Sinfonías Paralelas Capítulo 9 «Melissa»


———————————————————————————————————————————————————-

Hola de nuevo. Llevo un buen tiempo sin escribir y pido disculpas para quien le interese, antes de seguir con el capítulo 9 voy a ponerlos un poco al tanto con lo acontecido.

Si no leiste los anteriores hace click aca para empezar desde el principio

Sinfonías Paralelas Capítulo 1 “Decisiones”

Brand sigue en el teatro donde se está llevando a cabo un concierto nunca antes visto, y aunque nuestro artista ha estado mil veces sobre un escenario para Brand este concierto es un debut.

En todo este tiempo Brand no se ha movido del teatro, solo sus recuerdos vagan hacia el pasado recordando la decisión que lo llevo a estar allí, quedarse solamente con la mujer que lleno de pasión sus noches y de música su corazón.

En este viaje al pasado no solo hay recuerdos de Brand si no acontecimientos que Brand ignora, o ignoraba en aquel entonces. Estos hechos están vistos desde la perspectiva de los otros personajes: Como la enfermedad letal de Melissa y el robo del violín Hueso Dragón cometido por Roxanne.

El “Hueso Dragón”  un condenado violín que pareciera tener vida propia, el cual fue dado como herencia a Brand por su tío Johan Strasorier, un reconocidísimo violinista que murió en un trágico accidente pero que Brand asegura haber sido un asesinato.

Luego de ser robado, el “Hueso Dragón”  fue remplazado por uno idénticamente falsificado.  Tras traicionar y robar a Brand el violín valuado en millones  la ladrona Roxanne fue traicionada ella misma y secuestrada por el supuesto comprador “El Fantasma”.

“El Fantasma” Un sombrío expianista que se ha apodado con ese nombre así mismo. Este carece del sentido de la vista pero no de otras habilidades fue el que engaño a Roxanne para que esta robara el violín y luego secuestrarla para seguir llevando a cabo su venganza. Lo cual no hubiese logrado sin la ayuda de su antigua estudiante Margoh, una muchacha igual de cruel pero no tan centrada que se ha enamorado de su maestro y que abusa de maquillaje para ocultar una cicatriz bajo un ojo.

Dicha venganza es en contra de Brand para hacerlo pagar por las acciones de su difunto tío Johan, que según “El Fantasma” ese hombre le robo a Fiama, la mujer a la cual amaba, y culpa a Johan de la muerte de su enamorada.

Ahora que ya están al tanto volvemos a abrir el telón y que suene la música.

En el teatro…..

Los aplausos se iban desvaneciendo en el salón, una pieza musical había terminado y pronto una nueva la continuaría. Era una pieza difícil de tocar según sabia Brand, no porque tuviese acordes complicados o por que el condenado “Hueso Dragón” no fuese fácil de manipular ya que el que estaba en escena no era más que un violín corriente, una copia del original sin ninguna especialidad sobresaliente. La pieza musical era difícil porque era demasiado triste, y las melodías tristes deben tocarse con los sentimientos aferrados al corazón, así solía decirle su tío.

Aun así, el violinista había pasado demasiadas tristezas en los últimos tiempos, el artista solo necesitaba recordar y su corazón se pondría a tono con la sinfonía. Brand cerro sus ojos y se entregó a la música mientras su memoria hacia fluir sus sentimientos acompañados de una lagrima solitaria, y su pasado se hacía más nítido en su mente.

Notas

Largo días y eternas noches habían consumido las horas de sueño de Brand. Roxanne se había marchado sin despedirse de su departamento y no devolvía sus mensajes ni  llamadas. También estaba la otra mujer, Melissa, aquella a la que no había podido  decirle adiós para siempre, tal vez por cobardía, o tal vez porque sus sentimientos ya se habían aferrado a ella demasiado como para dejarla, o porque no podía quebrarle la ilusión que veía en aquellos ojos, esos ojos tremendamente azules que lo colmaban de paz.

A Brand jamás le había costado  terminar una relación, quizás porque jamás había empezado una, y esa mujer le había hecho sentir emociones que él pensaba que no existían.

Esa mañana, solo en su habitación, Brand murmuraba maldiciones entre sueños y arrojaba manotazos al azar para luego encontrarse enredado entre sus propias sabanas.

Sentía como el corazón  galopaba en su pecho y el sudor le empapaba el cuerpo << Solo ha sido otra pesadilla >> Pensó, aun así observo entre las penumbras de su habitación con los ojos entrecerrados para asegurarse de que su atacante se había marchado junto con el sueño, y que él ya se encontraba en una realidad no más placentera.

