Mittmi Capítulo 11 «Sueños»

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que empezamos a caer, el aire helado es tan penetrante que no puedo sentir ninguna parte de mi cuerpo. La oscuridad es tan absoluta por donde mire que no sé si mis ojos responden al pestañeo o si también están paralizados, También he dejado de percibir ese molesto picor en la herida de mi ojo pero no puedo asegurar de que se halla curado o empeorado del todo, al fin y al cavo ya no importa solo me limito a seguir abrazando a Med lo más fuerte que mis energías me permiten para no separarme de ella, sus tenues latidos me indican que todo está bien, que aún sigue con migo. Ya he perdido casi todas mis fuerzas pero aún estoy junto a ella, nunca pensé que esto de la muerte sería tan lento y doloroso

He renunciado a todas las esperanzas de volver a Iluminha o Arriba o encontrar un lugar similar, solo deseo que al abandonar este mundo lo hagamos los dos al mismo tiempo, no soportaría que el abismo la devore antes que a mí y no soportaría vivir ni un minuto sin ella.

Desearía que jamás hubiésemos intentado abandonar la isla, desearía no haber dejado que Med montara sola en el lomo de Sarcan, y desearía jamás haber soñado con volar, aunque ese deseo fue el que nos unió desde el primer día que nos conocimos, ahora lo recuerdo con claridad, ella tan efusiva y yo tan tímido, corriendo los dos tras las enormes sombras de los Borrels que eclipsaban la luz del cielo, y corríamos desde las verdes llanuras que parecían inacabables hasta las altísimas montañas. Yo deteniéndome a cada instante para admirarlos y soñar unos segundos, ella llamándome enérgicamente a gritos para que me apresurara o se nos escaparían, aunque ellos jamás estuvieron a nuestro alcance.

También recuerdo aquel ciclo de sombra en el que le jure que fuese donde fuese la llevaría con migo, así siempre estaríamos juntos y para recordárselo todos los días le grabe “Mittmi” en un collar que yo mismo fabrique y se lo regale, ella sonrió febrilmente y con los ojos brillosos y humedecidos me prometió que jamás se alejaría de mi lado, que siempre formaría parte de mi felicidad y que me seguiría hasta lo más profundo del abismo si así hiciera falta.

También recuerdo nuestro primer beso, la tome de la mano y sin decir ni una sola palabra la lleve al sitio más hermoso de toda Iluminha esquivando su bombardeo de preguntas ansiosas, aunque con certeza ella sabía muy bien a donde y para que la llevaba.

Solo las mariposas fueron testigos de nuestro Mittmi, aunque según se dice cuando dos seres entran en Mittmi desaparecen del mundo así como el mundo desaparece a su alrededor. Quizás sea por eso que aún no hemos muerto, no estamos con el mundo, o quizás al morir seamos como esos coloridos gusanos que se envuelven en una capa de su propio Lucim para transformarse en mariposas casi translucidas a excepción de un fino reflejo de arcoíris en sus alas. Quizás al morir Med y yo nos transformemos en Borels y empecemos a vivir de nuevo, o tal vez este soñando estupideces, no lo sé.

No sé si es que el frio arrebatador que me ha hecho perder toda mi sensibilidad pero ya no logro sentir los latidos de Med, ya no los oigo y no los siento palpitar contra mi pecho. Con las pocas fuerzas que me quedan intento sacudirla pero mis brazos endurecidos ya no me responden, intento gritarle para despertarla pero mi voz débil y fracturada apenas arroja un frágil susurro imperceptible, empiezo a desesperarme y por más que intente moverme y gritar es en vano mi cuerpo ya no está bajo mi mando, solo me queda aumentar la potencia de mis latidos para que Med los sienta y despierte, << Por Favor despierta Med, no me abandones ahora, no me dejes, Medalay!! >> Pienso para mis adentros << No puedo vivir sin ti, no se vivir sin ti, Vuelve, quédate con migo!! Mittmi con migo una vez más >> No hay caso, mis latidos y mis pensamientos no la hacen despertar  <<  Por Favor que esta sea otra pesadilla, solo puede ser otra pesadilla, no puede ser real, Med no puede haberse ido, no sin mi >>

