprintando en picada hacia nosotros…

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Estas Imagenes son un acercamiento a como son en mi Imaginacion
Y desde ya Muchas Gracias a Fiama  Zangara por el Aporte 😉

Mittmi Capítulo 4 “Dolor”

La vi, la vi a ella.. Todo su cuerpo estaba bañado en Lucim, estaba inconsciente se parecía mucho a mi pero era inmensamente bella, no era color marrón granate como yo Su Mollis era del color de las frutas, era rosa como las frambuesas aun inmaduras y sus parpados y pómulos eran de color violeta intenso como las uvas recién caídas, sus orejas eran largas y caían hasta los hombros y estaban adornadas con aretes hechos de Mollis de caracol, sus mejillas redondas y su pelo eran del color de los duraznos y tenía un extraño peinado formado por pequeñas trenzas colgando alrededor de su cabeza y una trenza más grande y larga sujetando a las demás dando dos vueltas a su cabeza a la altura de la sien como si fuera una corona y luego caiga hacia atrás por su nuca hasta la espalda atada casi al final con un pañuelo de color rosa penetrante y una diminuta Medalla en su cuello que apenas lograba verse el grabado “Mittmi” tenia escrito, minúsculo pero claro, supuse que era su nombre y había otro adorno en su cuello, era como una de las pequeñas hojas que despiden los Kloues cuando vuelan pero de color cían con degrades dorado por la mitad lo que me hizo volver a la realidad y recordar que no estábamos seguros, de repente empezó a abrir los ojos de a poco dejando ver un hermoso Lucim de color claro, me miro y sonrió, me dedico una sonrisa perezosa estirando los labios color rojo claro como ciruelas muy lentamente hasta llegar al tope de sus mejillas, denotaba que estaba exhausta apenas se la oía respirar, me transmitía paz, hasta deje de sentir miedo a los Kloues, su sonrisa era muy relajante creo que en ese momento me contagio y le respondí con una sonrisa similar

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Luego me impaciente y empecé a bombardearla a preguntas –Quien eres? De dónde vienes? Sabes quién soy yo?- Ella dejo de sonreír tan dulcemente y su rostro se lleno de preocupación, la pobre estaba perdida y yo la estaba confundiendo mas e insistía con las preguntas – Sabes si vengo del mismo lugar que tú?- Ella trato de hablarme pero se desmayo en el intento y toda la luz que la rodeaba se apago y dejo el lugar completamente a oscuras.

A pesar de que era menuda era muy difícil mover su cuerpo con el peso muerto y con las burbujas de la tormenta, los Kloues me estaban impacientando cada vez los oía mas cerca, no iba a poder llegar al refugio cargando con ella y el miedo se apodero de mi y de mis pensamientos   << Porque estoy cargando con este ser que ni si quiera conozco? Las bandadas van a devorarme si no la abandono y sigo solo, ella no tiene las respuestas que busco >>   antes de terminar de hacerme la última pregunta ya estaba corriendo solo, fui despiadado, la abandone en medio de la tormenta y hasta ahora me arrepiento de ello, pague caro su abandono, corría y corría y pensaba en llegar al refugio lo antes posible mientras también pensaba y sentía que estaba actuando como un cobarde y luego se venían a mi mente las imágenes de sus trenzas, sus adornos y la hermosa forma en la que me sonrió y me miro y mi conciencia empezó a jugarme una mala pasada, me mezclaba esas bellas imágenes con otras en las que aparecía ella pidiéndome ayuda, gritando mi nombre como si yo tuviera uno y luego siendo devorada por las desagradables creaturas y yo sería el culpable, luego pensé

<<  No es culpa mía, ella se cayó, yo no hice nada, no es mi problema >>   pero las imágenes se repetían, la tormenta empeoraba y cada vez se hacían más grandes las burbujas y mas el viento era casi imposible avanzar y mucho mas difícil volver por ella y llevarla al refugio, pero en cuanto menos me di cuenta lo estaba haciendo, estaba volviendo por ella, solo quería volver a encontrarme con ella, tropezando y cayendo desesperado por la situación, cegado por los destellos, no entendía bien por qué estaba volviendo y arriesgándome por un ser desconocido, al llegar a ella me arrepentí aun mas de haberla dejado atrás, un Kloue estaba acechándola mientras aun estaba inconsciente, ya no podía acercarme ni dejarme ver o me despedazaría, debía irme con urgencia pero allí estaba yo, cometiendo la locura más importante de mi vida, le grite a la bestia para llamar su atención hasta conseguirlo me miro y empezó a seguirme, me escondí dentro de un árbol hueco, una  muy mala idea, empezó a darle picotazos rompiendo el árbol regando de diminutas alas negras por todas partes , luego metió su garra por una de las roturas y nunca olvidare lo que vi, pero más lo que sentí, una enorme, dura, gris y sucia garra entro lentamente y rasgo mi rostro lastimando mi ojo, ya no podía ver bien y mi Lucim se dispersaba por el aire, estaba temblando mientras tapaba mi ojo con una mano, fue una sensación horrible, era la primera vez que sentía dolor, o al menos hasta donde mi memoria llegaba, la situación me había superado, estaba aterrado casi paralizado y mi mente bloqueada, pensé que moriría ahí mismo aunque todavía no sabía  bien que era eso de morir.. Hasta que en ese momento escuche por primera vez… Su voz…