Cuando Brand se encontraba exasperado pocas cosas podían traerle tranquilidad. Una de ellas, la más efectiva, era la música. Pero no la música en general, sino la música que emergía del cuerpo de las mujeres. Brand tenía el don de oír melodía en el movimiento de las mujeres, el meneo de las caderas y piernas al caminar, podía oír el compás en la sensualidad, y para poder oírlas mejor y en privado, se las llevaba a la cama para tener un concierto en los placeres de la intimidad.

Pero solo una mujer había logrado colocarlo totalmente en armonía, era una de las dos mujeres que el frecuentaba, era una de esas dos mujeres de las que se estaba enamorando, era la música de Melissa.

A falta de aquella música decidió tocar el mismo algo de lo clásico y de paso hacer ejercicio para calmar el estrés y abrir el apetito para el desayuno, se colocó unos vaqueros sobre la ropa interior y sin más vestimenta que esa se dirigió a su sala privada.

Tras el vidrio de la vitrina lo miraba el condenado violín blanco, pero no iba a tocarlo ahora, ese violín le ponía los nervios de punta en vez de calmarlo. El Hueso Dragón, su nombre original, solía cambiar las notas de la melodía del que lo tocaba lejos de su voluntad, y en el menor descuido las cuerdas te recordaban que eran muy filosas tajeando al usuario uno o más dedos como si mordiera.

<< Hoy día no >> Lo miro y pensó. Tomo uno de sus violines de práctica, lo coloco bajo su cuello, dibujo un arco con sus pies descalzos sobre la alfombra y cada paso y salto que coordinaba le sacaba notas al instrumento. Un paso aquí otro allá y el violín cantaba, un paso aquí un salto allá y el violín rugía, una voltereta un juego de pisadas y el violín se estremecía <<Por que no puedo hacer esto con el blanco>> Pensaba y más se fatigaba. Continuaba girando y lanzando patadas enérgicas al aire sin perder el ritmo y el estilo. Un salto y un giro en el aire lo hacen caer sobre un solo pie y seguir girando, no pierde el control en ningún momento y la música se va tornando más feroz. Sortea pasos al azar improvisados combinándolos con los saltos y vueltas al ritmo que encoje y estira sus piernas como si lanzase patadas, no se es posible saber si está acompañando los movimientos a la música o viceversa, pero es seguro que ambos están sincronizados a la perfección. Un paso aquí un giro allá y el violín cantaba, un giro allá un salto aquí y el violín gemía, usa la flexibilidad de su cuerpo atleta, toma carrera, corre, salta y da una vuelta vertical con el arco sin separarse del violín y este sin soltarse de su cuello. Y sus dos pies estaban de nuevo bailando sobre la alfombra. La ultima proeza termino por dejarlo exhausto, su cuerpo ya se encontraba relajado, pero su mente volvía a pensar en la repentina ausencia de Roxanne, y en Melissa <<Melissa debe saber que nuestra relación ya ha terminado. Lo hare esta noche, más tiempo solo nos hará sufrir más>>

Como si hubiesen escuchado sus pensamientos el teléfono sonó sobre la mesita donde lo había dejado. Era Melissa, pero Brand dudo en atender, aún no había pensado en las palabras, no quería hacerla sufrir antes de tiempo, pero que más remedio había ? sabía que aquello no terminaría bien por más precauciones que tomara. Atendió el teléfono.

-Melissa- Imito una forzosa voz de alegría

-Brand, eh, hola.. co.. Como estas ?- Le respondió aquella voz conocida

-Bien- mintió él –Tu como estas ?-

-Quería verte, esta noche si es que puedes, y si tienes algo poco importante cancélalo-

A Brand le sorprendió oír aquello de la muchacha, sus últimas palabras sonaron con una seguridad que desconocía de ella, la conversación fue breve y culmino con que a las 10 pm en el departamento de él sería el encuentro.

Notas

Brandam desconocía totalmente los protocolos a seguir para cortar con una mujer, el simplemente no contestaba los mensajes ni llamadas por si sus amantes del momento lo molestaban. Por instante pensó si eso mismo no era lo que Roxanne le estaba haciendo a él, luego descarto la estúpida idea, que mujer pretendería dejarlo ? Él era un buen amante, artista talentoso y millonario, ya se ocuparía de Roxanne más adelante, de seguro todo estaría bien.