Un frio petrificante comienza a colarse por mi garganta e invade mi cuerpo por completo, y me quema << Vaya que el frio quema >> ahora un fuerte dolor irrumpe en mi pecho, como si diez Kloues me lo atravesaran con sus picos filosos de Skeer hasta que la sensación se vuelve insoportable. Ya no puedo controlar mis latidos y empiezo a sentir como perezosamente se van apagando, el desagradable frio se ha desvanecido y empiezo a sentir tibieza, una tibieza que me provoca un invasivo sueño y es más fácil entregarme que luchar contra la somnolencia y hasta los sonidos de mis propios pensamientos se van tornando lejanos y confusos hasta que ya no puedo oírlos << Te Amo Med >>…

mariposa

Mittmi Capítulo 10 “Recuerdos”

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Salte con todo el impulso que pude y cuando ella llego a mi altura la embestí con mi hombro y le di un golpe de revés con mi brazo empujándola hacia el suelo antes de que cayera colocándola a salvo, alejándome aún más del suelo firme gracias al choque de nuestros cuerpos y haciendo que mi pesadilla empezara a cobrar vida. Nos miramos mutuamente todo el tiempo que pudimos, esos segundos parecían no acabarse más, la vi ahogarse en un llanto afligido pero sin apartar sus ojos de los míos hasta que deje escapar una lágrima de Lucim por mi ojo herido antes de que el cordón de la isla se interpusiera entre nuestras ultimas miradas… Y el abismo comenzara a devorarse mi existencia.

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Y así fue como llegue a revivir mis pesadillas, cayendo de espaldas hacia el vacío con una lluvia de plumas negras y doradas danzando a mis alrededores y cascotes de tierra que se desgranaron del borde, por momentos lo sentía como si ese momento fuese un deja vú, un recuerdo lejano más que una pesadilla viviente. El aire se va enfriando más y más a medida que voy descendiendo. Extiendo mis brazos y piernas lo más que puedo para ofrecer resistencia al aire  y hacer más lenta mi caída, mientras me estiro siento que el frio me abraza más fuerte, y duele, quiero fingir que vuelo y prolongar el desagradable final el mayor tiempo posible para recordar los bellos momentos de mi vida junto con Med.

Cayendo muy cerca de las paredes del borde puedo ver como se extienden las raíces, pasto y hasta uno que otro pequeño árbol, por más que intentase estirarme no lograría alcanzar nada de que poder sujetarme, así que me limito a contemplar el paisaje sin cambiar mi postura.  Más formas de flora van a pareciendo a medida que desciendo, diferentes tipos de plantas, plantas que jamás había visto, pero de alguna forma mi mente las recuerda a todas. Pequeñas punzadas palpitan en mi cabeza y cierro mi ojo sano para tratar de reprimir el dolor e imágenes fugaces atraviesan mi cabeza, si las recuerdo, no sé de dónde pero las recuerdo, recuerdo el Roblerojizo, los árboles más duros de todos, su tallo y ramas color rojo escarlata y sus enormes frutas de un color brilloso naranja amarillado, también recuerdo el color azul grisáceo del Pensando en ti que se iba tornando celeste a medida que se ramificaba y como se pegaban las semillas de su fruta en toda la barbilla y mejillas cuando se mordía y se saboreaba la dulce pulpa, esas Imágenes que merodeaban mi conciencia parecían muy otrora

La isla parece estar llegando a su fin, las paredes de tierras han quedado ya arriba suplantadas por rocas y unas gruesas raíces que se cuelan por entre medio, por fin lograre ver que es lo que la sostiene, por el momento solo veo una enorme cueva oscura hasta que velozmente de dentro de la cueva aparece una gigantesca cara y se detiene a unos pocos metros en frente mío logrando arrancarme un grito y desequilibrarme del susto. Es sin duda lo más grande y fantástico que jamás había visto antes, me deja maravillado, su cabeza es enorme, su Mollis es del color de los árboles, tiene los ojos cerrados de tantas arrugas en la cara y estas se extienden por casi todo su cuerpo formando dibujos en formas circulares tal cual se forman en los tallos y ramas, como tatuajes con relieve, es como si este Borrel fuese un árbol enorme con montañas de tierra y vida en su lomo, estoy tan deslumbrado que por momentos he olvidado que estoy viajando directo a mi muerte, si es que esta bestia no me devora antes, aunque se lo ve bastante pacífico y pareciera estar dormido, se lo ve muy anciano quizás esté llegando al final de sus ciclos y de seguro no ha notado mi presencia.

Para mi asombro, la isla, la que últimamente temblaba y se quejaba tanto no era otra cosa más que un Borrel desmesuradamente gigantesco, ya desde esta altura la perspectiva me permite verlo moviendo perezosamente cientos de aletas a su alrededor para mantenerse a flote y no caer.