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Mittmi Capítulo 3 “Pedacito de Cielo”

Fue en un ciclo de sombra muy oscuro, la tormenta ya había comenzado, el aire fluido corría con fuerza sacudiendo los arboles haciéndolos sonar como si se lamentaran a gritos, las luces estallaban por todo el cielo, la tormenta había traído grandes burbujas de aire espeso que dificultaban la vista y el andar, por desgracia no era lo único que la tormenta había traído, empezaron a llegar bandadas de Kloues, estas creaturas también pueden nadar en el aire fluido pero no son ni parecidos a los flotantes, ellos son de Mollis muy opaca, negra totalmente sin brillo, miden unas 4 o 5 veces mi altura y tienen una materia mas, la llamo materia dura o “Skeer”, tienen picos y garras hechas de Skeer capaces de desgarrar el Mollis y alimentarse del Lucim de los seres vivos, son muy cobardes, si la presa es grande aunque sea inofensiva estos atacan en grupo, pero lo más llamativo y novedoso no es el Skeer si no sus aletas, son más largas hechas como de una capa más fina que la de los flotantes y parecieran estar quebradas por dentro, para diferenciarlas las he llamado “Alas” y cuando aletean fuerte se les desprenden como diminutas alas que parecen como hojas de arboles y que quedan pegadas en las burbujas de aire espeso, sus alas están cubiertas de esas hojas y parece que es lo que los hace nadar de esa forma tan ágil, tienen una forma de nadar muy distinta a los flotantes, los Kloues no danzan, tienen un vuelo mucho más directo, el sonido que emiten es un chillido agudo que pareciera cortar los oídos, son mucho más veloces y al aterrizar guardan sus alas para poder andar más tranquilos, esas pequeñas alas que desprenden son muy livianas, si juntas muchas y las arrojas al aire tardan un tiempo en caer y la más mínima brisa las dispersa, hasta había pensado en fabricarme unas alas de eso para poder nadar lejos de Arriba y recorrer todos los Lumines que veía en cada ciclo de sombra, pero eso era soñar demasiado.

Lo bueno es que yo tenía un refugio para cuando acontecían las fuertes tormentas y las visitas de las bandadas, una cueva en lo alto de una montaña, podía ver todo y podía saber cuando ya era seguro salir.

Pero aquella noche no había pasado el peligro cuando de repente lo vi, vi algo que caía desde el cielo con gran velocidad, era brillante, tanto que opacaba las luces de la tormenta haciéndolas ver como si no existiesen por unos segundos. Iluminó toda la zona y logro cegarme durante ese momento hasta que impacto en el terreno, una vez ya aterrizado brillaba como si fuese un pedazo de Lumine y luego todo fue tranquilidad excepto por los Kloues que estaban merodeando la zona y aun no se habían percatado del suceso.

Tenía que ver que era lo que había caído, quizás me daría respuestas o al menos alguna pista, por que como mencione antes, desde que tengo memoria he vivido Arriba pero no recuerdo haber nacido aquí o como llegue? Y porque no hay mas como yo? Todo lo que recuerdo es haber despertado en un ciclo de luz tirado boca abajo en el pasto sin un solo recuerdo, quizás esta era mi oportunidad, debía a provechar que los Kloues estaban distraídos

Hice lo que nunca había hecho antes, estaba muy ansioso y salí de mi refugio aventurándome a las afueras buscando esa luz que cayó del cielo, algo dentro mío me decía que encontraría respuestas a mi pasado, y pensaba mientras corría chocándome con las burbujas tratando de apartarlas  << De donde vengo? Cuál es mi nombre? Hay mas como yo? Hay forma de nadar hacia los Lumines?>> Mi cabeza se sumergía en más y más preguntas mientras apartaba arbustos húmedos a zarpazos hasta que llegue al lugar de la luz y…. La vi… La vi a ella…