Melissa llego a su puerta a la hora acordada al abrirla se encontró con una dama de cabello algo más corto un vestido violeta suave, sin mangas y de buen escote, Brand se perdió en él un instante, bajo su vista hasta el final del vestido, tenía como pollera unas siluetas prolijamente dispares que hacia juego con sus ideas y su actual corte de cabello, el vestido no tardó en llegar a su fin y presidian bajo este un par de piernas perfectas, el relieve de su piel brillaba intacto, al parecer ella se había arreglado bastante para esta noche, bajos sus piernas sus pies terminaban en unos sensuales zapatos de taco luciéndola algo más alta, todo a juego con el vestido, sus uñas igual, nunca las había visto tan largas y arregladas, Brand era un buen observador y detallista, lo único que no estaba a juego eran esos hermosos ojos azules que relucían como la noche estrellada.

-Vas a dejarme entrar o comeremos aquí en la puerta ?- Contesto ella con humor picaresco

Brand más que oírla se quedó observando como sus labios pintados se movían –Tenia que asegurarme- Dijo a modo de disculpa -Si no fuera por tus ojos mujer, pensaría que te habían cambiado por otra- Se hizo a un lado con un exagerado ademan de brazo siguió las curvas de sus caderas con la vista de reojo y tras ella cerro la puerta.

La cena transcurrió bajo una charla de lo más estándar. Brand seguía sin conocer cómo se actuaba en estos casos << Debo decirle ahora ? Debemos ir a la cama primero ? Debemos ir a la cama si se lo digo ? Cuando ? Como ? >> Pensaba sin tener la menor respuesta.

Brand se dio cuenta que hace mucho tiempo que estaban en silencio y de pronto el filo del ambiente podría haber cortado las cuerdas de un violoncelo, ambos sabían bien para que se habían reunido y ninguno quería apresurar la situación La cena rápida fue más lenta de lo esperado y ambos platos quedaron sin terminar.

Brand se apresuró a servirle vino pero ella negó con la cabeza –Solo un poco, es un vino muy bueno, créeme- Dijo para evitar el silencio

-No puedo beber nada de alcohol Brand- Le dijo en tono deprimido

-Pero porque ?- Pero ella no se detuvo a explicárselo y el silencio se volvió a prolongar. Los ojos de Melissa parecían quebrarse a la primera palabra, no importaba quien la dijera primero. Su mirada estaba triste y cansada, con grandes rasgos de resigno. Pidió permiso para ir al baño antes de que Brand pudiera empezar a dar excusas improvisadas. Y como fue predicho, la joven dejo un par de lágrimas camino al baño, Brand ladeaba y miraba su copa de vino como si en ella fuese a encontrar las palabras menos lastimosas para decirle

Brand nunca supo que ocurrió con la mujer de ojos frágiles que entro al tocador porque los ojos tremendamente azules que salieron de allí estaban llenos de decisión sin la menor pisca de duda, los acompañaba una mujer atrevida, osada había salido del baño sin más prenda puesta que sus aretes, un collar a juego y una suave y perfecta piel. Brand podía recordar solo con verla el sabor de aquella piel sobre su lengua. Recordaba sus senos, redondos casi pulidos, y su sexo con apenas un atisbo de bello, pero esos ojos, esos ojos eran nuevos, y si el fuego hubiese sido de color azul, hubiese sido de él que ella traía en sus pupilas -Estas demasiado vestido- Le susurro tan pronto se acercó. Sin darse cuenta Brand ya la estaba obedeciendo y su chaqueta nueva ahora alfombraba el suelo. Aquellos ojos estaban clavados en los de él, como ya sabiendo que la dejaría pero ordenándole que no hable.

<<Esa mujer está dispuesta a conquistarme ahora mismo>> Supo Brand, y esperaba con todas sus fuerzas que lo lograse << No sé qué hacer, si tú lo sabes hazlo >> fue su deseo. Ella fue la que lo condujo hacia la cama, dejando una estela de ropa formal de hombre tras su paso -Recuéstate- Le propuso, Brand no encontró objeción. Déjame a mi amarte esta vez- Brandam contesto con silencio y mirada cálida <<Ámame como nunca me has amado, quiero oír tu cuerpo como nunca lo he oído antes, enamórame hasta dejarme perdido>> Le imploraba en silencio <<Hazme perder el temor a quererte, sácame de mi infierno>> Y pareció que la muchacha le había entendido, porque lo beso con una pureza que hizo enfriar su cabeza y encender su corazón -No te muevas, déjame a mi amarte- Y lo tomo, sujetaba la masculinidad de su hombre entre sus manos, empezó a acariciarlo hasta llevarlo a una placida tortura, su cuerpo se estaba llenando de sensaciones y sentía la sangre arder dentro de sus venas, tanto que hasta le costaba seguir el hilo de la melodía.