Pareciera empezar a sentirse incomodo por alguna molestia y casi sin dar aviso previo lanza un rugido estrepitoso y aletea rápidamente soltando gran parte de su plumaje que se estampa contra mí, es tan confortable sentir esa suave sensación de miles de plumas con sus múltiples y radiantes colores abrigándome y acariciando mi Mollis provocándome leves cosquillas que me relajan y me hacen nuevamente olvidar mi grave problema, estoy ya cumpliendo uno de mis sueños, todo este tiempo he estado volando en el lomo de un Borrel sin saberlo, pero lamentablemente mi otro sueño de alcanzar un Lumine y poder compartirlo con Med quedaría inconcluso.

Ya estoy alejado de la creatura, me acuesto en el aire y me extiendo lo más que puedo, la herida en mi ojo comienza a irritarme e imágenes sin sentido de lo que podría ser Iluminhá invaden mi cabeza, cierro mi ojo sano para capturar mejor esas figuras en mi imaginación y efectivamente se ven con mayor claridad, puedo ver las cascadas de agua plateada, las plantas y hongos fosforescentes, los arboles danzantes con frutas de Mollis etérea… Y también veo a Med acercándose a mí corriendo lentamente diciendo suavemente mi nombre una y otra vez llamándome mientras se acerca –Luuuuux– se oye lejano –Luuux– Me dice nuevamente y una lagrima de dolor y tristeza corre por ojo herido –LUUUUX!! – Un fuerte impacto golpea en mi pecho como si me hubiesen lanzado una piedra de mí mismo tamaño dejándome sin aliento y antes de poder inhalar algo de aire siento sus menudos brazos enroscarse y abrazándose a mi espalda y su cálida voz haciendo mención a mi nombre una vez más casi en susurro

–MED!! –Agacho mi cabeza hacia ella y le grito apenas verla –Porque saltaste? Porque abandonaste la isla? Tú no tenías por qué morir, yo salte para salvarte, tú debías quedarte y vivir–

–No– Me responde ella con la voz a punto de quebrarse y las lágrimas apenas contenidas

–Porque saltaste Medalay? Porque? – Le grito regañándola totalmente furioso

–Porque no iba a quedarme de brazos cruzados mirando como el Amor de mi vida caía en el abismo sin hacer nada por segunda vez– Me dice mientras me mira con el ceño fruncido

<< Por segunda vez? >> Pregunto desconcertado susurrando para mis adentros arqueando una ceja

–Has salvado mi vida dos veces Lux, hace un momento en Arriba… y la primera vez en Iluminhá-

Sin poder decir ni media palabra imágenes fugaces de Iluminhá nuevamente recorren mi mente obligándome a fruncir los ojos

–No lo recuerdas, pero tú y yo ya nos conocíamos desde hace tiempo, Iluminhá fue nuestro primer hogar y viajar en el lomo de un Borrel recorriendo los Lumines enteros fue nuestro sueño, y también nuestra perdición –

Su voz es muy triste pero aun contiene sus lágrimas. Las imágenes siguen rondando mi cabeza y algunas de ellas se van haciendo más claras

–Cuando caíste de Iluminhá grite tu nombre mil veces con desesperación hasta verte desaparecer siendo devorado por el abismo y aun así seguí gritando por todo un ciclo de luz entero, sentía tanta impotencia que lo único que podía intentar era tratar de hacerte regresar a gritos–

Sus palabras van devolviéndome poco a poco la memoria perdida. Ahora entiendo que mis pesadillas en realidad eran recuerdos, tormentosos recuerdos

–Por eso fue que saltaste la primera vez, para volver con migo? – Le digo con voz áspera aun con algo de enojo y tiritando por el frio que ya se estaba tornando insoportable y no podía dejar de temblar

–Si– Me contesta secamente mientras agacha su mirada apartándola de mis ojos –Después de que desapareciste de mi lado mi vida se desmorono por completo, nada más me importaba iba todos los ciclos de luz al borde en el que caíste, el abismo no logro devorarte porque yo te pensaba y te recordaba todos los ciclos para que nunca te fueras para siempre, después de mucho entendí que era inútil tarde o temprano te olvidaría, pero no quería hacerlo no quería una vida sin ti, me despedí de Skyia y opte por saltar, o te encontraba con las escasas esperanzas que aun conservaba o moría contigo, de una u otra forma nos hallaríamos en Mittmi de nuevo, y salte, salte lo más empinada posible para romper el aire, tomar velocidad y alcanzarte estés donde estés–

Sin separarse ni un milímetro de mí, se arrima más a mí y coloca su frente sobre mi cuello al tiempo que su voz se desgrana y se quiebra por completo, ya no puede contener más las lágrimas y casi a gritos las derrama en mi cuello, estas se convierten en escarcha a los pocos segundos que toman contacto con el aire mientras yo sujeto con una mano su espalda y con la otra su cabeza acariciando su pelo correspondiendo también a sus lágrimas, hasta que el Mittmi se apodera de nosotros.