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Mittmi Capítulo 2 “Hogar”

Como lo mencione antes, desde que tengo  memoria he vivido «Arriba», Arriba es un hermoso lugar, una isla gigantesca que se mantiene flotando por la nada misma, muchas veces me he preguntado como hace para no caerse, la isla y todo lo que contiene  esta hecho de la misma materia,  Mollis, materia blanda que es todo aquello que podemos ver a simple vista, es todo lo tangible, todo aquí Arriba tiene una textura que te incita a tocar y acariciar, el pasto, las hojas de los árboles  y animales, todo de infinitos colores para deleitar con la mirada  y quedarse mirando deslumbrado durante todo un ciclo de luz , pero el Mollis es solo lo superficial, lo más importante es el Lucim la materia viva y luminosa, es lo que todo ser vivo tiene por dentro, lo que contiene todos los pensamientos y sentimientos de uno mismo, el Lucim  es lo que realmente somos, es nuestra esencia y el Mollis es el envoltorio que evita que el Lucim se disperse de nuestro cuerpo y se desvanezca.

Arriba tiene grandes bosques con extensas arboledas, hay hermosos pasajes por los que me gusta caminar y mirar las diferentes formas de  vida pero mi lugar favorito es la fuente de aire espeso, es como el aire fluido pero sin ser tan fluido y lo maravilloso es que puedes nadar en este al  igual que muchos animales que viven allí, nadar libremente por todo el aire espeso,  ver y acompañar a los peces y dar vueltas cerrando los ojos hasta perder la conciencia de que es abajo y que es arriba sentir el calor en el rostro y luego quedarte quieto mirando al cielo y poder contemplar como la luz choca en el límite que separa ambos tipos de aire formando un techo plateado espejado con destellos parpadeantes que se forman con las pequeñas olas haciendo ver todo lo sumergido de color más claro y brillante.

Es fantástico poder nadar así como lo hacen los flotantes en el aire fluido, ellos, los “Borrels” o flotantes como yo les digo son creaturas muy parecidas a los peces solo que no viven Arriba, ellos vienen desde lejos y  viajan siempre, pueden nadar  a cualquier parte donde deseen mas allá de mi hogar incluso más allá  de lo visible hasta verlos  desaparecer en los Lumines, los Lumines, esos incontables puntos  brillosos en el cielo que solo pueden verse en los ciclos de sombra, me gusta jugar a formar figuras uniendo los puntos como si estuviesen conectados y darles nombre a lo que formo, me pregunto  << qué tan lejos estarán? De que tamaño serán? Serán pequeños como se ven desde aquí o inmensamente grandes más grandes que esta isla?  Estarán llenos de flotantes? Los Lumines estarán hechos puramente de materia viva? Aprenderé a nadar en el aire fluido si algún día llego a alcanzar uno? O me convertiré en un flotante y ya nunca más estaré solo?>>

Esas preguntas siempre abundan en mi mente. He pensado más de una vez en alcanzar un flotante abrazarme a su lomo y dejar que me lleve, pero nunca nadan tan cerca como para darme la oportunidad. Quisiera ser uno de ellos, son más hermosos que todo lo que existe aquí, son creaturas totalmente curvas, lisas y brillosas y lo más probable sean más suaves también, sus cuerpos son mucho más flexibles, al nadar en cardumen pareciese que bailaran sincronizándose unos con otros siguiendo el ritmo haciendo vibrar el aire de tal forma que pueden sacarle melodía, una dulce, pacífica y a la vez triste melodía como una voz casi en llanto, lejana y solitaria pidiendo compañía.  En algunos su Mollis es tan delicada como el Mollis de los ojos que se puede ver desde lo lejos el Lucim radiante de adentro de sus cuerpos y otros son tan grandes que apenas pueden nadar moviendo perezosamente sus aletas y su cola, a veces me da la impresión de que van  a chocarse con la isla pero las esquivan justo a tiempo, creo que ellos también pueden verme y  no sé cómo pero saben que los admiro, cuando pasan bailando también van dejando restos de polvo de Lucim que le dan vida a la isla haciendo que el pasto, plantas y flores crezcan instantáneamente y dejando todo resplandeciente y destellante por casi todo un ciclo de luz

Nada puede lastimarte ni hacerte sentir dolor aquí Arriba, nada, excepto los Kloues, ellos hirieron mi ojo

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Mittmi Capítulo 1 “Abismo”

 