La mujer de ojos nuevos tenía sus dedos en torno a su erección y los movía como si bailaran. Se acercaba despacio para rodearlo con su boca también, la conducta de la muchacha lo desconcertaba, jamás se había portado de esa manera pero no estaba en condiciones de pensar, cada tanto la mujer volvía a bailar con sus dedos sobre el cuello de su miembro, y por otros momentos eran sus labios y su lengua  la que seguía la danza… Brand tenía los ojos cerrados, ya no distinguía lo que ella hacía, solo se dedicaba a dejar que se lo hiciera. De repente sintió que las revoluciones de su corazón aumentaron, no soporto seguir en penumbras y abrió sus ojos sorprendido. Ella estaba jugando muy rápido con su fragmento de cuerpo

-Espera, detente no sigas- Reclamo, ella no obedeció -No, basta- La melodía en su cabeza estaba acelerada y se hacía confusa.

Ella torcía su cuello y lo observaba, solo pareció obedecer cuando ella así lo quiso, y lentamente se acercó a él y lo introdujo en su sexo húmedo. Su interior era tan cálido, tan placentero que podría morir dentro de ella. Y así lo hizo .Su cuerpo entero exploto, sus piernas y brazos temblaban, sus oídos internos ensordecieron la música para dar lugar a un sonido más dulce, el canto del orgasmo de Melissa. Exploto aun con el dentro y se lo hizo notar a gritos, su voz sonaba hermosa. Ella se desplomó sobre él y allí se quedó. A través de sus parpados agotados podía ver en el espejo que enfrentaba la cama, las curvas de ella continuaban las de él, y si ambos cuerpos ya eran bellos, al estar juntos rompían el límite de lo precioso, ella se hacia la dormida sobre él, el sentía la sonrisa de ella sobre su pecho. El recupero su aliento, ella sus ojos cálidos.

Notas

A la mañana siguiente por alguna estúpida burla del destino Brand se encontró pensado en Roxanne. Melissa era demasiado maravillosa para él, tarde o temprano la haría sufrir, No era un hombre bueno, no era un hombre para ser amado. Y con esas ideas corrió suavemente a Melissa para quitar su brazo sin despertarla, se levantó de la cama y una vez vestido se dirigió a su gran salón.

Paso antes por la cocina y se sirvió un buen vaso, esta vez de wiski, era demasiado temprano pero no quería estar del todo sobrio para cuando Melissa despertase y tuviesen que hablar. Luego de llenarlo por segunda vez se dirigió al salón donde sin moverse y como esperándolo yacía ese amargo violín blanco tras el estante de vidrio. Giro la llave y lo abrió, solo para seguir observándolo, y sentir como el estrés que se había quitado de encima por la noche volvía a acumularse en ese instante. Hizo ademan de cerrarlo pero una voz lo detuvo.

-No lo cierres, quisiera verlo de cerca- Le pidió la mujer que había amado esa noche, al voltear vio que ya traía puestas sus ropas salvo los zapatos.

-Melissa, quisiera que hablemos- Dijo Brand con el valor que logro juntar gracias al trago.

-Puede esperar, me dejas verlo ?- Contesto restándole importancia, le arrebato el wiski de las manos y sorbió un buen trago.

-Melissa es importante, tu y yo….-

-Puedo tocarlo ? dicen que soy buena- Interrumpió ella  a adrede terminando la frase con otro sorbo que casi agota el contenido del vaso.

-Pensé que no bebías- Se notaba por las muecas de su expresión que el wiski no era su habito.

-Déjame tocarlo Brand- Insistió – Prometo que no se desafinara- Suplico la joven, fingiendo un mal ejemplo de una sonrisa de «estar todo bien»

-No- Espetó el violinista

Las pupilas azules de la muchacha se inundaron y él sabía que aquella insistencia era solo una excusa para prolongar lo inevitable, Melissa sabía que Brand iba a dejarla ahí mismo.

-Por favor- Propone nuevamente -No pasara na.. – Su voz se quiebra en el dolor antes de terminar las palabras y las lágrimas se hacen incontrolables para ambos.

<<No quiero que ese condenado violín te haga daño>> Pensaba Brand para sus adentros <<Tampoco quiero hacertelo yo, tienes que dejar que te abandone>>

Las miradas punzaban en el corazón, y Brand no pudo más que masticar su enojo hacia sí mismo.