Mi ojo ya no duele y está abierto por completo, el clima gélido es remplazado por la tibieza de nuestros brazos, las pocas luces que nos alumbraban se desvanecen al igual que la sensación de vértigo, solo es visible la luz de nuestro Lucim, nos decimos “Te Amo” al unísono y nos bebemos las palabras de la boca del otro, un beso suave como caricia de pluma, luego sus labios dibujan una sonrisa extendida de par en par que me desborda de paz y calma, me inunda de tanta tranquilidad que solo quiero jugar con su pelo y sus aretes siguiendo el espiral de caracol con mis dedos y continuar besándola hasta dormirme, convirtiendo esta pesadilla en el sueño más dulce, nuestro último sueño, y quedarnos en estado de Mittmi para siempre.

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Mittmi Capítulo 9 “Pesadilla”

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Estaba descendiendo lentamente, de espaldas hacia el abismo y sin nada de que sujetarme, veía la isla alejarse de mi mientras sombras negras parecían elevarse, danzando y burlándose de mí y de mi caída, riéndose a carcajadas siniestras y una voz en lo alto llamándome por mi nombre desesperadamente hasta disiparse en el silencio, de pronto todo comenzó a acelerarse, la isla había desaparecido desde mi perspectiva y las sombras giraban a mi alrededor envolviéndome en un frio atroz y soltando partes de su plumaje, lanzaba bofetadas al aire tratando de apartar las sombras y plumas de mi pero era imposible, hasta que las sombras se apartaron de mi al tiempo que tomaban una forma más sólida, formas de ave, incrustaron su roja y abominable mirada en mí mientras deslizaban su larga y fina lengua por el filo de sus picos como saboreando a su presa antes de comérsela y rompieron en carcajadas una vez más, aleteaban soltando una cantidad desmesurada de plumaje negro que me envolvió por completo tapándome la vista y limitándome a ver solo la oscuridad y me desperté exaltado tomando una bocanada de aire casi ahogado.

Aún estaba oscuro y mucho más dentro de la cueva, habíamos optado en dormir refugiados ya que los ataques de Kloues eran cada vez más incesantes. Mi ojo me provocaba punzadas de dolor, Med dormía plácidamente a mi lado emitiendo leves silbidos, y Sarcan, nuestro nuevo Amigo, enroscado con su propia cola y tapando la mitad de su cara con una de sus alas, aun se lo veía tan inofensivo, con su plumaje dorado y negro disparejo y sus pequeños lloriqueos entre sueños quizás de extrañar a su madre que ni siquiera llego a conocer, el ya media un poco más de nuestra altura y dominaba la técnica del vuelo pero aun era muy joven para hacerlo llevando peso extra en su lomo, aun le faltaba mucho por crecer pero Med insistía en forzarlo. Ya no disfrutábamos nuestra estancia en Arriba como los primeros ciclos en los que nos conocimos, los ciclos de luz eran más cortos, las tormentas mas continuas y por si fuera poco a todo esto se añadieron temblores, estrepitosos crujidos que parecían lamentos provenientes de adentro de la isla como si esta se quejara.

Debíamos abandonar Arriba cuanto antes pero Sarcan era muy pequeño aún, y ya la idea de volar en sí era demasiado peligrosa, quizás por eso tenía esas pesadillas recurrentes, las había experimentado los primeros ciclos en los que aparecí aquí, aquellos ciclos lejanos donde llega mi memoria, pero ciclo a ciclo fueron cesando y ahora en estos últimos, habían sido más frecuentes y más aterradores.

Por la mañana Med estaba decidida a todo o nada, ya en el lomo de Sarcan saltarían desde lo más alto para poner al ave en una situación que lo obligara a utilizar toda la fuerza de sus alas y que las ráfagas de viento de las alturas le inspirasen confianza, yo no estaba muy de acuerdo en tomar tales medidas pero no podía oponerme, yo también deseaba con desesperación volar lejos de aquí, los acompañe a ambos a la sima de la montaña más alta, podía verse todo desde allí, los bosques y sus árboles tanto los gigantescos como los pequeños con copas de distintos colores que daban frutas de todo tipo, algunas veces solía encontrar dos frutas distintas que habían crecido tan pegadas una de la otra que casi no se discernía donde empezaba una y terminaba la otra, esas tenían un sabor único, también se veían los ríos descender desde  las empinadas colinas y caer en cascadas que brillaba en dorado con el reflejo de la luz hasta desembocar en los estanques.  Se lograba distinguir como las formaciones de humedad de diminutas burbujas en el contorno formaban una franja flotante que brillaba en un dorado aún más intenso, como si los estanques estuviesen protegidos por un aura de Lucim que las rodeaba.

