Sinfonías Paralelas Capítulo 1 “Decisiones”

Bueno después de tanto tiempo sin postear nada he vuelto con algo totalmente distinto. Dejando de lado las historias tiernas y melosas aparezco con una buena porno  historia Romántica/Erótica al estilo 50 sombras de Grey u otras porno de ese estilo que hayan tenido el gusto de conocer pero uds lectores son los que calificaran mi calidad.  Tratare de subir los capítulos lo mas seguido posible.

Sin nada mas que decir denle play al vídeo para que los acompañe la musica, lean y disfruten

El escenario del teatro era inmenso, las cortinas rojas de un impecable carmesí ondeaban por el movimiento del aire acondicionado y reflejaban destellantes las luces que provenían de lámparas en forma de antorchas haciendo ver como si la tela estuviese bañada en polvo de rubí.

Las antorchas ficticias también reflejaban su luz en los bordes del escenario recién barnizados y lustrados al igual que los postes tallados con un relieve atractivo en rectángulos irregulares simulando ser torres de un castillo, los bordes de las butacas y reflejando en todo lo demás que también era de roble.

Un ángel cuya piel era de una madera blanquecina posaba sobre una de las esquinas frontales del escenario con sus imperiosas alas tendidas hacia atrás y hacia arriba, vistiendo una armadura deslumbrante plateada con un destacado crucifijo dorado grabado en su pecho, empuñando desafiante una espada de doble mano de acero inoxidable con la empuñadura en forma de águila, la cabeza y el pico hacían el pomo, las alas de esta hacían el guardamano y la hoja brillaba sin importar en qué dirección se la mirase al igual que un halo como único adorno en su cabeza que posaba a la altura de sus sienes

Frente a este, como aceptando el desafío, un demonio con grandes alas de gárgola encogidas cayendo bajo su espalda como si fuese una capa pesada cubriendo sus hombros, una armadura negra y opaca protegía su pecho con las fauces abiertas de un dragón en el frente mostrando los dientes de turmalina y ojos de amatista, un hacha de doble filo con la empuñadura en forma de ángel de la muerte y una calavera en el pomo, el hacha también carecía de brillo, era de un gris tan oscuro que casi parecía negro, Pero en los bordes había un rojo tan oscuro como  sangre seca y los dos colores se besaban sin siquiera tocarse, en su cabeza un yelmo con una cornamenta imperial que pareciese haber sido forjada en las fraguas del mismo infierno.

 

Brandan estaba un poco nervioso a pesar de que todos los preparativos estaban terminados, las luces colocadas, los parlantes calibrados, pantalla gigante y cámaras todo de alta definición, efectos especiales instalados y todo se había probado decenas de veces sin mostrar fallas

Su preocupación era otra, él ya había estado miles de veces sobre un escenario con un violín en sus manos pero esta vez era distinto y el HuesoDragon estaba allí presente con su arco y su funda atada a la espalda. De una forma muy particular esta vez era su debut, los espectadores comían ansias al igual que Brandam. Todas las luces se apagaron al tiempo que todo el bullicio comenzara a tornarse en silencio. Una única luz se encendió potente pero no cegadora apuntando al centro del escenario, el espectáculo estaba a punto de dar su inicio.

Y allí estaba la estrella, saliendo de entre las sombras para pararse firme con un pantalón de lino, chaqueta negra ajustada al pecho del mismo material con bolsillos en corona cocidos a mano y botones de cáscaras de nuez, camisa de bambú con cuello estrecho lisa y blanca como la nieve, zapatos finos de cuero gamuzado, una corbata bien ajustada en nudo Windsor de seda gris con rayas negras inclinadas y una rosa blanca hecha con una servilleta de tela que el mismo Brandam había hecho en el restaurant del teatro, a Brand no le gustaban mucho los sombreros << Pero esta vez por qué no? >> Pensó para sus adentros. El HuesoDragon y su arco salieron de la funda tan de prisa que el violín voló seis metros en dirección al techo del teatro y el público se alzó de pie de pavor, la muchedumbre solo se calmo cuando el violinista después de un giro artístico atrapo el violín entre su hombro y su cuello antes de que llegara al suelo como estaba planeada la apertura del show.

El concierto clave había dado su inicio pero Brand solo podía pensar en lo que había ocurrido largo tiempo atrás, la decisión que lo había llevado a donde está ahora y su cabeza comenzaba a nadar en recuerdos al ritmo que las notas comenzaron a sonar

Brandan yacía desnudo acostado boca arriba en la cama, ella trepaba lentamente y zigzagueante sobre él por toda su longitud. Una vez que sus cinturas estuvieron a la misma altura se sentó a horcajadas sobre él,  los dedos de la mujer encontraron  su sexo y los cerró en torno a él para guiarlo entre sus muslos .Brand con sus dos manos fuertes le apretaba con firmeza su cintura mientras ella lo montaba con un movimiento ondulante y circular acompañado de leves gemidos, ella acariciaba su pecho barnizándolo con el sudor de ambos, remarcando sus sutiles pero rígidos expectórales. Gracias a la luz tenue y rojiza de la habitación, Brandan podía adorar el color rosa vivo de sus labios suavemente retocados que hacían juego con sus pezones rígidos y esa mirada fija con ojos de cazadora que parecían devorárselo de deseo, él la sujeta fuertemente enterrando sus dedos en sus nalgas cada vez más a medida que iba aumentando la excitación y aceleraban el movimiento