Estoy en una situación bastante desfavorable, estoy cayendo, cayendo lentamente hacia el abismo con mis piernas y brazos extendidos, desde que tengo memoria siempre he vivido “Arriba” y mi temor más grande que me acosaba en mis pesadillas ha sido este mismo, caer, pero eso ya no es lo que más me preocupa, lo que más me preocupa y me entristece es que ya no voy a poder volver a verla nunca más y aunque en parte esto es culpa de ella, no me arrepiento de haberla conocido, al contrario, le doy gracias por todas las maravillas que me enseño. Pues quién soy? Bueno mi nuevo nombre es Lux y por lo que me han contado soy un Dollith una creatura pequeña hecha de «Lucim» materia luminosa y viva por dentro y de «Mollis» materia blanda y quieta por fuera, al igual que casi todo lo que existe en este mundo en el que vivo. Bueno, en el que vivía, porque lo más probable es que al llegar al fondo de este cruel abismo conozca eso a lo que le llaman muerte, aunque no me explico como algo así puede llegar a existir, la verdad no me lo imagino. Mientras tanto llegue ese momento pensare en ella y la recordare hasta ya no sentir nada. Tal vez en mis recuerdos y mis pensamientos pueda que logre sentir Mittmi una vez más

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Dejen de Seguirme Monos de Mierda

Todos nos Hemos preguntado Si el hombre desciende del Mono por que todavía hay monos??

En forma de cuento tratare de dar una sencilla explicación

Había una vez hace 4.000 millones de años 4 tribus de monos que vivían felices y contentos en un bosque

Por diversos quilombos climáticos digamos volcanes, meteoritos, huracanes, terremotos, ataques zombis etc.

El bosque quedo destruido y solo había lugar para una tribu así que las tribus se fueron repartiendo por todo el continente como las esferas del dragón

La 1er tribu se  fue a los bosques de arboles altos con muchas frutas y grandes depredadores

Como tenían que estar todo el día saltando de árbol en árbol pa´ q no se los fagociten los dientes de sable, los pies tomaron forma de manos y se volvieron más flacuchos  evolucionaron en algo así como monos Titi

La 2da tribu se fue a las selvas de arboles bajitos sin frutas y sin depredadores, todos animalitos herbívoros así que se morfaron conejos, patos, lagartijas, pajaritos de colores y todo lo que se cruzaba, de vez en cuando se clavaban una fruta, como eran más que todo carnívoros se volvieron más grandes fuertes, las patas eran de apoyo y apenas trepaban arboles,  evolucionaron en algo así como gorilas

La 3ra tribu se fue a las cuevas lejanas pasando las hiervas altas sin saber que corno había del otro lado…  cuando iban caminando los yuyos le s tapaban la vista así que a cada 2 paso se levantaban y miraban, 2 pasos, lo mismo, 2 pasos, lo mismo, hasta q uno dijo: “Oh que mierda me voy caminando  en dos patas”  y se fue caminando como si se hubiera bajado de un caballo

Al llegar a las cuevas oh que sorpresa…  no había un carajo, ni frutas ni insectos y hasta las manos de depredadores así que se tuvieron q esconder en las cuevas y vivir de carroña cangándose a pedradas con las hienas y los buitres

Un día uno de ellos encontró un cocodrilo muerto y lo agarro a palos como si fuera ese jueguito de péguenle al coco con el martillo para ver si estaba vivo, llamo a los demás y como la cascara es dura no lo pudieron abrir y se embolaron… Otro mono que estaba mirando estaba boludeando con una piedra y golpea otra piedra y OOOOH la piedra se parte, el mono genius agarra la piedra partida con la parte del filo y vuelve a golpearla contra la otra piedra  y se abre un tajo en la mano, Grita y entonces con cara de  ¬¬ mira la piedra, el tajo, el cocodrilo, la  piedra, el tajo, el cocodrilo, la piedra, el tajo, el cocodrilo AJAH…  Se acerca al cocodrilo lo abre al medio, reparte sus tripas como la escena de la ultima cena y todos alaban al mono con la piedra en la mano que se desangra (pobrecito)

Más tarde andaban todos los monos con una piedra y la mano ensangrentada, le sacan punta a palos y crean la lanza, después la rueda, el fuego y cosas utiles hasta que un mono de mierda inventa la religión y ahí cago todos los 4.000 millones de Años anteriores y los que venían después también, pero muchos no hicieron caso y siguieron evolucionando

La 4ta tribu como no tuvieron que moverse de sus cómodas casitas se la pasaron rascándose el culo todo este tiempo, se le cayeron los pelos y de ahí evolucionaron a mandriles

Eslabones desaparecidos, Eslabones desaparecidos…. FIN!