Luego de contemplar todo un breve rato baje sin demoras, no quería que el ciclo de sombra se nos viniera encima en pleno vuelo, deje a Med y a Sarcan solos arriba y yo descendí para  guiarlos marcándoles el camino seguro,  ya desde abajo y bastante alejado le di la señal a Med de “Todo en orden”, el ave estaba bastante dubitativa y reculaba alejándose del filo del barranco sin dar caso a los intentos fallidos de forcejeos físicos que Med le hacía al ave para que este se arrojara, hasta que opto por engañarlo, lo tentó con un durazno acercándolo y alejándolo de su pico hasta hacerlo concentrar únicamente en la fruta y que olvidara el verdadero motivo por el cual estaban allí, una vez que capto toda su atención le arrojo la fruta al vacio y el muy tonto se lanzó en caída libre hasta alcanzar la fruta, Med sujetó las riendas con fuerza y poco a poco mientras caían fue dejando de lado el temor.

Sarcan estaba volando con ella en su lomo como si no sintiera peso alguno, se lo veía muy gallardo con su largo cuello estirado como lo tenía su madre y sus alas abiertas de par en par mostrando todo su esplendor y graznando de emoción, entretanto se suspendía en las alturas sobre mí, dejaba admirar como la luz eclipsada proveniente de Iluminha  reflejaba destellos en el contorno de su figura y en sus plumas como si el brillo fuese propio, y hasta el plumaje ya no parecía tan desparejo, como si hubiese alcanzado la madures de un solo golpe en ese vuelo.

Todo parecía perfecto hasta que alcance a prever que se dirigían hacia el límite de la isla, el límite entre el suelo firme y la nada misma, Sarcan parecía controlar el vuelo pero aun así era peligroso, le grite a Med que se estaba acercando pero parece que ese era su plan desde el principio, su plan era sobrepasar el límite y si me lo hubiese dicho desde el inicio obviamente yo me habría opuesto rotundamente. Si! había enormes posibilidades de que lo lograra pero el mas mínimo porcentaje de fracaso me llenaba de pavor, y corrí, corrí con toda la fuerza que mi cuerpo me permitía hacia el límite, si el intento de volar fallaba entonces mi pesadilla se haría realidad para ella

Llegaron al límite y mis temores empezaban a verse cercanos, el terreno comenzó a agitarse, uno de los más fuertes temblores que habían ocurrido estaba teniendo lugar justo en ese momento,  Sarcan se encontró espantado frente al oscuro abismo y el alboroto del temblor, comenzó a aletear fuertemente vacilando y pataleando tratando de volar en reversa y regresar hacia atrás, a Med se le hacía demasiado difícil sujetarse entre el aleteo y las plumas que se desprendían.  Agachado y sujetándome lo más que pude del suelo le grite a Med que aguantara que no se soltara aún, que si Sarcan  retrocedía un par de centímetros más estaría a salvo y yo la atraparía, no se si no me escucho entre el aleteo y los graznidos o simplemente no pudo sujetarse más tiempo pero estaba cayendo desde lo alto y caería fuera del límite de la isla directo a la nada misma, un fuerte impulso golpeo mi pecho y se despertó una fuerza que jamás imagine que tenía, con todo ese coraje que junte y con mi ojo cerrado del dolor corrí por el filo del abismo mientras el temblor iba arrancando los bordes detrás mío en cada pisada, aún estaba lejos de ella pero no tenía más superficie donde pisar así que salte, salte con todo el impulso que pude y cuando ella llego a mi altura la embestí con mi hombro y le di un golpe de revés con mi brazo empujándola hacia el suelo antes de que cayera colocándola a salvo, alejándome aún más del suelo firme gracias al choque de nuestros cuerpos y haciendo que mi pesadilla empezara a cobrar vida. Nos miramos mutuamente todo el tiempo que pudimos, esos segundos parecían no acabarse más, la vi ahogarse en un llanto afligido pero sin apartar sus ojos de los míos hasta que deje escapar una lágrima de Lucim por mi ojo herido antes de que el cordón de la isla se interpusiera entre nuestras ultimas miradas… Y el abismo comenzara a devorarse mi existencia.

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