-Sí, así, así Brand, sigue- Le suplicaba ella, Brand le respondía con una mezcla de gemido y respiración agitada. Luego en un giro repentino y violento ella fue la que quedo acorralada entre el lecho y el hombre con sus brazos extendidos sobre la almohada bajo la mirada depredadora. Brand  estiro sus manos para atrapar sus muñecas contra el respaldar de la cama pero ella aún más astuta se anticipó y tomo una de sus manos y la deslizo por su escote bajando suave y lentamente por entre medio de sus senos redondos y que se iban volviendo aún más firmes con el tacto de él, Brand abrió más su mano para acariciarle toda la piel, ella lo guio bajando por su ombligo hasta llegar al tope de la ingle, ella se detuvo un instante y Brand sintió en su palma los latidos de la mujer reclamando más lujuria, bajo su mano con más ligereza por el borde de sus muslos hasta besarle el sexo con las yemas de los dedos y ella emitió un gemido casi afónico, sin soltar la mano hábil del violinista  apoyo los dedos largos y finos en los propios labios de Brand invitándolo a beber de su miel, y luego compartió ese sabor con un beso intenso, al principio con evidente emoción, luego con total entrega y una lengua juguetona que se movía al ritmo del choque de sus cuerpos y para terminar el beso le rozo con la punta de la lengua delicadamente el paladar acariciándole la parte posterior de sus dientes frontales haciéndole unas cosquillas que le erizaron la piel y lo obligaron a tomar una bocanada entrecortada de aire.

 

Eddar Brandam Morghulis conocido artísticamente como “Brand” es el Violinista Francés del genero Clásico y Moderno más famoso e indiscutiblemente talentoso de todos los tiempos, había estado con más mujeres de las que cualquiera pudiera recordar, pero él las recordaba a todas por una enorme obsesión o un don en particular que solo el tenia, nunca había compartido la cama con la misma mujer más de dos y como mucho tres veces, luego de eso borraba sus números telefónicos y los bloqueaba para evitar ser molestado, al encontrarlas por accidente fingía no reconocerlas aunque en realidad no las reconocía por su rostro ni por su voz o forma de vestir, su obsesión apuntaba más allá.

Brandam no las buscaba, no tenía necesidad de ello, él es “Brand”, las más bellas mujeres lo buscaban a él, desde simples fanáticas hasta grandes estrellas de la farándula, modelos, actrices y otras artistas de la Música, él se encontraba con mujeres de la alta sociedad todo el tiempo, y luego de cumplir su cometido, las desechaba a todas como cuerdas rotas. Solo dos mujeres cabían en la excepción, dos mujeres muy particulares que siempre frecuentaba y totalmente distintas una de la otra. Roxanne Winter una mujer con apetito sexual insaciable pero con un corazón tan frio como el invierno y Melissa Cherryberry la mujer más dulce que jamás alguien haya conocido, pero también la más tímida y un tanto aburrida para las exigencias de Brand.

El motivo por la cual Brand las eligió y las frecuentaba no era casual, todas las sinfonías que el componía llevan nombre de mujer y nadie sabe por qué, excepto el mismo Brand y también su maestro cuando este aún vivía, Brand elige a sus mujeres por su belleza y algo más… Las elige por su melodía

 

Brand tiene un don y este consiste en que puede encontrarle melodía a las mujeres, aun antes de que una se le acerque y empiece a entablar conversación él puede sentir su melodía mediante el ritmo de su respiración, de su habla, sus parpadeos, gestos faciales, y cualquier movimiento que pueda hacer, luego empieza a seducirla sin mucho esfuerzo y la toma delicadamente de la muñeca mientras le habla para sentir el ritmo de sus pulsaciones y conocer la esencia de la melodía de su corazón, y si esta le gusta se la lleva a la cama, y en la cama es donde puede oír su música totalmente desnuda y clara sin ocultar nada, ni una nota, ni un silencio se le puede escapar a Brand cuando está en un contacto tan íntimo, él les compone su sinfonía mientras les hace el Amor.

Pero la sinfonía de Roxanne y la de Melissa son muy especiales ambas totalmente distintas imposibles de mezclar una con otra, dos sinfonías con tiempos, silencios, tonos y acordes distintos, dos sinfonías paralelas que no pueden cruzarse.

 

Y allí estaba Brand un año atrás empapado en el sudor de ambos, respirando con agitación, sujetándole ambas muñecas con una mano contra el colchón y con la otra acariciándole el rostro y luego los labios mientras ella distendía sus piernas invitándolo a entrar, el movimiento se intensificaba cada vez más fuerte y más rápido, ella chupeteaba juguetonamente sus dedos y se los mordía con un poco de fiereza unos milímetros más arriba de las cutículas arrancándole un gemido de voz bien masculina a Brand seguido de una bocanada de aire con los dientes bien apretados, luego él comenzó a entrecortar sus movimientos al ritmo que ella  entrecortaba también sus gemidos agudos que llegaban a tal punto de placer que se confundían con dolor, el hombre continuo hasta que sintió esa dulce y tibia humedad desbordando en torno a él al culminar el placer.  Ella se apaciguo y Brand se desvaneció sobre ella concediéndole sentir su calidez en la longitud de todo su cuerpo, y sin apartarlo de adentro suyo enredo sus brazos tras la nuca de Brand, le coloco un beso agitado al costado del cuello y descanso su rostro en aquel pequeño lugar que le correspondía a su violín mientras ambos recuperaban el aliento.

Allí fue cuando Brand lo decidió, no podía seguir más con el corazón divido en dos sinfonías, esa confusión lo estaba matando y de una vez por todas debía dejarse de rodeos, daría fin a la relación que tenía con la mujer que estaba desnuda bajo su cuerpo y se quedaría con la otra.

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