-Toca, con mucho cuidado- Le dijo al fin, más que a permiso se lo dijo a suplica-

Sin demoras Melissa coloco bajo su cuello el violín legendario, endemoniado e indestructible, Brand se sentó en un sillón cercano y le pidió en silencio al instrumento que no lastime las manos de esa hermosa mujer. Y la magia comenzó a sonar en toda la habitación.

La muchacha tocaba parada muy recta, era una dulce y triste melodía, Brand tardo un buen rato en reconocerla y mucho más en concebir lo que oía, porque esa interpretación era imposible, esa música jamás se había oído salir de un violín, ni de ningún otro instrumento. Melissa podía tocar en el violín la música que cantaba su cuerpo. Los sentidos de Brand quedaron perplejos, desorbitado ante la idea << Como es posible que lo haga ?>> Aguzó su oído y no encontró duda, era la misma música que había oído horas atrás en su cama mientras le hacia el amor. Luego de ello la muchacha quizás alentada por los efectos del wiski comenzó a dar pasos de baile como los hacia Brand cada vez que tocaba, se movía y giraba como imitándolo. La melodía al salir del violín parecía danzar al compás del cuerpo de la joven

<< No solo sabe tocarla, también puede bailarla>> Pensaba fascinado.

No podía pensar si ella lo hacía a propósito cuando estaban en intimidad o como y porque, no era importante ninguna otra cosa más que no fuese verla y oírla tocar. Casi podía ver como la melodía bailaba a su lado como una sombra paralela, con pasos de baile independiente pero respetando los mismos tonos, tiempos, y silencios de la música.

Sin el menor aviso Melissa dejo caer el violín al suelo con gran estrepito, hizo amago de apoyarse en el expositor de vidrio pero tiro el vaso casi vacío al suelo y al romperse su cuerpo se fue tras el desplomándose.

-MELISSA !!- Grito y se arrodillo ante ella tratando de animarla, la arrodillo y no dejo de darle golpecitos en las mejillas y pronunciar su nombre a gritos hasta que ella abrió los ojos y contesto.

-Estas bien ?-

-Solo me he desmayado, estoy bien, suele pasarme cuando bebo- Su voz sonaba extremadamente cansada

-No te levantes aun, nos quedaremos así hasta que te sientas con fuerzas-

La muchacha asintió conforme –Te ha gustado lo que he interpretado ?- Brand no quería hacer hablar a Melissa hasta que se sintiera bien pero la duda era más fuerte que él

-Sí, mucho- Afirmo mientras le media el pulso

-La compuse para ti- Y noto que el alcohol hablaba por ella –Lo hice porque te amo- Brand no supo cómo responder a ello –La había comenzado a componer hace mucho tiempo pero luego de que llegaste tú a mi vida supe como terminarla, tú me inspiraste- Sus labios se curvaban en una sonrisa somnolienta –Hasta invente un baile para acompañar la melodía, el doctor dice que es bueno para mi enfermedad- Aquello lo tomo por sorpresa

-De que enfermedad me hablas Melissa ?-

La muchacha esquivo la mirada de Brand hacia el suelo y comenzó a llorar.

-No, mira lo que he hecho ? el violín se ha roto, el gran Hueso Dragón se ha astillado- Brand sabía que aquello no era cierto, el Hueso Dragón no se astillaba, era irrompible, el mismo lo había azotado contra las paredes, los vidrios de una ventana, un lujoso y costoso piano y hasta lo había arrojado al fuego sin hacerle la menor marca pero al bajar su mirada comprobó que no mentía, una de las clavijas de afinación se había quebrado, otra se había separado y los vidrios del vaso que no habían llegado a lastimar a Melissa habían rasgado la tapa frontal. Oyó a Melissa balbucear bajo el llanto disculpas y menciones de que ella lo pagaría y que tenía contactos donde lo podían reparar pero Brand no le prestaba la menor atención, el Hueso Dragón se había roto, eso no era posible a menos… Y en cuestión de segundos Brandam Morghullis comenzó a atar cabos, como es que Melissa no se había cortado con las cuerdas, como es que el violín no había alterado la melodía que acababan de oír y el porqué de que Roxanne no devolviese sus llamadas. El Hueso Dragón había sido robado.

-ROXANNE !!!!!!!- Grito a todo pulmón olvidándose por completo que Melissa se encontraba arrodillada a solo centímetros de él.

-Roxanne ? Hay otra mujer verdad, por eso no me quieres ?- Brand miro su rostro empapado de lágrimas y se detuvo en sus ojos con la decisión en los labios

-No, ya no más, tú eres mi única mujer Melissa-

ojos azules llorando

Shatter me

Si te Gusto o No Podes Comentar